"Flores En Primavera" [ksj + myg]

20.

La segunda campanada para el almuerzo sonó hace sólo cinco minutos y los tres se dedican a engullir sus alimentos en medio de un tenso silencio, sentados en la mesa marginada de la cafetería escolar. Es una rutina.

El ambiente de cada día es algo más o menos igual desde que el ingreso a los estudios superiores dejó de ser una preocupación futura para convertirse en algo real, pero sus amigos parecen dejar de lado su temor por ello el día de hoy, ya que no irradia un aspecto exactamente bueno desde que llegó al colegio esa mañana.

—Tienes cara de que anoche una pandilla te asaltó y te dio una buena paliza para que no les olvidaras —señala HoSeok, la preocupación acentuándose en sus facciones cada vez que nota la dolora expresión de su amigo; entrecejo arrugado y dientes chirriantes, pareciendo que hasta respirar le es algo sufrible.

—Saben que mi audición se acerca, anoche me desvelé haciendo arreglos en mi canción y practicando. Me quedé dormido sobre el piano —YoonGi se niega a mirarlos después de dar explicación a su malestar, porque sabe lo sobreprotectores que pueden llegar a ser, tratándolo como un niño que no puede hacerse responsable ni de lo que comerá a la mañana siguiente.

NamJoon es el primero en tomar esa actitud paternal que tanto aborrece, pero sabe que será más largo si intenta frenarlo, por lo que escucha sus palabras sin rechistar ni un solo momento.

—¿Acaso estás loco?, ¿cerraste la ventana tan siquiera? ¡sé que saldremos del invierno pronto, pero en las noches el frío sigue aprovechando para hacer de las suyas!, ¡puedes pescar un resfriado y tienes que mantenerte lo más sano posible!, ¡tu audición es pronto, con más razón debes estarlo! —protesta, meneando la cabeza de un lado para otro y boqueando al igual que un pez.

Siente gracia por la imagen frente a él sin poder evitarlo, porque ahora entiende la razón por la que HoSeok se carcajeaba al momento de hacer enojar al moreno, y había tanta verdad en sus palabras. Los Kim se exaltaban de la misma forma, hacían gestos idénticos y sus voces eran igual de quejicas e inevitablemente divertidas.

—Estoy siendo serio contigo, no me parece propio que te rías —reclama, su expresión más severa que antes. Eso es suficiente para que carraspee la garganta y mande lejos los chistes internos que formula en su cabeza— tu dormitorio es en serio pequeño; apenas cabe tu cama y tu escritorio, sin olvidar que fuerzas al espacio a adaptarse a un piano. Debes conseguir un lugar mejor.

—No creas que me gusta vivir ahí Nam, es sólo que el dinero no me alcanza para algo más. Soy incapaz de exigir a mis tíos más de lo que hacen por mí —fija la vista en su regazo, sintiendo algo de vergüenza— quisiera conseguir dinero, pero no conozco un lugar donde contraten a un chico de diecisiete.

Permanecen en silencio, y haría una broma con respecto a que la cabeza de HoSeok comenzará a humear por pensar más que de costumbre de no ser porque él se encuentra demasiado sumido ideando cómo ahorrar dinero. Escucha un chasquido de dedos, y ladea la cabeza al encontrarse con su mejor amigo sonriendo como si hubiese encontrado la solución perfecta.

Lo veía venir, él siempre hace eso; resolver hasta el más misterioso acertijo y dar respuesta a las preguntas más complejas. Su intelecto le asusta a veces, más de lo que le gustaría.

—Creo que SeokJin nos puede ayudar con esto.

No responde a tal afirmación, sólo toma agua porque escuchar aquel nombre lo pone infinitamente nervioso. ¿Es eso una mala señal? Teme saberlo, así que se guarda sus dudas, prometiéndose no hablar con NamJoon al respecto.