Capitulo XXXVIII : Marren

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Al llegar a la mansión camina a su cuarto obviando las preguntas de todos preguntandose sobre su comportamiento hace unas horas. La corrida de la desilusión de alguien quien estaba ilusionada por un gran lapso de tiempo. Solo camina por los pasillos alfombrados preguntandose quien era ese tipo en la fuente de gran atractivo de versatilidad. ¿Quien es el? ¿ Como llego hacia a mi? Preguntas a quien invadía la mente de la pobre Sussie. 

-¿Donde estabas? - preocupado Theo -Te he estado buscando - insistia en llamar su atencion pero Sussie lo reprimia. 

-Sussie me estas ignorando - dijo algo molesto. 

Sin decir nada siguió su propio paso en pensar en todo lo que había pasado, no lo pudo creer de que se le apareciera así de la nada. Más en ese momento de benevolencia total por todo lo sucedido. Fue a su recamara a cambiarse de ropa ya que hoy le tocaba de dirigir las mesas del restaurante del hotel. Cambió su vestido blanco por uno negro de corte clásico a quien debía vestirse elegante por una cena de la aristocracia de esta noche, todos los empresarios repartirán sus tributos y experiencias de vida.  

-Buenas noches, bienvenidos al hotel Verminevi pasen adelante - decía a cada invitado con una sonrisa elegante. 

La noche transcurría y todos se preguntan dónde está el invitado con sello de oro, quien es el Sr. Kenneth Marren. Un empresario y arquitecto famoso que viene de paso a visitar a su familia los Marren a quienes han causado polémica con su hija rebelde. La presunta millonaria heredera de toda la compañía de textiles y comercios de la pequeña ciudad. La familia Marren está sentada en su mesa al cual solo esperan a su impuntual hijo o hermano. 

-Buenas noches, Sr. Marren - Lee la lista al darse cuenta de quién se tratase. 

-Buenas noches...- corto al verla. -Eres tu la bella de la fuente - dio un halago al reconocerla de una manera distinta a la que había conocido. 

-Sr. Marren lo están esperando - dijo la Srta. Anica al darse cuenta que ya había llegado. 

-Con su permiso - dijo y se retira sin dejar de ver a aquella joven de diciocho años. 

Tomó el micrófono y saludó a su audiencia con gran vivacidad tal como él es con su público. Una humildad y empatía a quien lo hacía sin duda el mayor regalo de esta tierra prometida por el poder de las flechas. Codiciado por las solteras de todos los recursos pero solo una le había captado la atención. Sussie no lo dejaba de ver con tanta admiración preguntandose a ella misma si todo esto se trataba de un sueño por las flechas de cupido. 

Detras del telon se escondía Theo con Adam esperando a que el Sr. Marren terminara su discurso y así iniciar sus composiciones. Ambos de traje esperan el momento preciado de que algun dia los atraiga a la fama. 

Theo se arma ilusiones junto a su fiel amigo Adam. Ambos desean lanzar su estrellato en los grandes teatros o conciertos de música contemporánea. Este sería su punto clave para llegar a ese salto bajo la presencia del Sr. Marren.

Sus ojos se enfocan en la gran oportunidad que les presentaba, el momento ya ha llegado y más con esta aclaración del futuro.  El Sr. Marren difunde sus palabras al aire pero su vista es muy a menudo enfocada en la dulce joven que conoció en la fuente. Sin mas que decir término su discurso y se dirigió a su asiento con su familia. 

Sussie no lo podía creer que ese extraño atractivo fuese el Sr. Marren quien esta sentada con su familia y sobretodo la presencia de la rebelde de Kimberly Marren. Ella mira esta conferencia con gran pérdida de tiempo toma la copa y empieza a jugar con ella. Haciendo notar su aburrimiento hacia los demás. 

-Kimberly comportate - susurra su madre mientras aplaude al ver al escenario a los dos músicos. 

Kimberly sólo voltea los ojos y comienza a jugar con su pulsera hasta que miró arriba del escenario alguien que captó su atención.  Su concentración va directamente hacia el. 

Theo y Adam en el escenario nerviosos pero no lo demuestran sólo siguen su rumbo con su carisma y su música no comercial.  Adam comienza con sonidos del piano con unas vibras electrónicas. Pasan veinte segundos y Theo comienza a cantar con su voz ahora profunda y serena.  Con el micrófono cerca y lo acaricia con un elegante tacto, hacia crear una ilusión a las presentes en sociedad. 

Kimberly lo ve con toda concentración y pensando en donde lo ha visto.  Fue hace tiempo la primera vez que lo vio en esa agonía al que huía con sus padres.  Mira bajo el cielo y bajo el mar esperando el momento a que pueda conocerlo.

-No crees que son increíbles - comenta Kimberly.

-Sin duda - comenta su padre.

-¿Y tu que opinas Kenneth? - dirige su mirada pero su concentración esta bajo otra persona.

-Kenneth te hice una pregunta - molesta pregunta de nuevo.

-Son fabulosos - sin perder la mirada hacia Sussie. -Si me disculpan - dice levantándose de la mesa y dirigiéndose hacia ella. 

Sussie chequea unos apuntes sobre el próximo evento pero rara vez toma su atención hacía Theo. Así que obvia cualquier pensamiento de ella y mucho menos sobre el pequeño romance entre ellos. Mientras contiene su enojura una sombra asecha su luz. 

-Creo que esto te pertenece - entregando la pulsera en baños de oro.

-Gracias - la toma agradecida. -Lo estaba buscando toda la tarde - relato. 

-De nada, a sus servicios - inclinando la cabeza como signo de reverencia. 

-Permitame presentarme soy...- toma su mano apunto de besarle.

-Kenneth Marren - interrumpe Sussie.  -Creo que ya todos lo conocen y más ahora que es invitado de honor - aclara Sussie. 

-Si, pero quería presentarme formalmente hacía usted ya que no lo logre hacer allá en la fuente - explica con carisma siempre. 

Sussie le da una sonrisa ligera y el se la devuelve sin perder ningún detalle en su belleza. Desde ese día es donde todo comienza hasta su fin.











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