Sus dedos se aferran a la enorme bolsa plástica que sostiene, dándose el tiempo de tomar una respiración profunda para no impacientarse antes de tan siquiera comenzar. Le han encargado limpiar la sala de juegos, la cual es el segundo lugar más afectado por la catástrofe del día de ayer, quedando en ese puesto porque nada supera los horrores que se encuentran regados por todo el patio trasero del hogar de los Park.
Recoge cada empaque de comida chatarra y vasos de un misterioso líquido que espera sea cerveza, resoplando huraño cada vez repite la acción; el desorden siempre hará estragos en su cordura, haciéndole sentir de mal humor y lleno de un ácido desespero. Ojalá y le hubiesen designado un compañero para ayudarle, pero JungKook y JiMin se están encargando de la sala de estar; NamJoon y Tae se hallan muy ocupados intentando salvar el impecable aspecto que solía tener el césped, y su novio se encuentra en una tarea mucho más desagradable, la cual consiste en limpiar los sanitarios, y HoSeok, quien sufre en la misma labor.
—Dios mío, por qué las fiestas deben salirse tanto de control —murmura con el estómago revuelto, corriendo por un trapeador y guantes de cocina para poder limpiar la repugnante evidencia que ha encontrado en un rincón.
Hora y media más tarde la habitación tiene un aspecto más limpio y ordenado, sólo hace falta deshacerse de las botellas de cerveza que se encuentran esparcidas por todas partes. La mala suerte pincha sus manos cuando no se percata de lo trozado que se encontraba uno de los recipientes cristalinos, acabando de deshacerse en cuanto le toca. Gime en voz alta, soltándola de inmediato haciendo que ésta se estrelle contra el suelo.
— ¿YoonGi-chi? —escucha la voz de SeokJin escaleras arriba, evidentemente preocupado. Antes de que pueda plantear ir a curar su herida, se queda paralizado con la mano sangrante y un angustiado mirar, la mente completamente en blanco— Dios mío, tu mano, ¿cómo ha pasado?
—No es algo por lo que debas preocuparte hyung, la sangre es escandalosa, ya sabes —intenta restarle importancia, pero hace falta más que un tono desinteresado para borrar el dejo de consternación que permanece en los ojos negros del mayor— sólo habrá que curarla.
—Espera aquí —pide, echando a correr hacia el baño relativamente pequeño con el que cuenta la sala de entretenciones. Se recarga contra la mesa de villar, viendo al pelinegro regresar con un botiquín de medicinas.
—De verdad no duele tanto, es una simple herida superficial, como las que te haces tú en la florería cuando cortas los tallos de las flores.
—No importa que sea una herida pequeña, debes ser más cuidadoso —le reprende, enfundando su mano en una blanca venda después de haber concluido la esterilización de la herida— eres pianista, tus manos son lo más valioso, gracias a ellas puedes crear arte.
—Me curaré más rápido de lo que crees. Afortunadamente ha sido la mano izquierda, así que podré escribir partituras en el tiempo que descanso de tocar para que esto se cure. Verás que no tomará más que un día, a lo mucho tres.
—Bueno, ésta semana no me ayudarás con los pedidos, sólo te dedicarás a la caja registradora. No deseo que empeore —mantiene el entrecejo levemente fruncido después de dar la advertencia— ¿te ha dolido mucho? —cuestiona, acercando la mano herida para besarla dulcemente sobre el vendaje.
—Fue sólo una rasgadura, pero gracias por curarla —sonríe enternecido, rodeando el cuello del mayor con ambos brazos una vez que éste le deja ir— pude haberlo hecho solo, pero ver que te preocupabas me dejó demasiado entorpecido como para reaccionar.
—Considéralo un agradecimiento por las veces que te ha tocado curarme a mí —se encoge de hombros— ¿ya has terminado de limpiar este sitio?
—Sólo hacía falta sacar las botellas de vidrio, pero como podrás ver, no pude culminar mi tarea debido a que el único soldado salió herido. ¿Y tú?, ¿terminaste de limpiar asquerosos y misteriosos fluidos en los baños?
