Llevaba casi diez minutos observando a Kaín con una especie de cosa en mi interior que crecía por momentos.
Había decidido hablar con él para disculparme y por ello lo esperé cerca del aula de deportes junto a una pared. Tampoco debía ser tan descarada e ir a él como si nada, prefería quedarme ahí hasta que se apareciese.
El problema estaba en que al salir, un grupo de chicas se acercaron a él de una manera muy coqueta para presentarle a una amiga, que tampoco se cortaba mucho y él no le frenaba los pies.
¿Es que había dado por terminada nuestra relación?¿Habría sido tal la ofensa que decidió dejar ahí todo?
Kaín no me había visto, aunque ya llevaba un rato vigilando, pues estaba escondida detrás de la pared, y además me encontraba un poco lejos como para que pudiera percibirme si quiera.
Sí, sabía muy bien que Kaín era un chico deseado, pues solo había que tener ojos en la cara para darse cuenta de ello, pero eso no quería decir que cualquiera pudiese tocarle como lo hacía esa chica, quien solo faltaba desnudarse frente a él.
—¿De quién nos escondemos?—habló James tras de mí haciéndome sobresaltar y dar un pequeño grito revelando mi escondite.
El par que hablaba de manera fluida dirigió la vista hacia nosotros descubriéndome. Sus ojos azules se quedaron viéndome fijamente hasta que desaparecí tras la pared arrastrando a James conmigo.
—¿No te dije que no volvieras a hacer eso?—le di un pequeño empujón por el susto.
—Si no te escondieras todo el tiempo eso no pasaría—se quitaba la culpa, como si eso lo excusase.—esa chica es muy mona, ¿cierto?—se refería a la que andaba con Kaín.
—Supongo...—me encogí de hombros y empecé a caminar.
—Al final no me contaste quién te mandó esa flor...—sonreía con cierta picardía.—¿A caso es de Kaín?—quedó junto a mí siguiendo mis pasos.
—No, no sé quién es su autor, pero no quiero tocar ese tema.
—¿No quieres?—tiró de mi brazo arrastrándome hasta uno de los bancos cercanos.—sé lo del cine—su sonrisa se volvió más perversa.
—Cory...ese pequeño traidor...—susurré por lo bajo pero me oyó.
—Vamos, ¿Darse con una pared?—comenzó a reír.—siendo yo tan torpe cómo soy nunca me he hecho eso. Claramente es el resultado de una paliza, el médico también se dio cuenta de ello.—arregló su cabello rubio esperando respuestas, pero yo no hablaba.—también lo vi entrar con esa chica, pensé que sería casualidad, pero me equivoqué. Bueno, está claro que no pegó a Cory solo porque le apetecía, ¿no?
—Si se lo cuentas a alguien lo negaré rotundamente—me había descubierto. Aunque al principio no quería admitirlo ya era un caso perdido, Cory me iba a oír cuando lo viese.—¿Alguien más lo sabe?
—No—negó con la cabeza.—Al menos no por mi parte. ¿Pero por qué no me lo contaste? ¿No somos amigos?
—Te vas a reír, pero después de todo dudé en si realmente había algo entre nosotros, a pesar de confesarme sus sentimientos.
—¿Se declaró?—abrió la boca, quizás más sorprendido que yo.—¿Hay algo entre vosotros?
—Sí, en el cine—sonreí al recordarlo.—y respondiendo a la otra pregunta...—dudé antes de hablar.—actualmente no sé si estamos juntos, ayer discutimos y está con esa chica como si nada y...no sé, quiero decir, es raro.
—Por una discusión no se termina una relación—miró al cielo pensando.—si eso fuese cierto no sé qué sería de Kate y de mí entonces.
Kate... Olvidé ese asunto con ella. No es que ya no me acordase de nada, pero James me hablaba con tanta normalidad que se me pasó el hecho de que fuesen hermanos, o que simplemente hubiese discutido con su hermana.
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Bendita Maldición
RomanceAndra Bélic es una chica seria, con sus metas e ideas claras. Ella cree que al cambiar de ciudad su vida en adelante solo puede mejorar tras huir de su pasado y de esa forma conseguir de una vez su gran objetivo. Sin embargo, su camino se tuerce cua...