Caminan a través de una ciudad adormecida, su única guía son las farolas que iluminan las solitarias avenidas y los pocos coches transitando a la una de la mañana. No es que tengan la psique endeble debido al alcohol, pero ríen como si esa fuera su realidad. Tal vez sólo están briagos de amor, embebiéndose del perfume del contrario y sosteniéndose con fuerza porque el mundo gira demasiado bajo sus pies cuando se miran a los ojos, y esta noche están dispuestos a caer.
Van de camino a casa de SeokJin, porque éste no puede permitirse dejar al más pequeño abandonado después de su posible primera borrachera. Infiere las posibles condiciones en que amanecerá a la mañana siguiente, tal vez ni siquiera podrá cuidar de sí mismo de hallarse solo; lo que no sabe es que YoonGi no está tan bebido como pretende estarlo, sólo necesita un pretexto para esconderse en su pecho y hablar sobre lo bonitos que son sus ojos negros.
—Brillan tanto, y lo hacen todo el tiempo —murmura, deteniéndose bajo la cálida luz de una linterna. Están a unos cuántos pasos de llegar a la entrada del edificio del mayor, pero él no quiere ir a dormir sabiendo que todos sus esfuerzos fueron en vano— no me canso de mirarlos.
—Ah, por qué de repente te da por hablar sobre mis nada especiales glóbulos oculares —se mofa, permitiendo que el más bajito se sostenga de sus hombros— tu mirada es la especial aquí; no eres de muchas palabras pero pareces expresarlo todo con ella.
— ¿Todo? —inquiere Min, atreviéndose a envolver los brazos alrededor de su cuello como lo hizo esa misma tarde— veremos con cuánta verdad hablas Jinnie; ¿qué te están diciendo mis ojos ahora?
SeokJin le abraza por la cintura, atrayéndole imposiblemente más cerca; sólo perciben el sonido de sus respiraciones y la mirada del otro, más brillante que las mismas estrellas. El mayor junta sus frentes, los fuertes latidos encasillados en su pecho amenazando con hacerle estallar; no puede creer que finalmente está sucediendo.
—Que a pesar de que has actuado como un cínico de nacimiento desde que comenzamos a hablar más seguido, mi presencia siempre te agradó —dirige su dedo índice hasta la punta de la nariz del peliblanco, dando un infantil toque— que pudiste haber sido frío conmigo, pero últimamente te cuesta trabajo sentarte en el lugar de siempre y actuar como si no quisieras escuchar mis malas bromas, cuidar a mis molestas mascotas conmigo...
—Eres bueno leyéndome, creo que lo fuiste desde el principio cuando atinaste a que te estaba dibujando a ti —reconoce risueño, acercándose hasta que no sea posible dar un paso más— pero algo estás dejando pasar.
—Es cierto; también me dicen que estabas asustado por lo que pasó ese día, cuando pude haber saciado mis ganas de besarte —susurra, levantando una mano para acariciar sus mejillas— me dicen que diste mil vueltas en tu cabeza después de eso, que intentaste huir de mí, pero aquí estás, fingiendo estar ebrio cuando paraste de beber en cuanto sentiste que te estaba afectando, sólo porque esa es la única manera en que puedes tocarme de este modo sin remordimientos.
YoonGi ríe, cerrando sus ojos pues teme que Jin pueda verlo todo en ellos; lo hechizado que en realidad está, y la vergüenza que le provoca haber sido atrapado en su pequeño plan.
—No tengo qué responder a eso —susurra de vuelta.
—Yo sí —exclama SeokJin, separando sus rostros para poder mirarle con detenimiento cuando lo diga en voz alta. Sonríe, grabando la imagen del menor sonrojado bajo las farolas, mirándole con anhelo y sin más dudas haciendo meollo en sus ojos castaños— me gustas mucho, tanto que es imposible estar a tu lado pretendiendo que ese sentimiento no existe. ¿Cómo es que podemos seguir siendo sólo amigos?
—Dejemos de serlo entonces —exclama el de tez pálida, y lo dice tan simple, tan ligero, que ni siquiera parece que dudó de esas palabras durante seis anocheceres— porque si sólo quisiera ser tu amigo, no habría esperado todo el día para hacer esto.
Cree que ha probado un pedazo de cielo, pero sólo se trata de los labios de YoonGi, los cuales se unen a los suyos con tanta timidez como cuidado. Es el beso por el que ha estado soñando despierto desde esa tarde de verano, y ha valido la pena la espera, se dice a sí mismo mientras abraza la cintura del menor, porque de ese modo no es un amor dejado a la suerte, sino uno correspondido, regado de conversaciones bajo el alba y roces intencionales con pinta de accidentes.
Esa noche, bajo las farolas, le ha dicho a YoonGi que le gustaba; se arrepiente de haber omitido que en realidad estaba perdidamente enamorado de él, y que no habrá vuelta atrás después de haber probado sus dulces labios de juventud.
. . .
Finalmente.
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"Flores En Primavera" [ksj + myg]
Fanfiction"Porque su marchito corazón volvió a florecer una cálida mañana de primavera, bajo la ironía de piel blanca como la nieve y la belleza de ojos castaños que pretendían ser fríos sólo por diversión" *°•☆*°•☆*°•☆*°•☆*°•☆*°•☆*°•☆ Pareja principal: SeokJ...