Llegué a casa a medianoche, había tomado doble turno para poder estar libre el sábado, el gran día.
Necesitaba descargar esa verdad, que me estaba quemando el cerebro.
Se lo conté a Niall, y después a todos los demás, menos a Liam. Ese era trabajo para Niall,Harry, Zayn y Lu, sus mejores amigos en el mundo. Había recolectado diferentes reacciones, contándoselo a cada uno por separado. No conseguía entender como siendo tan diferentes, podíamos tener sentimientos tan semejantes.
-Esa perra debe arder en el infierno. ¡Es más, yo la quemaré en persona!- gritó Georgi, cubierta en lágrimas de ira e impotencia.
Zayn reaccionó de manera similar, insultando con palabras impronunciables, algunas de las cuales no había escuchado jamás en mi vida.
-Pobre Liam. Pobre John- había dicho Niall-Pero a la única que le tengo lástima es a ella, a su alma, si es que la tiene.
Mari y Sol se habían puesto a llorar, mientras que Louis y Harry comenzaron a descargar su ira en los almohadones y las paredes, a quienes su fuerza no dañaba.
Lu era la única que no sabía cómo sentirse. La ira la invadía, al igual que la tristeza. Pero no podía evitar sentirse algo aliviada: el casamiento nunca iba a suceder, de seguro se cancelaría. Quería contárselo a su amor hasta ahora imposible de inmediato.
Niall y Zayn decidieron esperar a que su amigo despertara. Ahora faltaba sólo un día para la ceremonia, y él debía de estar exultante. Iba a ser difícil terminar con esa felicidad en la peor de las maneras.
Después del desayuno, mandaron un mensaje de texto a Lu, para que se les uniera en la terraza. A nosotras no se nos permitía ir, era algo íntimo. De todas formas ¿Quién quería presenciar el rompimiento de un corazón?
Yo no.
Luego de algunas horas de silencio, que nosotras habíamos ocupado con irrelevantes tareas hogareñas, se nos permitió subir a la terraza y charlar con él. Le daríamos nuestro apoyo, nuestro amor incondicional, y todo lo que él necesitara, eso era obvio.
-Esa… bruja- mascullaba Liam en el momento en que atravesamos la puerta.
La visión era muy diferente a la que esperábamos. Nuestras expectativas incluían ver a nuestro amigo quebrado, llorando, y a todos a su alrededor conteniéndolo. Incluso esperábamos tener que derramar algunas lágrimas rememorando la cruenta historia. Esto era muy diferente, diferente en todas las maneras.
Todos estaban sentados en una ronda que me hacía recordar a un rito, una reunión prohibida. Las lágrimas habían dejado rastros visibles en los ojos de todos los presentes, mas la tristeza había sido sustituida por rabia, y por algo más. ¿Acaso era sed de venganza?
-Siempre supe que había algo raro en ella. Pero no lo supe ver. –suspiró- Creí que me amaba, y ella lo repetía tanto que pensé que era verdad. Tantos años de ser rechazado hicieron que cada caricia pareciera el cielo. Pero todo fue una farsa. Esa… sólo quería mi dinero o mi fama. O ambos.- hablaba para sí mismo.
Lo observábamos en silencio absoluto, deseando saber qué estaba pasando por su cabeza. ¿Por qué no había reaccionado de una manera aceptablemente triste, lo normal?
-No puedo creerlo. No pasábamos ni un día seguido junto, apenas nos llamábamos… ¿realmente la amaba? ¿realmente me iba a casar con ella? Siempre supe que no era del todo buena, pero ¿por qué la deseaba tanto? ¿era solo un capricho?.
Algo se cocía en su mente… al igual que en la de mi amiga, Lu, sentada al lado mío sin mover siquiera las pestañas. Quería que alguien rompiera la incomodidad de una vez.
-¿Qué es lo que vas a hacer? Cancelarás la boda ¿o no?- preguntó al fin Niall.
Liam no contestó. Eso ponía a todos muy nerviosos ¿aún quería casarse con ella? La expresión en su rostro mostraba lo contrario. Se lo notaba más pensativo que de costumbre, y algo más loco. Supongo que era su forma de superar un corazón roto.
-Por favor, dinos ¿en qué estás pensando?- Lu era la más preocupada de todos. No sabía cómo interpretar el silencio.
-No lo sé. Lo que estoy pensando es demasiado malicioso…-admitió él, jugueteando con el cierre de su chaqueta.
-Nunca nada será demasiado malicioso, tratándose de ti. Eres el ser más bondadoso de la tierra. – Lu intentaba sonsacarle la verdad con tirabuzón, pregunta a pregunta.- Si en lo que estás pensando es en la venganza, te apoyaremos. No hay nada peor que lo que te ha hecho esa maldita.
-Además, no solo vengarás tu reputación, tu honor, sino también el de John. Ella no lastimó a una, sino que traicionó a dos personas maravillosas.- añadí. La venganza nunca es buena, pero… ¿qué otra cosa podíamos hacer? Después de todo, era casi como actuar en el nombre del karma, acelerar el proceso. Tampoco es que íbamos a matarla, un poco de humillación no le vendría nada mal.
-Bueno… estaba pensando ¿qué es lo peor que una chica superficial, a punto de casarse, puede temer?-
-Bueno… muchas cosas- asintió Lu.
-Qué se le rompa el vestido…- dijo Lou.
-O peor ¡que no le quepa!- rió Sol, siendo “mala” por primera vez en su vida. Cuantas primeras veces habíamos tenido en Londres… (no de la manera sexual, ¡mal pensados!)
-También puede temer que su marido la vaya a dejar plantada…-añadió Harry, hablando por primera vez en toda la mañana.
-Bueno…- caviló Mari, tomándose todo esto muy en serio- Si yo me estuviera por casar con Harry, habría una sola cosa que temería. Es algo que yo desearía hacer si Hazza se estuviera casando con otra. De hecho, es algo que todas las mujeres fantasean con hacer, por lo menos una vez en la vida.- por lo visto, Mari estaba ando en el clavo.
-Eso- asintió Liam, tranquilo.- Créeme que algunos hombres también querrían hacerlo. Las películas han generado una suerte de deseo de romper bodas en todos los seres humanos.
Oh sí, lo había pensado muchas veces. En realidad, esperaba que Lu lo hiciera, confiando en que su amor por Liam saldría a la superficie de una vez.
-Lo único que pido para mañana- siguió el novio- es que alguno de ustedes hable en el momento oportuno. No me importa qué ni quién lo diga, eso arréglenlo entre ustedes.
Se levantó de un salto, repentinamente lleno de alegría.
-¿A dónde vas?- preguntó Georgi, raramente atenta a pesar de tener la mano de Zayn acariciándole la rodilla.
-Tengo una boda que planear- respondió saliendo de la terraza.