Sus ojos viajaron hacia mi panza y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Joshua asintió en saludo pero no noté reflejos de él moviéndose hasta mí para saludarme, por lo que me quedé de la misma forma en mi lugar.
—Felicidades.
—Gracias.
—Y bienvenida nuevamente. —dijo, asentí en respuesta y él se dio la vuelta para irse a la cocina. No entendía qué pasaba, pero estaba segura que algo tenía conmigo. No habíamos hablado mucho últimamente, sólo le había enviado un mensaje comunicándole mi embarazo y algunos más preguntándole por Tomi, desde ese momento entendí que hasta sus mensajes eran fríos y cortos, pero en el momento no quise saber por qué, ahora mi intrigaba.
Pasé mi día deduciendo mi propio estado de ánimo, hoy íbamos a ver una casa con Gian y eso debería ponerme feliz pero la indiferencia con Joshua no era algo a lo que quería acostumbrarme en los dos próximos meses, quería estar bien con mi amigo, si eso es lo que era todavía. Él ya no era mi ayudante por lo que no pasábamos mucho tiempo juntos y en el almuerzo, no decía nada tampoco. Antes de irme, lo busqué en los vestidores ya que estaba solo.
—Hola. —lo sorprendí y él saltó mirándome algo asustado.
—Ah hola, me asustaste.
—Perdón por eso. —dije y me apoyé sobre el locker viéndolo negar sin importancia. — ¿está todo bien?
—Sí ya me estoy por ir.
—Yo también, pero... me tiene desconcertada tu indiferencia, ¿pasa algo?
—No nada, sólo estoy cansado porque Tomi no durmió bien anoche y es eso.
—Pobrecito, ¿pero estás seguro que es sólo eso?
—Sí, sólo eso. —dijo cerrando el locker. Agarró su mochila y estaba por irse por mi costado, pero frenó parándose enfrente de mí. —Realmente no esperaba que estés embarazada de él, quizá sea porque no fue una sola vez la que te vi llorar por su razón.
Fruncí el ceño y me crucé de brazos enfrentándolo.
—Somos una pareja y las parejas siempre tienen diferencias, pensé que vos como amigo las entendías y me comprendías a mí.
—Te comprendí y pero no pensé que ibas a embarazarte de él.
Mi postura cambió, puse mis manos a cada lado de mi cintura y lo miré atentamente. Yo no quería entender.
— ¿Cómo no pensaste que podría embarazarme de mi novio? —pregunté enfatizando lo que Gian era mío, ya que la coherencia no estaba en su oración. —Es lo más lógico...
—Después de todo lo que sufriste por él, armar una familia con la persona que tanto te lastimó a vos y a tu amiga... no lo creía lógico. —dijo y en ese segundo me arrepentí totalmente de haberle contado lo que había pasado en el momento que me había separado de Gian, pero enseguida volvimos le expliqué cómo eran realmente las cosas y él fingió entenderlas de la misma fuera. —No sirvió de nada.
—Sirvieron para darme cuenta que realmente no sos quien creí que eras, pero gracias amigo. —hice énfasis en la última palabra. —pensé que eras de esos se alegraban la felicidad del otro.
Iba a darme la vuelta pero habló.
— ¿Y la infelicidad?
—Quizá vos nunca lo entiendas, pero cuando se ama no hay obstáculo que no se pueda vencer y yo al lado de Gian altibajos tuve muchos, pero de eso se trata, de encontrar la forma de ser felices y nosotros la encontramos...por si querés saber. —dije y me di la vuelta para irme.
Ya no entendía nada. Es cierto que me vio llorar por Gian, pero al final no había sido estúpida por volver con él, estúpida fui al creer que Joshua era mi amigo.
— ¿Qué pasa?—preguntó Gian pasando su mano por mi pierna. La agarré y le di una muy leve sonrisa negando.
—Nada ¿por?
—No sé, pensé que te iba a alegrar más ir a ver la casa.
—Estoy feliz amor, sólo estoy cansada.
No dijo nada, siguió mirando hacia adelante mientras conducía y yo apoyé mi cabeza en el respaldar. Mi teléfono sonó y lo busqué mientras acariciaba mi panza. Era un mensaje de Joshua.
Quizá tengas razón, no sé de lo que se trata. Pero si hay algo que sé muy bien es que cuando estuviste mal, estuve mal por vos, estuviste feliz, ESTOY feliz por vos. Quizá también te soñé madre de mi hijo, no del suyo. Pero hice lo que me salió. Ojalá sigas siendo muy feliz con él y tu hijo, a pesar de los altibajos uno siempre lo intenta.
¿Qué quería decir eso?
Madre de su hijo, ¿qué?
Tragué el nudo en mi garganta y eliminé el mensaje, pero le contesté.
Espero que algún día vos puedas encontrar alguien con quien tener altibajos, no tenés idea lo divertida que puede ser la montaña rusa así como amarga también.
Lo envié y también eliminé el mensaje. Miré a Gian y busqué su mano para poner encima de mi panza y sostenerla junto a ella. Pensé en lo larga que era la montaña rusa, pero de eso realmente se trataba, no siempre te gusta tanto, pero al fin te terminas subiendo de nuevo.
— ¿Estás bien?—me preguntó nuevamente, me miró serio y volvió la vista al frente para bajar la velocidad del auto y pararlo. Me miró cuando lo frenó. — ¿qué pasa?
—Estoy un poco triste, no sé. —me encogí de hombros, él levantó su mano para limpiar una lágrima que cayó por mi mejilla. —Perdí un amigo.
— ¿Qué pasó?
—No sé, Joshua... creo que se enamoró de mí.
No dijo nada y su aspecto cambió un poco. Levantó ambas cejas.
— ¿Y recién ahora te das cuenta?—preguntó. Yo fruncí el ceño.
— ¿Eh?
—Era obvio Abril, el chico aprovechó cada segundo cuando yo fui un estúpido, no le salió porque vos no te diste cuenta obviamente.
—No entiendo, él siempre me apoyó como un amigo...—Gian asintió.
—Ves, y yo fui el celoso por mucho tiempo.
No me gustaba la idea de Joshua enamorado de mí, siempre le conté tantas cosas acerca de mi relación que ahora me dolía haberlo lastimado, pero si lo hubiera sabido antes, no le hubiese contando nada, ahora ya era tarde, nada estaba a mi alcance para remediar aquello.
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Quedándose para Siempre.
Teen FictionGian había aprendido a quedarse y Abril a seguir siendo paciente con su entrometido novio. Todo cambió desde el día que esos ojos verdes se cruzaron en el camino de ella y aún así juntos, todo iba a seguir cambiando. La responsabilidad de parte de l...