Pasamos el resto del día echados en el suelo de la terraza, cada uno leyendo algo diferente. Era lindo estar con él. Es esa clase de personas que no necesita el silencio con innecesario parloteo, sino que lo disfruta.
Cada uno regresó a su casa cuando oímos que los chicos ya habían llegado. Nos despedimos con un beso, como si hubiéramos estado saliendo hace años.
Cuando entré, ya todas habían llegado y estaban cotilleando como cotorras.
-¿Cómo has estado?- me preguntó Sol, siempre atenta.
-Bien, he estado con Niall, en la terraza- contesté, ahorrándome los detalles.
-¿Y cómo está el irlandés?-preguntó Lu, siempre capaz de leerme los pensamientos, y descifrar mis emociones.
-Bien-respondí, omitiendo la verdad Creo que lo que pasó durente el día fue demasiado íntimo para compartirlo. Por lo tanto sólo Niall y yo sabremos.
Intenté cambiar de tema para mi expresión facial no me delatara.
-Y....¿Cómo les fue a ustedes?- había dado en el clavo, era la pregunta que estaban esperando para desatar un desefrenado parloteo. Todas hablaban al mismo tiempo, sin escuchar a las demás, y yo no podía entender nada de lo que decían
-Bueno, bueno, señoritas-dije,, apaciguándolas haciendo movimientos con las manos-hablen de a una...si,¿Mari?
-¡¡¡¡Ha sido el mejor día de mi vida!!!!-chlló-¡¡¡¡No sé por dónde empezar!!!!
-Intenta empezar por el principio-el comentario sarcástico obviamente provenía de Georgi.
-Bueno, lo intentaré- dijo Mari, con la sonrisa que le llegaba hasta las orejas y unos ojos soñadores que demostraban que ella y Hazza o habían solo "salido a caminar".
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La llegada de Harry realmente me sorprendió, y más lo hicieron las hermosas flores que había traído. Ese chico sí que sabe escuchar. Rosas rojas, las que, le había dicho, eran mis favoritas.
No sabía cómo tomarme su extrema atención, ya que, por un lado, demuestra que le intereso, pero, por ottro, demuestra que los rumores son ciertos. Harry Edward Styles era un mujeriego, un seductor profesional, y sabe qué hacer para que una chica caiga rendida a sus pies.
Pero yo no soy ninguna chica fácil, al menos, espero no serlo.
-¡Hola Mari!- dijo Hazza, mitad seductor, mitad divertido, mientras asomaba la cabeza por un costado del ramo- me preguntaba si quisieras salir a dar un paseo
-¡¡¡¡Claro que sí!!!!-chillé de emoción. Vaya...era más débil de lo que pensaba. Solo una frase y ya estaba a punto de caer por él. Pero no lo hare...debo resistir
Dejé las flores en agua y salimos a la calle. Estaba nublado, como siempre, pero si estaba con él a mi me parecía el mejor del mundo.
No sabíamos de qué hablar él decidió llenar los vacíos con halagos, piropos y otras cositas que hacían que me derrita por dentro, pero igualmente mantuve mi exterior frío como el hielo.
-Me pareciste muy hermosa desde que te conocí...aunque ese día tu saliste despavoriada al verme- empezó Harry
-Ah gracias- dije yo- es que no estoy acostumbrada a encontrar gente desnuda en mi terraza
-¡Pero estaba en bóxers!- rió, como si eso fuera completamente diferente
-Bueno...entonces no estoy acostumbrada a encontrar gente SEMIdesnuda en mi terraza- rei también.
A partir de ese momento, nos relajamos algo más y la conversación fluyó como si fuéramos amigos de toda la vida. Hablamos de todo, desde futbol hasta de nuestros seuños...y me gustó compartir el sueño de algún día hallar el verdadero amor y pasar la eternidad juntos, viendo a nuestros hijos, nietos y bisnietos crecer. La diferencia es que él prueba cada chica para ver si es la indicada, mientras yo espero la llegada de mi príncipe azul pacientemente.
Pero bueno...¡al menos compartímos el final!
Estábamos caminando por la calle central cuando, de repente, comenzó a llover muy fuerte. No habíamos llevado paraguas, asi que Harry tomó mi mano y corrió, arrastrándome al portal de un pequeño negocio. Esos 10 segundos en que nuestras manos estuvieron entrelazadas fueron los mejores.
El portal era realmente poco espacioso, y apenas cabíamos. Estábamos tan cerca que nuestros cuerpos de chocaban.
Algo en sus ojos me dijo que estab por besarme, entonces, cuando él se estaba acercando, di vueltala cara y empecé a hablar. No es que no quisiera besarlo...pero resistir un poco más. Debía demostrar que aún no me tenía, que no era ninguna chica fácil, que le iba a costar tenerme un poco más.
-Wow¡cómo llueve!- dije, y comencé a parlotear sobre el clima de Londres como si estuviera en un show de comedía stand up. Mientras miraba la mueca de decepción por el no beso de Harry, de mi boca salían miles de estupideces.
Recuedo haber dicho cosas como "Londres es tan húmedo que a veces los peces caminan por las calles", o "deberían construir un paraguas gigante y tapar toda la ciudad con él".
Por suerte, mi monólogo fue interrumpido cunado la lluvia céso, pocos minutos después. Quién sabe qué clase de pavadas saldrían de mis labios cuando los chistes del clima se me acabaran.
Con el cese de la lluvia, la tarde volvió a la normalidada y seguimos corvesando hasta que aterdecó y volvimos a casa.
Nos despedimos y estaba por entrar a casa cuando Harry me tomó por el brazo y me obligó a darme vuelta para luego tomarme por sorpresa y besarme con pasión. Tanta pasión que no pude resistirme, haciendo durar el beso un minuto completo.
Finalmente, tuvimos que separnos para tomar aire. Aproveché la ocasión para reprocharle:
-¡¡Me robaste un beso!!
Él me miró pícaro y respondió:
-Ahora vas a tener que recuperarlo, Mari- No pude resistir mis impulsos. Me abalancé sobre él lo besé con toda mi pasión. Era irremediable. Ya me tenía a sus pies
---------------------------------------------------------Fin de Narración-------------------------------------------------------