32

1.8K 155 1
                                    

"Injusticias"

Deseo tanto ver a Héctor que nada mas al llegar me he venido a su departamento.

—Hola...¿puedo ayudarle? — una joven pelirroja me llama justo cuando me dirigía al elevador.

—No, gracias.

—Disculpe — rodea el mostrador de piedra y granito — usted no vive aquí, no puedo dejarle entrar.

—¿Que? Si he venido hace unos días — murmuro malhumorada — el señor Beckham me espera.

Una pequeña risa brota de sus labios. Frunzo el ceño.

—Si, claro — masculla para si misma.

—¿Porque estaría mintiendo?

Se queda estática por un segundo, arquea la cadera hacia un lado, sus dedos sobre su barbilla y los ojos me miran de los pies a la cabeza, una sonrisa adorna su rostro. Cree que alguien como yo no estaría con un hombre como Beckham.

—Es mas que obvio — con el dedo señala de arriba abajo mi cuerpo — vete o llamo a seguridad para que te saquen.

Una mirada al guardia de la puerta y se encuentra a nuestro lado con su mano en mi brazo.

—Hablale y comprueba tu misma que digo la verdad — siseo con la sangre ebulliendo en mi cabeza.

Rueda los ojos. Justo cuando va abrir la boca unos murmullos de una platica ajena le detienen, Héctor platica animadamente con un hombre mas o menos su misma edad, cabello rubio, ojos azules brillantes, alto; muy alto, y de sonrisa encantadora. Ambos están absortos y un segundo después reparan en lo que pasa. La mirada de ojos negros se ensombrece tanto que me hace respingar a mi también, la chica a mi lado queda perpleja por un segundo.

—Oh, señor Beckham...esta intrusa...

—Sueltala o en menos de lo que crees estarás buscando empleo — dice con voz neutra y ronca.

El guardia afloja su agarre, de reojo noto que traga saliva. Se aleja intimidado por Héctor.

—Y tu...— la pelirroja respinga —
Ve por tu cheque.

—Señor..discul...— le calla levantando su palma.

Los ojos de la chica brillan ante la amenaza de las lágrimas. ¡Oh por dios! ¡No!

—Oye...Héctor estas siendo demasiado irracional — comenta el rubio.

¿Irracional? Ha enloquecido completamente ¿como quitarle el empleo a alguien?

—No me importa — gruñe con un ademán — vamos — me dice.

Coje de mi brazo pero no con mucha fuerza, quieta jalo lo suficiente para que se gire con el ceño fruncido.

—Héctor por favor, no me conoce a sido una confusión solamente — son apenas audibles mis palabras — por fav...

—No — me interrumpe tajante.

—Amor...— pestañeo dulcemente — ¿Si?

Me atraviesa con la mirada que sostengo con inocencia y suplica. Rueda los ojos, soltando un soplido.

Cayendo en el Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora