—¿A dónde quieres ir?—rompió el silencio. Hacía un buen rato que nadie decía nada.—¿Tienes alguna petición?
Pensé algún lugar al que ir. Siendo sincera, no conocía ninguna zona que destacase, iba de la universidad a casa y de casa al trabajo, y así todo el tiempo.
—Sorpréndeme—dejé que él eligiese el sitio, debía conocerse cada rincón de la ciudad.
—Está bien, iremos al precipicio—conducía convencido.
—¡No, ni hablar!—moví todo mi cuerpo en su dirección.—voy a bajarme si lo haces.
—No voy en serio—reía.—te pones histérica de solo escucharlo.
—Pues no me lleves, no te lo voy a perdonar.
—Entonces sé una niña buena, o me veré obligado a castigarte de forma severa—sonrió, a saber en qué estaría pensando.
Estuvo bastante tiempo conduciendo, aunque la mayoría de las veces sentía que estaba intentando hacer el recorrido más largo, mientras controlaba todo el tiempo los retrovisores.
Introdujo el coche en un garaje de lo que parecía ser una casa, muy bonita a decir verdad.
Después de aparcar nos dirigimos hacia el interior, yo solo lo seguía ya que no tenía ni idea de donde estábamos, y me daba vergüenza tomar delantera para luego perderme.
Al cruzar el pasillo de la entrada lo primero que se encontraba era la sala principal. Habían dos sofás que se daban esquina entre sí color negro, haciendo juego con la pared gris, que quedaban en frente de la tele de plasma, y debajo de la televisión un mueble que solo tenía decoraciones. En el centro de estas una pequeña mesa donde habían algunos mandos.
Siguiendo el camino llegabas hasta otra sala un poco más pequeña que no tenía puerta, como si fuesen la misma habitación pero dividida, donde se encontraba una mesa negra más grande a la que rodeaban algunas sillas del mismo color. Varios cuadros decoraban las paredes.
—¿Es tu casa?—acabé por decir al darme cuenta de que se me había quedado viendo por un rato.
—No, estamos asaltando una vivienda ajena—no dudó en responder sin vacilar y por un momento me lo creí.—claro que es mi casa, Andra.—se había dado cuenta de que no lo puse en duda. Debía pensar que lo consideraba de lo peor.—Voy a traerte algo más cómodo, te vas a resfriar. En seguida vuelvo, no te muevas de aquí—señaló mi ropa mojada y se perdió por los pasillos que ya no lograba ver.
Continué revisando el resto de partes de lo que era su hogar sin moverme del sitio. A uno de los lados de la sala principal se encontraba la cocina, con una encimera a lo largo de esta que quedaba en el centro a la que rodeaban unos taburetes. Todos los muebles eran negros además de costosos. No me sorprendía mucho, era el color que solía vestir todo el tiempo.
¿Sería ese su color favorito?
Moví mi cuerpo unos centímetros para ver mejor la habitación donde estaba la mesa. En frente de ella se hallaba una puerta que no tenía ni idea de a dónde llevaba, y a su derecha unas escaleras de moqueta, supuse que por ahí había subido Kaín.
Tenía ganas de curiosear más, quizás con ello sabría más de él, pero decidí no hacerlo. De todas formas lo oí bajar, y no quería que me descubriese intentando nada.
—Toma—me cedió algunas prendas, suyas claramente, y comenzó a guiarme hasta llegar al baño.—puedes cambiarte aquí, cuando acabes te espero en la sala.
Me sorprendía ver lo impecable que estaba todo, quizás influía el hecho de que estuviese más tiempo en la calle que en casa, pero ni yo que solo estaba en mi hogar muy poco tiempo lo tenía así. Lo más lógico sería pensar que contrataba a algún personal de limpieza, pero siendo tan poco abierto a los demás y tan desconfiado lo descarté de inmediato. Dudaba incluso de que me hubiese invitado a mí y todo fuese un sueño en realidad. Perfectamente podría haberme llevado a mi vivienda, ya que por los recorridos que había hecho supuse que estaría más cerca, y además podría haberme cambiado sin problemas. No entendía que bicho le había picado, pero no iba a ser yo quien le preguntase, me gustaba que me dejaste entrar en su vida, aunque sólo fuese muy poco.
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Bendita Maldición
RomanceAndra Bélic es una chica seria, con sus metas e ideas claras. Ella cree que al cambiar de ciudad su vida en adelante solo puede mejorar tras huir de su pasado y de esa forma conseguir de una vez su gran objetivo. Sin embargo, su camino se tuerce cua...