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+18—!
Wolf! Katsuki Bakugō.


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La brisa nocturna era gélida, para nada comparada con la estación en la cual se encontraban en aquella temporada.
Habían pasado exactamente cincuenta y dos días calendario.

Sin una pista de Katsuki, sin una señal de que algún día volvería. Él siempre regresaba al menos una vez a la semana, lo máximo que había estado lejos de la azabache, habían sido diez días, ni más ni menos.

Pero ahora era diferente. El pelaje dorado ceniza no estaba ni por asomo en su jardín, lo cual aflijió a la doncella que tenía puesto aquel kimono blanco con detalles rosa pastel.
Todas las noches sin falta, se sentaba en el piso de madera junto a una linterna que alumbraba a penas, esperando al hombre que había cautivado su corazón.

Incluso cuando pasaron diez días, salió a buscarlo, pero terminó siendo rescatada por la gente de su pueblo y curada por el médico del lugar, con heridas graves en su cuerpo, volvió a quedarse en casa, pero hasta ahora, solo la ausencia de Katsuki retumbaba en ella.

No fue hasta casi dos horas de estar sentada, que la figura del gigantesco lobo apareció entre los árboles que separaban en bonito y tranquilo jardín del feroz bosque.

---Katsuki...

La lámpara cayó a la tierra, y Hanabi descalza, empezó a correr en dirección a su amado, el cual no se quedó quieto, pues también la imitó para juntarse en un abrazo.

---¿Dónde estabas todo este tiempo?--- lloriqueó acariciando el hocico del lobo, pasando las manos por su extenso pelaje, deleitándose con el rojo de aquellas iris brillantes ante la tenue luz de la luna.

El animal solo se dejaba acariciar, cabizbajo y en silencio ante el llanto de su amor, se sentía sumamente culpable de no haber aparecido, pero tenía una manada también, los cuales no sabían de la existencia de aquella muchacha, aún.

Sintió cómo la olisqueaba y lamía las lágrimas que caían sin control por todo su rostro.

---Ven, vamos a casa.

---Ven, vamos a casa

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𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora