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Cogió la maleta color azul que había llevado, bajando del tren con algo de pesadez y frío debido a la estación del momento.
No pudo dormir en todo el viaje que realizó, por más que trataba de conciliar sueño, escuchar música o revisar su teléfono, le era imposible pegar un ojo para descansar.Después de todo, habían pasado dos semanas desde que se fue de casa.
Acarició las sonrojadas mejillas de la azabache que aún dormía con las sábanas hasta el busto.
Haciendo círculos con su pulgar, guardaba en su memoria todas sus facciones.La fémina se removió entre las sábanas, acercándose de a poco al cenizo para abrazarlo, siendo recibida en sus brazos, apegándose a su pecho. Suspiró mientras se acomodaba para seguir durmiendo.
Qué estoy haciendo...
Pensó Bakugō viendo la maleta color azul marino que se encontraba encima de su armario, con su traje de héroe dentro y ropa adicional.
Había sido llamado para una misión arriesgada, y no le había dicho nada a Yoshida respecto a lo que tenía que hacer.
Colocó su mentón por el cerquillo de la azabache quien seguía dormida plácidamente.—Perdona...—balbuceó cerrando los ojos.
Paseó sus carmines orbes por la espalda de Hanabi, quien aún dormía en la gigantesca cama matrimonial.
Bakugō apretó los labios y frunció el ceño, ya estaba con la ropa puesta, pero no tenía las agallas de irse a mitad de la noche como un cobarde. Y menos levantarla para despedirse sin alguna explicación.Caminó con sigilo hasta el armario, bajando la maleta con ropa del mismo. Se giró para volver a verla, tan diminuta e indefensa en esa habitación fría.
Se dispuso a darle un beso en la mejilla, para luego retirarse del lugar sin mirar atrás.Se sentó en la entrada de su vivienda, colocándose las botas militares que llevaba casi siempre, cogió sus cosas mientras se levantaba con lentitud, teniendo el corazón a mil por la situación tan encrucijada que se había involucrado.
—Perdóname... —volvió a decir saliendo de la casa, cerrando la puerta tras él con cuidado de no hacer bulla.
Logró divisar una cabina telefónica que era iluminada pobremente por uno de los faroles de la calle, denotando unas pequeñas chispas de agua, indicando que pronto se avecinaba la lluvia.
Con lentitud caminó hacia ella entrando y sacando algunas monedas para poder realizar la llamada respectiva.
Pasó una de sus manos por su ceniza cabellera, luego marcó el número de Hanabi, esperando y rogando mentalmente para que le contestara.
El teléfono empezó a timbrar, y no dejaba de hacerlo. Nadie respondía.
Dispuesto a colgar, en la última tonada se pudo distinguir la voz de la oji ámbar.—¿Hola? —se escuchó al otro lado de la línea.
Por primera vez, dudó en contestarle, mas las palabras no salía de su boca, era como si se hubiera congelado por completo
Mordió su labio inferior con algo de fuerza, tomando aire para responder.—Hola... —dijo formando un puño con su mano libre.
Nadie volvió a hablar, el silencio se había formado en ambos lados de la línea, haciendo una escena incómoda.
—Yo-... —Bakugō fue cortado por Yoshida.
—Yo solo-... Hola, uhm... —balbuceó la azabache.— Solo quería decirte que te amo mucho... Y no importa que digan los demás, tu eres alguien increíble. ¿Sabes?
La voz de ella empezó a temblar, dejando notar que estaba llorando mientras le decía esas cosas al oji rubí que tenía la cabeza agachada, el teléfono en una oreja y la mano libre guardada en el bolsillo de su pantalón.
Perdón.
—Y siempre te preocupas por los demás así no lo demuestres... No dejes que nadie te haga sentir mal porque sabes que eres inteligente y-y... Bueno...
No decía nada, solo se limitaba a escucharla hablar y llorando por su culpa al otro lado de la línea.
Su corazón se achicó al realizar todo lo que había provocado.—Y-Y hay personas que no lidian con eso porque... Y-ya sabes eres... Solamente a-asombroso... —dijo mientras tomaba una pausa para limpiarse las lágrimas.— Así que nunca, nunca, nunca te sientas mal por las mierdas que dicen los demás... Y te amo más de lo que crees... ¿Okay?
Katsuki tragó grueso al escucharla
¿Qué hice?
—Por favor... Cuidate, y recuerda que te amo mucho. Y... Siempre estaré orgullosa de ti.
La llamada se cortó por el tiempo que tenía el cenizo, dejándolo completamente solo, con los sentimientos revueltos y un nudo en la garganta que no desaparecía para nada.
Colocando el teléfono en su lugar, se limpió las lágrimas que amenazaban salir de sus ojos, seguido de un suspiro por su parte.Se sentía tan mal consigo mismo dejarla de un día para otro, sin un mensaje, una nota o algo. Lo peor fue que en todo ese plazo de tiempo, no la llamó, no por orgullo.
La culpa lo carcomía al saber lo preocupada y angustiada que debió de haber estado, lo mal que lo pasó en todos estos días.
No sabía si alegrarse o entristecerse de llamarla al final de todo.
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𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬
Random↪💥↩ - ̗̀⁽𝙍𝙚𝙡𝙖𝙩𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙡𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙞 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙟𝙚 𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙖𝙘𝙩ú𝙖 𝙙𝙚 𝙙𝙞𝙛𝙚𝙧𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨 𝙮 𝙙𝙞𝙫𝙚𝙧𝙨𝙖𝙨 𝙛𝙤𝙧𝙢𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝘽𝙖𝙠𝙪𝙜𝙤 𝙆𝙖𝙩𝙨𝙪𝙠𝙞!❜ ─✧𝘛𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘫𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘯𝘪𝘮𝘦 𝘉𝘰�...