Esa mañana nos habíamos despertado temprano para poder hablar, las chicas a solas. Eran las cinco de la mañana, y aún estaba oscuro. En la casa reinaba una paz perturbadora, de la que sientes en las películas de terror, cuando hay tanto silencio que sabes que lo siguiente será tan horroroso y fuerte que romperá tus tímpanos.
Subimos a la terraza y nos sentamos, como siempre. Georgi, al parecer, se había quedado toda la noche despierta en ese lugar, sola.
Ni bien todas estuvimos ahí, nos abrió su corazón y nos contó con lujo de detalles todo lo que había sucedido. No pudimos evitar derramar algunas lágrimas de rabia, de tristeza. Y no podíamos creer que alguien que parecía tan bueno, como lo era Zayn Malik, pudiera comportarse de esa manera.
De alguna u otra forma, todo encajó. No lo llamaban “bad boy” por nada, seguramente. Y seguramente, el suyo no era el primer corazón que él había roto.
-No debí hacerlo- dijo Georgi, al fin. Ya no lloraba, había tenido toda una noche para hacer eso, y para pensar.-Aún no entiendo… ¿Por qué lo hice? ¿Por qué no me tragué mis sentimientos como había hecho tantas veces, en tantas ocasiones? ¿Por qué escogí el camino más estúpido esta vez?- se lamentaba.
Y era cierto. Ella nunca hubiera confesado algo así en su vida, esa no era ella. Nos sentíamos algo culpables, porque nosotras éramos las que la habíamos incentivado a hacer eso. Pero teníamos las mejores intenciones, nunca pensamos que esto iba a pasar.
-Ya está- nos dijo, aunque más bien parecía que estaba hablando sola. Nosotras nos habíamos quedado calladas, sin saber qué decir.-Ya puedo poner en marcha mi brillante plan b.
No preguntamos cuál era ese plan. Sabíamos por su tono de voz, amargamente cómico, que ella estaba hablando sarcásticamente, lidiando con la tristeza combinándola con chistes e ironías.
-Mañana mismo salgo en avión para Papúa Nueva Guinea, y ese perro no hará nada más que lamentarse de haberse perdido todo este amor…- se rió sola, y luego dijo- No no me refiero a tí Carrot, me refiero a otra clase de perro-
Carrot había crecido mucho estas semanas, ya casi no parecía un cachorro. Él estaba en los brazos de Sol, acurrucado, pero a la vez, parecía que nos estaba prestando atención. Supongo que podía sentir la tensión en el aire, instintivamente.
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Ese mismo día, más tarde, a Lu y a mí nos tocaba hacer la lavandería. Tomamos toda la ropa sucia del canasto y la llevamos al pequeño lavadero que teníamos en el último piso, la habitación contigua a la terraza.
Georgi se había pasado el día encerrada en su habitación, no esperábamos otra cosa. Le iba a costar superar esto, no sólo por la angustia, sino también por la humillación.
No veíamos la hora de que los 5 chicos, por más hermosos y amables que fueran, volvieran a vivir en su casa, para así refrenar la ola de catástrofes que se daban sin parar. Parecía ridículo, una vez que una pelea de pareja terminaba, había otra que comenzaba.
Tratamos de concentrarnos en la lavandería, pero había unos ruidos que nos desconcentraban a cada momento. Alguien se estaba acercando.
Para poder pasar a la terraza, era inevitable pasar por el lavadero.
Zayn entró despreocupado a la pequeña habitación, e inmediatamente volvió su mirada atrás, hacia nosotras. Obviamente, había notado nuestras miradas maliciosas y la sacada de lengua y el “Fuck you” de Lu.
-¿Qué les pasa a ustedes?- masculló, irritado.
-¿Qué te pasa a ti, Malik? ¿QUÉ TE PASA?- dijo, sin miramientos, mi amiga más lanzada. Cuando actuaba así, me hacía recordar a Phoebe Buffay, de Friends, la serie yankee.
-Ah, ya veo que su amiguita les contó lo de anoche…- fue su simple respuesta.
-Claro que nuestra “amiguita” nos contó, ella siempre es sincera con nosotras- dijo Sol, enojada por su mal trato.
-No podemos creer esto, Malik. No nos lo esperaríamos nunca de ti.-añadí.
-¿Creen que no sé cómo son las chicas como ella? Solo quieren la fama. Me escogió a mí porque el resto de la banda ya está comprometido.- me entraron unas ganas tremendas de propinarle una fuerte cachetada. Me controlé. Antes de que pudiera siquiera pensar en una respuesta aguda en defensa de Geor, Lu ya lo había dicho todo.
-¿Y tú quién te crees que eres? ¿Crees que por ser famoso tienes el derecho de romper su corazón? A ella le gustabas cuando aún no te conocía, admitámoslo, eres sexy. Créeme que si ella quisiera solo la fama, no intentaría conseguirla de este modo. Ella tiene suficiente talento como para convertirse en una reconocida cantante, si no fuera por su pánico escénico. No fue hasta después que te conoció que ella comenzó a tener este tipo de sentimientos hacia ti. Pero ya lo has arruinado, con tus estúpidos prejuicios. ¿Crees que es por el dinero? No lo creo así, ¿sabías que su padre es dueño de medio Rosario?- no entendía como, pero en su pequeño cuerpo cabía todo ese aire, todas esas palabras…
Su verborragia me dio tiempo de pensar. No hay nada que haga mejor que esto, la venganza. Él había humillado a mi amiga, ahora debía sufrir. Ideé mi malévolo plan en tres segundos.
Cuando Lu hubo acabado, fue mi turno de hablar.
-Y ahora, nos has dejado sin nuestra amiga. Arruinaste su beca en la universidad. No eres el centro del mundo, ella no vino a Londres sólo para conocerte.- esperé que reaccionara. Mis amigas estaban algo descolocadas, pero comprendieron mi plan con tan solo una mirada. El plan b de Georgi, pero mejorado.
-¿Qué qué?- dijo Zayn- ¿A dónde está?-
-Ella volverá a Rosario. No puede soportar tu humillación. La conoces, no hubiera podido vivir con eso.- respondí.
-Pero… ¡la beca!
-Ella tiene miles de universidades peleando por ella, sólo se inscribió para estar cerca de nosotras.
-No lo haría…- dijo él. Yo no lo iba a dejar dudar de mi palabra.
-¿Has visto a Georgi hoy?- él negó con la cabeza- Exacto. Ahora mismo está en un aeropuerto, esperando su avión.
Se lo había tragado todo. La venganza será terrible.