Todo empezaba a tambalearse. De repente sentí un dolor agudo en mi garganta y unas ganas inmensas de salir corriendo, pero mis piernas flaqueaban y con suerte me aguantaban en el sitio. No podía respirar y ya había soltado todo el aire de mis pulmones al oírle.
Esa voz, esa maldita voz que tanto tiempo hace que no escucho. Sentí un gran calor invadir todo mi cuerpo, empezando a sudar y mi corazón a latir más rápido de lo normal. En cualquier momento se me saldría del pecho.
Miré con miedo a Pjanic e Higuaín. El primero miraba asombrado atrás de mí, mientras que Higuaín no sabía qué cara poner mirándome, sintiendo todo mi temor.
- ¿Hola?
Una vez más, su voz se clavo como un puñal afilado. No sabía qué hacer. No sabía si darme la vuelta para mirarle o si salir corriendo, tapando mi cara. Higuaín dio un paso hacia delante y luego otro, colocándose delante de mí mientras sonreía nervioso.
- Ya vamos.
- ¿Quién es?
- Una amiga.
- ¿Una amiga?- escuché su risa y se produjo un gran temblor en mi mundo.- Dale, decíme.
- Anda, vete.
- Pero...
- No seas gil, ahora salimos.
- Vale, vale, tranquilo.
Escuché la puerta cerrarse y unas manos tocando mis hombros. Entonces fue como volver al mundo. Mi sistema respiratorio volvió a funcionar y abrí la boca, obteniendo todo el aire que podía. Me di la vuelta y era Higuaín.
- Ya está, se marchó.
Todo el aire que tenía lo solté, aferrándome a Higuaín como si me fuera a caer. Él me abrazó con fuerza, apegándome más a él para intentar calmarme y luego sentí la mano de Pjanic en uno de mi hombros.
- Yo...
- Ya está, tranquila.- se separó de mí para sonreírme, se le notab aún nervioso.- Lo que no sé es como sacarte de acá.
- Por la puerta.- dije rápido, caminando decisiva pero él agarró mi mano y me frenó.
- No, por ahí no. Seguirá acá.
- Entonces, ¿Cómo? Dímelo, dímelo porque tengo que salir.
- Gio.
- Me estoy ahogando Higuaín, necesito aire, necesito...necesito a mi hermano, a Marco, necesito irme de aquí ya.
- Gio, cálmate, ¿Vale? No sabe que sos vos.
- ¿Qué no? Me conoce muy bien.
- Hace tiempo que no se ven, no te reconoce.
- Yo...yo...
Pjanic me llevó hasta uno de los bancos y me sentó allí. Hundí mi cara en mis manos, moviendo mis piernas nerviosa mientras que él intentaba tranquilizarme acariciando mi espalda.
- Ya está, dale, relájate.
- No puedo, pipita.
- Iré a ver si está por acá, no se muevan.
Resoplé oyendo la puerta moverse y el mismo ruido se produjo minuto después. Higuaín volvió a la habitación y cuando le miré, me asintió con la cabeza.
- Podemos salir, pero tenés que tener cuidado, seguro que está por los pasillos.
- Por favor, no le digan nada.
- No lo haremos, por muchas preguntas que haga.
Asentí con la cabeza y Pjanic, el cual no se enteró mucho de l conversación pero se hacía una ligera idea de que decíamos, me ayudó a levantarme y recoger mis cosas.
Salimos los tres juntos y me despedí de ellos, caminando rápido hacia donde se suponía que debería de estar el autobús. Cuando por fin lo divisé, anduve más rápido y torpemente llegué a la puerta. Le pedí perdón al entrenador por llegar tan tarde y él se percató de lo nerviosa que estaba, así que me dijo que no pasaba nada y me dio una botella de agua, acompañándome a un asiento al lado de la ventana.
El autobús arrancó y me intenté tranquilizar repasando mis cosas en la mochila para ver si me había quedado algo. Suspiré, apoyando mi cabeza en el respaldo, y cerré los ojos, intentando tranquilizarme.
- Gio.- sentí alguien sentarse a mi lado y mirarme fijamente, así que abrí los ojos.- ¿Qué pasó?
No articulé ninguna palabra, tan solo me limité a abrazarle, agarrándome a su camiseta, y él me correspondió el abrazo. Respiraba con dificultad después de todo, aunque estar abrazada a él me tranquilizó un poco durante el viaje en el cual ninguno de los do hablaba. Él no quería que me pusiera peor y yo no podía hablar, estábamos en empate.
Por fin llegamos y el autobús se frenó, levantándonos todos. Rincón no quiso separare de mí, así que me agarró de la mano y bajamos juntos.
- ¿Estás mejor?- asentí con la cabeza y él sonrió, abrazándome después.- Cuéntamelo cuando puedas, no tiene que ser ahora ni hoy, ¿Sí?
Asentí de nuevo y me volvió a abrazar como despedida. Le vi alejarse hacia su coche y yo, que no veía el coche de mi hermano por ninguna parte, caminé hacia la salida.
Pude respirar mejor una vez vi el cielo oscurecido encima de mí, así que empecé a caminar sin prisa.
![](https://img.wattpad.com/cover/138516586-288-k438192.jpg)
YOU ARE READING
¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)
FanfictionNuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve...