Quedándose para Siempre.

12.

Él salió primero a fumar y yo entré a buscar el informe, esperé a que me lo diera la enfermera o la recepcionista pero salió el doctor con un sobre blanco entre las manos.

—Acá está el informe y el CD del ultrasonido, si no se escucha muy bien es porque como les dije, recién se empieza a formar y apenas si tiene la fuerza para latir bien.

— ¿En serio?—tanteé el sobre y ahí se sentía el duro CD. — wow gracias.

—De nada, te felicito y un gusto conocerte Abril. —me dijo y fue algo sorpresivo porque se acercó y besó mi mejilla, como yo la de él en respuesta.

—Igualmente doctor, gracias. —Antes de salir pensé en el CD que estaba dentro del sobre. Lo abrí y lo saque de ahí guardándolo en mi cartera, en grande decía Mi primera ecografía, era un lindo regalo para Gian y encajaba perfecto con mañana. Salí y todavía pensaba en lo lindo que era el doctor y lo informal que fue al saludarme, siendo que antes había sido todo lo contrario.

Gian todavía estaba parado en el auto fumando, cuando yo me acerqué con una sonrisa él apagó el cigarrillo y me acercó a su cuerpo de la cintura.

—Futuros papás entonces. —le dije y él asintió.

—Aunque teóricamente, ya lo somos. —musitó y se acercó a besarme. —sólo se parece un poco a vos, y tengo que decir que es un varón.

Me reí y lo empujé soltándome.

—No sabemos qué es, aparte te dije que mi papá es muy perceptivo y dijo que iba a ser nena.

—No lo creo.

Mientras íbamos en viaje, yo puse la ecografía frente de nosotros, en los semáforos él la miraba y su hermosa sonrisa se escapaba y así parecía que miraba la televisión siendo que era una foto.

—No vamos a ir nada en cuatro semanas, yo no quiero que sea él. —dijo cuando llegamos y se acostó en mi cama mirando el informe.

—Es muy joven para ser obstetra ¿no?

—Sí y no me gusta nada, aparte ¿por qué tenían que ponerte eso y justo ahí?, no me gusta.

—Las primeras son así Gian.

—Igual él no va a ser el obstetra, no me gustó.

—Si me di cuenta, señor serio. —me agaché robándole un beso. —lo importante es que tenemos un bebé sano y está creciendo muy bien.

—Sí. —suspiró, iba a volver a besarlo pero mi puerta se abrió y Ema entró gritando mientras se subía a la cama con nosotros.

— ¡¿Cómo te fue, cuánto mide, escucharon su corazón?!...—empezó casi eufórica. Me levante de encima de Gian y ella se dio cuenta—oh...perdón, espero afuera.

Quise reírme pero no dije nada, agarré el informe con la ecografía y la seguí para salir del cuarto, lo miré a Gian y rodó los ojos, pero no le importó que le cerrara la puerta para verla a Ema.

— ¿Cómo te fue?

—Me fue muy bien, es hermoso pero todavía es muy chiquito. —le dije mientras le mostraba la ecografía, apenas la vio gritó como una loca.

— ¡Mierda, no entiendo nada!—gritó emocionada y yo me reí. Le expliqué todo lo que había pasado y cómo fue hasta el detalle de decirle que tenía un obstetra lindo. Nos sentamos y estuvimos hablamos un montón de lo mismo, ella estaba muy emocionada y eso me hacía emocionar a mí, era algo loco de repente estar hablando de mi bebé de esa manera.