—No ha sido tan malo como creí; la única que me hizo huir por un cubrebocas y tres pares de guantes ha sido la bañera del segundo piso —arruga la nariz, sintiendo asco de recordar el deplorable estado en que ésta se encontraba— bajé para ver si estabas bien, creo que fue un instinto; dejé a HoSeok esperándome en la sala —recuerda, temiendo por llevar su mirada más allá del bonito chico de cabellos blancos que sostiene contra su cuerpo— eso me hace pensar, ¿no sientes que alguien nos está viendo?
—Es lo que estaba por decirte, siento algo incómodo en mi espalda —murmura en respuesta.
Giran sus rostros en dirección a las escaleras, encontrando a cinco chicos de ojos grandes e impactados; éstos van de arriba para abajo, de izquierda a derecha, sin saber a qué prestar más atención: si a las manos de SeokJin sobre la cintura de YoonGi o al hecho de que no se toman la molestia de separarse a pesar de que les han atrapado en su momento meloso.
—Me debes la comida de ésta semana —NamJoon susurra en el oído de Tae, sin despegar la mirada de su primo y su mejor amigo, quienes parecen haber comenzado una relación sin avisar a nadie.
—No es por preguntar lo obvio, pero, ¿son novios? —cuestiona JiMin, cuya cabeza tarda en comprender lo que sucede frente a sus narices.
— ¿Qué estás diciendo genio? Recuerda que los amigos se la pasan abrazados de esa forma y dándose besos a cada oportunidad —interviene JungKook, sonando lo más sarcástico que puede con tal de sacar de quicio al pelirosado.
YoonGi vuelve la mirada al pelinegro, y ambos asienten con la cabeza al llegar a la misma conclusión, sin verse en la necesidad de llevar la idea más allá de sus pensamientos. Guían a sus amigos hacia el sofá y les piden que tomen asiento; éstos obedecen sin rechistar.
—Siendo honestos, no creímos vernos en la necesidad de aclarar nuestro noviazgo con ustedes —explica el de mejillas abultadas, tan nervioso como si se hallara exponiendo un tema complejo frente a su clase— pero viendo la situación, no queda más que decirles que empezamos a salir el día de ayer.
—Ni siquiera podemos decir que fue ayer hyung —le corrige YoonGi— me lo pediste como a la una de la mañana del día de hoy.
—Puedo respirar con tranquilidad, estaban tardándose mucho —Taehyung suspira de alivio, llevándose la mano al pecho— eran como esas personas que evidentemente se gustan pero no dicen nada. Todavía recuerdo cuando Jin-hyung estaba realmente molesto porque visité a YoonGi en la florería, "no queremos dar la impresión de que en la vie en rose nos dedicamos a chismorrear" —le recuerda sus rudas palabras al universitario, quien se oculta en el cuello de su novio, completamente abochornado por la memoria de sus irracionales y tempranos celos.
—Ugh, sin olvidar que se estuvieron coqueteando todo el día de la graduación. Cuando fuimos al parque ni siquiera parecía que venían con nosotros, se encerraron en su burbuja y nos dejaron fuera —HoSeok rueda los ojos.
Y así, uno por uno va relatando las quejas y sospechas que tenían sobre la nueva pareja, riendo por lo nerviosos que les hacen estar y sintiéndose infinitamente satisfechos porque su plan de dejarlos solos en el parque de diversiones fue el responsable de que en realidad estuviera sucediendo. Ambos creen que no podrían conseguir amigos mejores que el bullicioso grupo que luce más feliz que ellos mismos.
. . .
El final de esta historia está muy cerca! pero no se preocupen, estoy decidiendo si hacer un epílogo o extras de momentos fluffy. Es muy importante para mí que comenten para tomar una decisión.
Gracias por leer <3
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"Flores En Primavera" [ksj + myg]
Fanfiction"Porque su marchito corazón volvió a florecer una cálida mañana de primavera, bajo la ironía de piel blanca como la nieve y la belleza de ojos castaños que pretendían ser fríos sólo por diversión" *°•☆*°•☆*°•☆*°•☆*°•☆*°•☆*°•☆ Pareja principal: SeokJ...