𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬

087----.

[💥]

Todos los sábados, religiosamente, Hanabi gustaba de hacerle peinados graciosos a los varones de su clase, o bueno, a la mayoría que aceptaba su pedido. Colitas, trenzas y pequeños moños eran los que aparecían en las cabezas de los muchachos.

---¡J'ai l'air divin!

Aoyama admiró las bonitas trenzas en su cabeza hechas por su compañera azabache.

---¿Debo dejarlos? ---Shōto tocó los varios moñitos en su cabellera bicolor.

---¡Todoroki se ve tan tierno con ese peinado!

Mina admiró y fotografió la graciosa escena mientras se la mostraba a Ochako.

---Apenas había terminado... ---musitó la azabache que veía cómo el mitad albino deslizaba las pequeñas ligas de su cabello y las dejaba en el sillón.

---Lo siento.

---¡Kirishima-kun, deberías peinar tu cabello así más seguido!

Uraraka comentó viendo la media cola del pelirrojo, el mismo que se veía en el pequeño espejo de mano que sostenía frente a él.

---¡Se ve increíble! ---comentó el mismo con entusiasmo.

Bakugō apareció en la sala común con manos en los bolsillos, siendo rápidamente apresado por los ronroneos y toqueteos de la azabache que movía su cola de un lado a otro con entusiasmo.

---¡Suéltame!

Bakugō no aceptaba ser peinado por la chica.
Todos envidiaban la valentía que tenía aquella muchacha para acercarse al cenizo sin ser empujada, él solo la alejaba o esquivaba su roce con audacia.

---¡¿Cuándo me dejarás peinarte?!

---¡Jamás!

Respondió tirándola encima del bicolor que se asustó por esa repentina acción, sosteniéndola y amortiguando su caída en los brazos.

---¡Eres tan brusco! ---se quejó poniéndose de pie con rapidez, notando cómo el peliverde de la clase entraba en escena, sabiendo que día era hoy y lo que su amiga acostumbraba a hacer.

Las orbes esmeralda y los ámbares de la muchacha chocaron, Midoriya solo atinó a sentarse mientras Hanabi daba brincos e iba hasta su lugar para peinarlo.

---¿Hoy qué peinado me harás? ---comentó algo sonrojado.

Si bien, no le gustaba su compañera ni la veía de forma romántica, aún le ponía ligeramente nervioso el tacto de una mujer. Aunque bien era sabido, que la felina era bastante cariñosa y amigable con todos, el contacto físico, entre abrazos y roce de manos era su forma de demostrar aprecio.

---Colitas. ---sonrió sosteniendo ligas rosa entre sus dedos.