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Drabble!

Drabble!

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[💥]

No faltaba mucho para que empezara a llover, las nubes de a poco se apoderaban del cielo, oscureciéndolo. Provocando que la gente corriera para cubrirse de las gotas que iban a caer. Refugiándose.

Aquel rubio no era la excepción, ya que no poseía de un paraguas, ni mucho menos dinero para comprarse uno en el camino.

Bufó con molestia.

La peor parte de que él quedara empapado era su cabello, aquella puntiaguda cabellera dejaba de serla cuando estaba mojada o húmeda incluso, provocando la molestia del usuario.

Deteniéndose en una parada de autobús para refugiarse de las gotas que empezaban a caer.

---¿Bakugō? ---se escuchó una voz femenina.

El mismo volteó a verla, frunciendo el ceño al toparse con su figura, la chica en cierta forma le desagradaba por casi siempre darle la contraria, y tener las agallas para responderle de vez en cuando.

No le contestó, solo apartó su mirada sin más.

---¿No tienes un paraguas ? ---dijo la pelinegra acomodándose las gafas grandes de pasta azul- Podemos caminar juntos debajo del mío, tu casa queda a unas cuántas cuadras de la mía.

---Callate.

Respondió fastidiado, si, ese era Katsuki negándose como siempre a la ayuda de los demás.

---Deja de ser terco, te vas a empapar, hasta podrías resfriarte.

Contradijo la más baja alzando de a poco su brazo para que el paraguas color rosa cubriera la cabeza del cenizo que puso una muy mala cara.

---No necesito tu ayuda. ---se alejó de ella al instante.

Hanabi puso los ojos en blanco y suspiró con pesadez.

---Como quieras...

Fue lo único que dijo para irse caminando, a veces Bakugō era irritante con su egocentrismo de ser el mejor.

Dejándolo solo bajo aquella parada de autobús, observando como paso a paso se alejaba.

Ahuyentaba a las personas, justo como lo acababa de hacer, y unas cuantas veces su madre lo había reñido por ser así.

"Te vas a quedar solo."

Retumbó aquello en su cabeza.

---Oye, fea.

Las gotas de lluvia chocar contra el plástico que los cubría, ninguno hablaba por diferentes motivos

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Las gotas de lluvia chocar contra el plástico que los cubría, ninguno hablaba por diferentes motivos.

Uno porque no quiere, y la otra porque no quiere hacer enfadar a su compañero.

Las lluvias de ese tipo le daban sueño, justo ahora podría estar durmiendo plácidamente en su cama, sin estar acompañando a una bomba andante que la miraba, o más bien, miraba a todo el mundo con el ceño fruncido.

---Te van a salir arrugas. ---dijo la más baja guardando una mano en su bolsillo por el frío.

---Tch.

Sonrió levemente por la respuesta que recibió.

---Recuerda quien tiene el paraguas...

Lo codeó divertida, provocando que su contrario la mirara con odio.

---Vamos Bakugō, deja de ser tan amargado. ---dijo volviendo a su compostura normal.

Ahora que el silencio los acompañaba, se iban acercando poco a poco hacia la vivienda del cenizo, provocando que Hanabi tarareara una canción cualquiera.

---Bueno señor enojón, terminamos nuestro paseo. ---se detuvo junto a Katsuki para que él se fuera. ---Nos vemos Bakugō.

Se despidió sonriéndole, para seguir con su recorrido entre la lluvia.

Dejándolo completamente solo, otra vez.

Observó con detenimiento el paraguas rosa, percatándose que tenía orejas de garito encima de éste.

---Entra ya. ---le gritó la poseedora del objeto sin voltear para mirarlo.

Sonrió involuntariamente por lo tonta que puede llegar a ser a veces la pelinegra que se alejaba.

No estaba solo.

𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora