Ciego

Capitulo I : Braneghin

Entre los susurros de los arboles escondidos en la neblina y el cielo gris friolento. Se encuentra un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad con su pequeño encanto. Un lugar donde el pecado se percata es lo que creen sus pobladores.

La vida aquí es sencilla y tranquila, un pueblo que depende de la agricultura y los negocios para sus turistas. Entre sus calles de piedra marginada en blanco se encontraba el mayor de las adicciones. Guardada en los cajones de cada uno. Cada uno trataba de no llegar a la adicción sino a la reserva de si mismo.

Todos en el pueblo caminaban de acuerdo al clima frío y distante. Con ojos sombríos y la docilidad a lo temible. Sus ojos enfocados en la obediencia de la palabra en carne. Su fe es lo mas importante y lo que mas protegían. Sus iglesias en piedras blancas cremosas a su fachada pero su interior se encontraba a la bellezas de las piezas de arte. Sus vitrales en colores fructíferos con la historia de si mismo. Dios esta presente en esos vitrales anunciando su entrada en aquellos destellos de luz. Reflejando su cercanía y amor a nosotros. 

Sus manos con rosarios rezaban por el bien de su población. La fe y la esperanza es lo ultimo que se pierde dicen mucho.
La vida en Braneghin es pasiva como lo había mencionado. Los días pasan y pasan, no logras sentir el cansancio ni el agotamiento que vives en la ciudad.
Muchos vienen aquí a crear una vida mejor alejándose de todo a que odiaban. Las horas de extras de trabajo y trabajar sin pasión era lo que les hacia huir de su origen. Su gente amable y solidaria comparte su buenas intenciones de uno al otro. Ayudándose uno al otro sin pedir nada a cambio.

Muchas veces aquí por su tranquilidad y pasividad no se encuentre mucha festividad. La mayoría de las calles se encontraban desoladas rara vez los niños jugaban en la calle. Muchas veces el clima compartía su humor y mas en estos meses. Los inviernos son crueles con sus vientos llenos de soplos bajo cero.

Su arquitectura es elegante y básica, la perfecta simplicidad. Las casas en su mayoría vestida en neutralidad y sus tejas con criterio artesanal. En sus ventanas con barrotes ornamentados sobresalían hojas de vegetación. Mas en sus días de verano cuando ya han aparecido esas flores coloridas.

Su gente vestida elegante con sus mejores telas. Nunca faltaba su estilo con criterio simple y básico. Camisas de algodón blancas, pantalones ligeramente ceñidos en corte recto y cabello bien arreglado. Las damas con sus cabellos de cortes rectos y vestidos blancos con telas románticas. Al salir de sus casas saludaban a todos con una sonrisa y deseándoles un buen día. 

Todo luce perfecto muchos pensaran era una sociedad modelo era rara vez que ocurrían crímenes o parecido. Todo lucia a la perfección y en orden. Vivir aquí es como un ensueño lleno de armonía y proporción. Braneghin esta pequeña ciudad llena de misterios y objetos ocultos. Esa adicción al que no mencionan al que proporciona la satisfacción total.