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—¡¿Cómo que no irás?! —exclamó la azabache a la par que se ponía de pie.

El cenizo hizo una mueca de molestia, y solo se recostó en el sillón de la sala, prendiendo la televisión en el proceso.

—Habrán solo mujeres, hablando de la llegada del hijo de cara redonda y Deku. Paso de ello...

Contestó tratando de leer el enunciado de las noticias que aparecían en la pantalla, acomodándose y acomodando un cojín para estar mejor.

—Pero invitaron a todos. —se volvió a quejar caminando hasta su prometido, quien al instante la miró frente a él, tapando la pantalla del televisor.

—Que no iré.

—¡Uraraka-san! —agitó su mano alegremente, mientras jalaba al oji rubí del brazo, no tenía buena cara, pero al menos no traía una corbata puesta

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—¡Uraraka-san! —agitó su mano alegremente, mientras jalaba al oji rubí del brazo, no tenía buena cara, pero al menos no traía una corbata puesta.

La mujer castaña le sonrió amablemente, levantandose de la silla con ayuda de su esposo, quien la acompañó hasta la pareja de invitados.

—Me alegra verte Yoshida-san. —contestó recibiendo una caja color azul por parte de Bakugō. -Gracias.

—No esperaba verte, Kacchan. —confesó Midoriya sonriendo mientras abrazaba a su mujer con delicadeza.

—Tch...

Frunció el ceño, guardando una mano en el bolsillo de su pantalón mientras que la otra la llevaba a su nuca.

—Los demás están adentro, pasen por favor... —pidió Uraraka con una mano en su barriga y la otra indicando la entrada que llevaba a la cocina.

 —pidió Uraraka con una mano en su barriga y la otra indicando la entrada que llevaba a la cocina

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𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora