Capítulo XVI : Nenúfar

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La noche tiembla entre el tejado de la casa con sus historias de media noche.  El viento cuenta historias es un mensajero que nos avisan de los acontecimientos. 
Al ver el collar de flecha entre sus dedos jugando con el y sintiendo su poder a pura vista. Theo no deja en pensar en ella.

Toma el collar a punto de lanzarlo por el dolor que siente pero en eso brilla con luminosidad. Lo cuál lo aturde con sorpresa. Da una luz como si tuviera vida. El sabía que la vida que está allá de su corazón está bien. Sabe que su Minerva está bien y sana a pesar del poco tiempo que ha transcurrido.

-Theo deja de ver la ventana y duerme - ordena Adam soñoliento.

-Dentro de un rato - dice sin perder vista al bosque.

-Recuerda que tenemos audición - comenta Adam.

Theo lo ve y acierta con la cabeza esconde el collar de flecha cerca de su pecho. Sin que nadie lo vea y abuse de su poder. Cierra la ventana y ve como las estrellas brillan tan lejos. -Ella es como las estrellas,  inalcanzable - susurra al irse a la cama.

Mientras unos duermen otros contemplan el bosque con encanto. Las hojas caen verdes y el viento sopla su brisa. El bosque de los amantes donde todos ven sus amores secretos bajo la luz de la noche.

Un guardián y una iluminada navegan bajo el agua cristalina en medio de la luz de las luciérnagas. Quien con los nenúfares crean un jardín en el mar. Toma su remo y reman a lo más profundo del lago.

-Hace tiempo Minerva que no te he visto - comenta Tomás al acariciar su cabello. 

-Cómo cinco años - dice sin perder la vista en el. 

-¿Qué vamos a hacer con todo esto? - pregunta preocupado. 

-Debemos huir a la ciudad - sugiere. -Aunque es demasiado riesgoso - agrega.

-Si deberíamos pero sabes que nos pasarían - viendo su mano tatuada.

-Tengo miedo Tomás, no se que haremos - se acuesta sobre su hombro abrazandolo. 

El acaricia su gran cabellera negra azulada como un mar de pasiones y la ve directamente a los ojos. Los ojos grises como lo que refleja su corazón frío y distante. -Encontraremos una solución mientras tanto disfrutemos del momento - dice al descorchar una botella de vino.

-Hace tiempos que no hacíamos esto juntos - comenta Minerva.

-Si hace mucho tiempo apenas eras una adolescente - dice mientras le sirve una copa.

-He tenido muchos recuerdos de ti - recuerda mientras toma su copa.

-Igual que yo mi Minerva - al verla con sus ojos hechizantes. 

Mientras ella ve los Nenúfares y los toma para sentir su pureza. Al verlos sólo le hace recordar a una persona a Theo.  Al quien apenas conoce y ya siente algo por el. La vida puede ser tan irónica a veces. Cuando vuelve a los ojos de Tomás algo comienza a brillar y el no pierde ningún detalle.

-¿Qué estás viendo? - enfadada pregunta al creer que ve su escote ligeramente pronunciado.

-Tu collar - señala. -Está brillando - sorprendido por el acontecimiento.

Minerva dirige su mirada al collar que proviene de un nenúfar. Su brillo en tonos amarillos claros se combinan en la paleta azulada del ambiente. Su luz proviene del símbolo de vida al saber que el esta bien. El collar sirve como una especie de guía a los instantes dejo de brillar cuando Tomás comparte su tacto.

-¿Dónde lo conseguiste? - sorprendido pregunta. 

-Es un obsequio - contesta boquiabierta por su magia. 

-¿Quien te lo dio? - curioso al verlo y observándolo con detención. 

-Theo - contesta.

-El que estaba contigo en la tarde- cuestiona.

-Si ese mismo - todavía en aturdida. 

-¡Es impresionante! - asombrado. -¿Cómo lo hizo?- pregunta al ver dentro del capullo un líquido transparente como el agua.

-Por medio de la flecha que me regalaste - comenta ella. 

-Lo tienes allí contigo - pregunta ilusionado. 

-Temo que lo deje en mi recámara- recordando que lo dejó con Theo.

-Bueno...- suspiro. -Todavía la cargo como símbolo de lo nuestro- mostrandola que esta escondida en su pecho. 

Minerva noto un cambio en el rostro de Tomás. Al ver como su rostro baja dando se cuenta de su collar cual obsequio. Ella se acerca a el con ternura tomando su mejilla con su mano. -Sabes nunca he perdido lo que he sentido por ti todos estos años - susurra al acercándose. 

-Todo este tiempo he estado pensando en ti en todos los ámbitos - comenta al quitarse su caperuza borgoña. Se acerca a el y desabotona su camisa de blanca. -Siempre te he amado y siempre lo haré - susurra al mostrar sus pechos.

Su blusa atorraba sentimientos a los cuales no se podía contener. El la mira como la misma Afrodita rencarnandose en sus ojos. Una ninfa con piel de porcelana al quien quería ser amada una vez en la vida. La toma en sus brazos como una dama.

Ambos juntos como dos almas uniéndose al formar una sola. El destino fragua en sus ojos al ver una delicada flor abriéndose al mundo. Una bella nenúfar quien ahora toma forma de mujer al quien con ojos y tacto puede amar. Una bella pieza musical quien suena en aullidos de placer.

Ambos se conectan en medio del jardín de nenúfares con la luz de las luciérnagas quienes sirven de guía a su paraíso. La leyenda se cumple en los bosques de los amantes donde el secreto jamás revelado a sus procedentes. 

No quieren que este momento concluya sólo quieren que todo esto perdure. Los sentimientos por ellos tornan en calor y cada uno combate el mar de la soledad concluyendo con su conexion instantanea. Ella sobre el deshacen la balsa bajo el mar de los secretos y su único testigo son los nenúfares. Bajo besos, caricias y la encarnación ellos solo contemplan el destino de las aguas que los llevaran al poder de las flechas.  












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