Me metí en la ducha, obligada por mis extrañamente emocionadas amigas. Me habían pedido explícitamente que me arreglara para salir. “Salida de chicas” decían ellas, aunque sus risitas poco disimuladas me arrastraban a no creerles del todo.
Salí del baño totalmente vestida y arreglada como yo creía adecuado. Jeans sueltos y una camisa a cuadros roja, maquillaje cero y una colita en el cabello.
Cuando bajé a la sala, todas me miraban de arriba abajo, mientras se calzaban sus mejores tacones con vestidos casuales, pero chic.
-¿Eso es lo que te vas a poner?- me preguntó Georgi sin filtros. Me hubiera sentido herida de no ser porque era lo que yo misma me estaba preguntando.
Mari me tomó de la mano y me arrastró por las escaleras a mi habitación, con las demás siguiéndonos, ya preparadas.
Sacaron toda mi ropa del placard para encontrar ese vestido que nunca me había puesto. Lo había escondido en sus profundidades, porque se trataba de un vestido hermoso, rosa chicle, que Niall me había regalado tan solo una semana antes de terminar, el peor error de mi vida.
-Pero…- intenté evadir ese vestido, mas ellas me lo pusieron sin considerar mi opinión. Tacos altos, maquillaje y una trenza “trigo” bien hecha completaron el look.
Me subieron en el taxi y le entregaron la dirección al conductor. No fue hasta que llegamos que me di cuenta del lugar al que me habían llevado. “La tua cantante”… ese lugar era tan especial para mí.
-Chicas, no puedo. Aquí es donde Niall…- no me dejaron terminar.
-Olvidarás esos recuerdos y los suplantarás con unos más felices, créeme.- sonrió Lu empujándome para entrar en el abarrotado restaurante-karaoke.
Nos sentamos en la mesa más cercana al escenario. Ahora que lo recuerdo, era la misma que Niall y yo habíamos compartido en aquella ocasión. Cuando miré a mi alrededor me pareció reconocer rostros conocidos en un grupo de chicos encapuchados y con lentes oscuros… ¿lentes oscuros en un restaurante iluminado por velas? Algo me resultaba raro
Pedimos pastas al mesero que nos atendió. Ni bien este desapareció con nuestro pedido, una voz comenzó a hablar en off.
-Hoy tendremos el placer de contemplar una performance especial, dedicada a una de nuestras comensales de esta noche, esperemos que lo disfruten-
Una luz enceguecedora iluminó a ambos mi asiento y el escenario. No entendía nada de lo que estaba pasando.
Cuando mis ojos se hubieron acostumbrado a la luz, una figura angelical salió al escenario, vistiendo un hermoso traje negro, camisa blanca y corbata azul. Supe de quién se trataba cuando sus ojos se posaron en mí, al mismo tiempo que mi corazón paraba por unos segundos, y luego comenzaba a latir tan fuerte que podría salirse de mi pecho.
-Marina, esta canción es para ti.- dijo el rubio y la música comenzó a sonar.
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Él: Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. ¿Alguna vez sentiste que estas atraído a alguien? ¿Y que no hay nada que pudieran haber hecho o dicho? Y todos los días te veo por tu cuenta, y no puedo creer que estás sola. Pero oí a tus amigas y esto es lo que dijeron.
Que estás buscando un novio, lo veo. Dame tiempo, sabes que voy a estar ahí. No me tengas miedo, confía en mí. ¿No puedes ver que todo lo que quiero ser es tu novio? No puedo luchar con eso. Recházame, pero sabes que volveré. No me importa lo que hayas hecho antes, todo lo que quiero es ser tu…
Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio.
Déjame tomarme un tiempo para encontrar las palabras correctas, para que cuando te las digas no sean algo que hayas escuchado. No sé qué tipo de chicos te gustan, pero me tengo que considerar el peor. Creo que tengo el amor que te mereces, y escuché que…
Que estás buscando un novio, lo veo. Dame tiempo, sabes que voy a estar ahí. No me tengas miedo, confía en mí. ¿No puedes ver que todo lo que quiero ser es tu novio? No puedo luchar con eso. Recházame, pero sabes que volveré. No me importa lo que hayas hecho antes, todo lo que quiero es ser tu.
Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio.
Si me dices dónde, espero aquí. Todos los días como “slumdog millionaire”. Más grande que el amor de “Crepúsculo”. Estaré aquí, chica, te lo prometo.
Que estás buscando un novio, lo veo. Dame tiempo, sabes que voy a estar ahí. No me tengas miedo, confía en mí. ¿No puedes ver que todo lo que quiero ser es tu novio? No puedo luchar con eso. Recházame, pero sabes que volveré. No me importa lo que hayas hecho antes, todo lo que quiero es ser tu.
Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio.
Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Tu no no n-n-no-n-n-novio. Todo lo que realmete quiero es ser tuyo.
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Las lágrimas caían por mi cara, estaba feliz pero confundida. Seguí mi primer impulso y salí corriendo del restaurante, para dejar a mis amigas y los que me había dado cuenta que eran los chicos solos. Solo en mis sueños pasaban cosas así.
Niall me siguió corriendo, preocupado.
Ni bien crucé la puerta del local, él me agarró del brazo y me detuvo. Me di vuelta para ver que estaba también llorando, aunque sus lágrimas eran mucho menos notorias que las mías.
-¿Qué te pasa?- dijo el ángel, la ilusión que veía ante mis ojos.
-Este lugar… me hace tener visiones extrañas… Este sueño no me gusta nada, Niall- sollocé como una niña pequeña. De no ser porque él me seguía agarrando, ya me hubiera derrumbado.
-¿Sueño? ¿De qué estás hablando? ¿Por qué no te gusta?-
-Porque no va a estar ahí cuando despierte…- continué, hablando entrecortadamente debido a las lágrimas.
-Marina- mi ángel por fin sonrió- esto no es un sueño, voy a estar contigo siempre, si es que quieres.- se ruborizó.
En ese momento me di cuenta que había estado haciendo el ridículo.
-Claro que quiero- reí entre lágrimas- quiero ser tu novia.-
-Eso es lo que quería oír- sonrió él, tomándome de la cintura y atrayéndome hacia él para fundirnos en el más hermoso de los besos. Puse mis brazos alrededor de su cuello y disfruté del momento que tanto había esperado.
-¿Estarás ahí cuando despierte?- pregunté apenas separándome de sus labios hambrientos.
-Para siempre-me juró.