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Aizawa entró al aula, con su típico caminar y gestos hacia sus alumnos, le gustaría estar durmiendo en su cómodo saco amarillo. Pero los mocosos que era el futuro, tienen que estudiar y entrenar.
—Primero callense, y segundo... Hoy nos acompaña una invitada. Alguien solicitada por el director.
Recordó las palabras de Nezu, aquel oso polar miniatura, con aspecto de rata. Tomando té y diciendo sádicamente:
¡Debemos motivar a nuestros alumnos!
Le dio un escalofrío, carraspeando e indicando a que la persona misteriosa entrara a la clase.
—Ella es Feline. Estará en el entrenamiento de hoy.
La pelinegra saludó con un movimiento de manos, y luego una sonrisa a todos sus menores. El primer emocionado fue Midoriya, que para él, la heroína era como ver una versión femenina de All Might, o algo así.
A pesar de no estar entre los diez mejores, tenía su fama para ser reconocida
—¡Usted es una de las mejores heroínas! El manejo de su quirk es sumamente impresionante. Incluso cuando estaba a su límite, ayudó a una familia de un incendio.
Exclamó el peliverde bastante ansioso, eso provocó una sonrisa en la mujer.
—Vaya, parece que sabes más de mi persona que yo. Un gusto. —sonrió poniendo una mano en su cintura.
No era el único que la conocía, no era tan famosa como el primer y segundo héroe, pero por sus hazañas arriesgadas e imprudentes se había ganado su respectiva atención.
—Escuché que el hijo de Endeavor está aquí, te vi en el Festival Deportivo. Y déjame decirte que serás un gran héroe.
Divisó al bicolor que había hecho cara de revolución al mencionar a su padre, pero con lo otro lo calmó un poco.
—Tokoyami también me parece interesante, tu quirk sin dudas es magnífico. —le sonrió al niño pájaro, quien asintió. —Y Bakugō Katsuki.
Dirigió su mirada a ese último que solo tenía el ceño fruncido.
—¡Tienes un increíble potencial, niño!
Katsuki bufó, mostrando las encías como solo él lo hacía. La mayor solo sonrió y se acercó para revolverle la desordenada y puntiaguda cabellera.
—Vayan a ponerse sus trajes de héroes.
Aizawa ordenó caminando fuera del salón junto a Hanabi.
—¿Estás segura de esto?—preguntó siguiendo su camino.
