"Flores En Primavera" [ksj + myg]

Extra I

"El primer verano contigo"

Equipaje por hacer, conseguir reservaciones en temporada alta, planear un itinerario de lugares por visitar y dejar a sus amados petauros encargados a JiMin; por ello y muchas razones más, SeokJin no se considera muy apegado a enfrascarse en un cansado viaje. Mientras se cerciora de que todo esté en orden, se siente un tanto arrepentido por la presurosa decisión de visitar Busan durante una semana, pero hasta la más mínima gota de aquel negativo pesar desaparece cuando siente los cálidos brazos de su joven novio rodearle la cintura.

— ¿Listo? —pregunta el de cabellos color menta, y por su forma de hablar puede inferir que se encuentra sonriente.

— ¡Más que listo! —asegura mientras se gira en medio de sus brazos, acercándose para dar un pequeño beso a su nariz en cuanto le tiene frente a él. Quizá la veracidad en su respuesta era escasa, pero mientras fuera él quien le acompañara, se sentía preparado para absolutamente todo.

Si bien no es lo suyo pasar horas sentado en un tren sin nada interesante qué hacer más que mirar a la ventana, YoonGi parece sentirse en las nubes la mañana en que partirán a su tropical destino. Nunca esperó que fuese un turista entusiasta, pero apenas le propuso salir juntos durante las vacaciones de verano, el chico planificó todo; tanta era su alegría que se vio incapaz de decirle que no a sus chispeantes ojos de ilusión.

Abordan el primer tren a las diez de la mañana, el gentío a su alrededor no tarda en hacerle sentir abrumado, pero lo único que le salva de molestarse es el menor, quien toma su mano y propina suaves besos intentando tranquilizarle, pues si creyó su mal humor era invisible para Min, estaba completamente equivocado.

En cada estación tienen un tiempo libre para estirarse un poco y despejar su mente con aire fresco, tal vez comprar un par de bocadillos en la espera del siguiente tren. YoonGi hace de las suyas cuando Jin va por ahí a conseguir un par de bebidas o a tener un momento para deambular a solas, apuntando su cámara instantánea en dirección a sus anchos hombros vestidos por esas camisas blancas que tanto le gustan, y en esas sonrisas que destilan de sus labios rosas de forma espontánea. Le gusta creer que las últimas mencionadas son por su causa.

Duerme abrazado a su pecho con las fotografías escondidas en su pequeña mochila, y aunque al abrir los ojos nuevamente se sienta más que desorientado, su corazón brinca de alegría al darse cuenta de que sólo faltan dos estaciones más para arribar en su lugar soñado. Toma la mano de su pareja, impaciente pues desea estirar su cuerpo, el cual se mantuvo inmóvil por más tiempo del que desearía.

—Voy al baño, vuelvo rápido —anuncia antes de soltarle.

El mayor permanece solo, en medio de islas que ofrecen comida rápida para saciar el hambre o helados para refrescarse, pero él no siente apetito por nada de eso. Cada vez están más cerca de Busan, por lo que el calor no hace nada más que ir en incremento; de seguir así terminará por perder los estribos. Ha dado fin a tantas latas de soda y botellas de agua en cada parada que le parece increíble seguir teniendo sed, pero prefiere hacer caso a lo que su cuerpo exige y no detenerse a reflexionar sobre si es algo normal, así que avanza hacia una máquina expendedora que visualiza arrinconada en una esquina.

Al salir del sanitario, YoonGi apresura el paso pues el tren ha llegado y queda poco para reanudar el viaje; no se pregunta por SeokJin, asumiendo que tal vez se encuentre dentro del vagón y un tanto consternado por su ausencia, así que aborda sin pensarlo dos veces. Lo que no sabe es que su terco novio se ha quedado discutiendo con un pedazo de metal que no le entrega su jugo sabor a mango, y es que está tan perdido en ello que su noción del tiempo no tarda en unírsele.

— ¡Dame mi maldita soda!, ¡no te estoy regalando mi dinero! —masculla, dando uno que otro golpe y patada como si eso fuera a ayudar. Su teléfono celular termina por irrumpir en su acalorada pelea, así que atiende con mala cara— ¿qué pasa?