Pasé el resto del día escapándome de Zayn, lo cual no era muy difícil dada la enorme cantidad de gente que había en el parque.
Cualquier lugar me parecía bueno para esconderme: los baños, algún que otro juego...De todos modos, si veía que él estba cerca, corría lo más lejos posible. No, no soy cobarde. Simplemente le estaba haciendo tragar susu palabras a la fuerza, haciéndolo sentir culpable de mi actitud pseudosuicida.
A pesar de todo, me divertí por mi cuenta. Escapar es mucho más divertido de lo que parece. Pasadas 3 horas desde que hablé (o grté, mejor dicho) con Zayn por última vez, decidí que era hora de dejar que el idiota me encontrara. Me senté en uno de los bancos más a la vista del parque y lo esperé.
Tan solo 15 minutos después, apareció mi "enemigo mortal", con un aire de preocupación, pero claramente enfadado.
-¿Qué crees que estás haciendo perra?- preguntó, sin gritar. Su voz, monocorde, hacía que sonara seriamente furioso, y, a decir verdad, me daba algo de miedo.-¡Te estuve buscando por horas!- Hablaba pausado, como si yo fuese una clase de deficiente mental al que hay que hablarle con cautela y paciencia. Eso me irritó un poco, pero no le contesté. Me limité a parecer confundida y deprimida.
-¡Me tenías preocupado, mierda!- dijo al fin, mientras se sentaba a mi lado. Esta vez sí tenía que responderle.
-Creí que querías verme muerta...o sea, no verme nunca más- mi voz se quebró en el momento justo, al final de la frase, y me encogí de hombros con pesar.
Él me miró a los ojos, y yo a los suyos, y por un momento pude comprender por qué el me gustaba tanto antes de conocerlo en persona, cuando sólo era se fan. Esos color miel...me podían. Me derretían.
-Lo siento-dejo, con la voz más sincera que le hbía escuchado.-No estaba pensando lo que decía. La verdad, aunque peleamos, te considero...bueno, no una amiga, perp me caes bien.
-Gracias- miré al suelo, no podía mirarlo a los ojos. En este estado, no sé lo que habría hecho- ya te odio menos que antes.
Me miró y rió, pero era una sonrisa falsa, que ocultaba tristeza detrás. No pude hacer otra cosa que dejar de mirar la fila de hormigas que se paseaba en línia recta cerca de mis zapatos, levantar la mirada y tratar de descubrir qué era lo que él estaba escondiendo.
No es que tenga aires de detective, pero algo (intuición femenina, posiblemente) me decía que lo que él ocultaba estaba relacionado con nuestra reciente pelea.
Casi pude sentir un interruptor que hacía "clicl" en mi cabeza cuando la idea se me presentó. ¡Era tan ovio!...¿Por qué estábamos peleando en un principio? ¿Qué fue lo que hizo que se pusiera a la defensiva y me atacara de esa manera? ¿Era yo, o algo más? ¿No sería...el cigarrillo?
Sabía lo que debía hacer para averiguarlo.
-No creo que fumar sirva de algo...quiero decir, los del Manchester United no van a mejorar si tu mueres de cáncer.- sabía que era algo bastante duro como para andar bromeando, pero probablemente así lograría que su caparazón de hierro se abriera, se quebrara...y que él confesara. Esperaba que grite, me insulte, o incluso. Pero lo único que él dijo, después de unos segundos de pensárselo fue:
-Lo sé
Estaba atónita. Sumamente sorprendida. ¿Qué pasó con mi enemigo mortal, Zayn "idiota" Malik?
-¿Estás bien?- ya me estaba asustando bastante. Ya ni siquiera hablaba, estaba mirando al suelo con la cabeza entre las manos, como si...como si estuviera llorando. Pero ¿lo estaba?
Levantó la mirada hacia mí, y, por suerte, sus ojos estaban tan secos como de constumbre, aunque quedaban vestigios de tristeza en ellos.
-Lo que pasa...es que tienes razón- Vaya, eso no me lo esperaba...En cualquier otra ocasión hubiera soltado un irónico "te lo dije", pero lo dejé seguir hablando.- "El fumar es perjudicial para la salud"... y más aún cuando eres cantante. Afecta las cuerdas vocales, los pulmones...Debería dejarlo, pero no puedo. Soy un puto adicto,eso el lo que soy.-pude notar que sus palabras destilaban rabia, odio...hacia sí mismo.
-Pero eres joven, idiota, digo ZAyn- el apodo se me había pegado demasiado, evidentemente-puedes dejarlo si tu quieres.
-No, no puedo. No lo entenderías...-zanjó
-¡Claro que puedes! ¡Eres Zayn fuckin Malik, puedes hacer lo que se te dé la gana! ¡Sólo necesitas fuerza de voluntad!- lo animé
-Es que...-no lo dejé terminar. Sus excusas eran una más patética que la otra.
-¡Cállate! Lo vas a dejar y yo te ayudaré. Esconderé todos tus cigarillos si es necesario- en ese momento, no pensaba lo que decía.
-¿Harías eso por mí?-preguntó, con la incredulidad grabada en la mirad- ¡creí que me odiabas, perra!
-Vamos, ¡haría esto por cualquiera de mis enemigos!- (mentira, lo haría sólo por él...pero no tenía por qué enterarse de ese ínfimo detalle)- Ahora, dame tus cigarrillos. Debemos tiralos ya mismo- Me entregó su último paquete algo indeciso, pero sin remordimiento, y lo arrojamos en el cubo de basura.
Ya se había hecho tarde, entonces saliamos para buscar a nuestros amigos. En la espera, el ambiente era sumamente incomodo. Niguno de los dos emitía ninguna palabra. Ni siquiera nos mirábamos con sorna, como hacíamos antes. La tregua había empezado.
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