Capitulo 53 Wait, what?

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Lo cité para las 5pm en la terraza, y allí estaba cuando yo llegué, sentado en el escenario con las piernas enredadas como un indio. Levantó la mirada cuando me vio llegar, y me sonrió.

Instantáneamente le devolví la sonrisa, aunque fuera lo contrario a mis intenciones. Había algo en su cara de ángel que generaba el impulso de correr hacia él y abrazarlo… y besarlo. En poco tiempo, eso era imposible.

-Hola,Mar ¿cómo estás?- mi ex no novio me preguntó, mirándome a los ojos, buscando los restos de la conjuntivitis que dije haber tenido.

-Ah, mejor supongo- me encogí de hombros.-¿y tú?

-Mejor ahora que sé que no has muerto. Llegué a creer que te habías ido y las chicas no me lo querían decir- rió quedamente. ¿Por qué tenía que hacerme las cosas tan difíciles? Estaba usando esa camisa azul, blanca y negra que tanto me encantaba.

Él la había comprado cuando le conté de mi fanatismo por Almagro, un equipo de fútbol local, del barrio en donde solía vivir en Argentina. Esos eran los colores que lo identificaban, y, como me había negado a regalarle mi camiseta, y no podía conseguir ninguna en Londres, compró lo que más se le acercaba.

Tierno al cien por ciento. Lástima que no podíamos seguir de esa manera. Nuestras visiones del futuro parecían estar muy distanciadas ahora que me había dado cuenta.

Supe que debí habérselo preguntado antes. ¿Planeas casarte y tener hijos? ¿Nietos? ¿Envejecer con la misma persona con la que te casaste hace años?

-Quería hablar contigo, Niall- pronunciar su nombre era más difícil que escucharlo en la boca de otra persona.

-Sí, yo también quería hablar contigo. Supongo que has visto la entrevista el otro día. Me preguntaron sobre ti.

Agh esa entrevista. Hubiera sido tan feliz, viviendo en mi burbuja, si no fuera porque esa estúpida entrevista me la pinchó con la aguda aguja de la verdad.

-Sí, la vi. Es precisamente de eso que quiero hablar.- dije, seria. Mi mirada pareció preocuparlo un poco.

-Ah, genial, hablemos.- dijo, palmeando el lugar a su lado para que me sentara allí. Lo hice muy lentamente, mientras pensaba las palabras correctas.

-Vi lo que dijiste y me di cuenta de que vamos por caminos diferentes. Tú ves esta relación de la manera opuesta a la que yo la veo. Creí que estaban más que claras, mis intenciones, pero veo que no.

-¿Qué no?- su mirada de bebé panda podría romper mi corazón, de no ser por el hecho que éste ya estaba roto.

-No.Por eso creo que será mejor que terminemos, aunque podemos seguir siendo amigos.- ¿Por qué había dicho eso? Era más masoquista de lo que pensaba.

-¿Estás segura?- yo asentí. No quería hablar, no quería que mi voz se quebrara.-Entonces está bien supongo.

El rubio no dijo una palabra más. Se paró y de inmediato se puso a caminar para volver a su casa. Ni siquiera se despidió de mí, ni volteó a verme.

“¿Qué esperabas, Marina? ¿Un beso de despedida?” me preguntó la yo diablito que había sobre mi hombro izquierdo.

La yo angelito me alarmó aún más: “Seguro que estaba llorando, Marina ¿No te diste cuenta? Quiso ser disimulado contigo.” ¿Por qué lloraría un ángel como Niall? ¿Por mí? No. No no y no. No podría vivir con eso.

Pero tampoco podía bajar a verlo y consolarlo, ya no sería nada como antes.

Debería acostumbrarme a la soledad, volver a mis raíces.

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Ya había pasado una semana sin ver a Niall, lo cual me resultaba muy extraño. Me había acostumbrado a ver su rostro al menos una vez al día. Los posters no eran lo mismo.

Sí me había cruzado con los chicos varias veces, pero por alguna razón, ellos casi ni me hablaban. Me sentía la mala de la película.

Me había reintegrado a mi empleo sin mayores problemas que la pérdida del equilibrio que había ganado con tanto esfuerzo y trabajo. Eso me distraía un poco de mi aburrida vida.

Era sábado y se suponía que todos íbamos a volver a reunirnos, pero Niall no se encontraba con nosotros. En su lugar, habían venido Josh y Anto.

Oí que Georgi y Zayn hablaban de eso y me colé en la conversación.

-Ha estado mejorando supongo. Su madre dice que ha vuelto a sonreír un poco más- explicaba Zayn, claramente hablando de mi rubio.

-¿Niall está en Irlanda?- pregunté. El morocho pareció sorprenderse de oírme hablar tan fuerte y claro.

-Sí.-respondió, secamente.

-Se ha ido a Irlanda para que el contacto contigo no te fuera incomodo, Mar- explicó Mari, entrando en la conversación junto con todos los demás, que se nos estaban acercando.

-No es eso- saltó Zayn, como enojado.- Él ha ido a rehabilitarse después de que le rompieras el corazón, a la casa de sus padres.

Me quedé tan shockeada que no pude responderle. Ni siquiera pude pensar. ¿Niall con corazón roto? ¿Era eso posible?

-¿Romperle el corazón?- Sol me iba a defender con garras y dientes- Si fue él quien dijo en televisión que no tenía novia, ignorando por completo la existencia de Marina.

-¿De qué están hablando?- preguntó Liam- ¿Estamos hablando de la misma entrevista?

-Se supone que estamos hablando de la entrevista para el Good Morning London- aclaró Lu.

-Ah amé esa entrevista- comentó Antonella, escuchando la charla a medias- la declaración de amor de Niall fue increíblemente tierna…-

-¿DECLARACIÓN?-chillamos el resto de las chicas a la vez.

-¿Qué no vieron la entrevista?- preguntó Louis confundido.

-Pues, apagué el televisor después de que él dijera que no tenía ninguna novia…- dije a media voz.

-Entonces tienen que venir, sígannos- dijo Harry, entrando a la casa. Todos lo seguíamos. Se dio media vuelta y dijo.

-Y,Mar, perdónanos. Al parecer todos entendimos todo de la manera incorrecta.

Diario de Londres (Una novela de One Direction) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora