𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬

023----.

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—¡Midoriya-san! —exclamó la pelinegra corriendo hacia el pecoso que tenía toda la cara con heridas y la ropa sucia con algunas quemaduras de por medio

El mismo ojiverde le sonrió avergonzado, con mejillas húmedas y con melancolía en él, era la tercera vez en toda la semana que lo veía en el mismo estado, y el chico se rehusaba a decir lo que en realidad pasaba.

—Hola Yoshida-san... —saludó alzando una mano como pudo, mientras que el la otra tenía un cuaderno roto.

La pelinegra ignoró el saludo, mientras revisa con desesperación el dañado rostro de Izuku, quien solo sonrió incómodo y nervioso por todas las palabras que decía la más alta, sabiendo lo angustiada que podía llegar a estar por su culpa.

—Ya dime el culpable, Midoriya. No puedes estar toda la vida así...— dijo Hanabi sacando un pañuelo blanco que tenía una patita de gato bordada en color rosa, pasándolo con suavidad en la suciedad de las mejillas del más bajo.

—Está bien...¡E-Estoy bien! —susurró dejando que la chica pase la tela por su cara.

—No está bien. Que no tengas un quirk, no significa que te traten de esta forma. —habló mientras de a poco fruncía el ceño, apuñalando mentalmente al culpable.—Ya dime el nombre del desgraciado.

Insistió doblando el pañuelo para seguir limpiando a Midoriya. El de ojos esmeralda se sentía agobiado y mal sabiendo que, si hablaba, Hanabi iría a retar a su agresor.

—E-Es... Kac-... Bakugō. —balbuceó mientras agachaba la cabeza avergonzado.

Deku pensaba en todas las posibilidades en que Yoshida encararía al cenizo, analizando las situaciones y el carácter de su amiga.
Se esperaba lo peor.