Bajé de la Vespa una vez llegué al parking del campo del Torino y fui en dirección a donde estaban mis compañeros Francesca y Amodeo, les saludé y me senté en mi sitio, mensajeándome con Pedro, que aún no había entrado en el trabajo, ni siquiera en el coche para irse.
- Ciao.
Levanté la mirada del móvil y sonreí a ver a Rincón. Yo me ofrecí a ayudarle y ver que tan solo se había torcido el tobillo, así que una pomada y ya podía volver.
- ¿Me acompañas al campo?
- Está bien.
Me despedí un momento de mis compañeros y fui junto a Rincón al campo. Los dos en silencio, pasamo por el pasillo hasta salir afuera.
- Gio.
- Dime.
- Hoy no hay entrenamiento a la tarde.
- Lo sé, me lo dijo el presidente, tenían que arreglar el césped, ¿No?
- Sí.
- Bueno, ¿Y qué?
- Pues...yo voy a ir a ver entrenar a la Juventus y me pensaba que...tú podrías venir.
- ¿Yo? Rincón...
- Ya me contó Higuaín que e viste con Paulo, ¿A qué le temes aún si ya se han visto?
- Que no quiero verle otra vez, simple.
- Viven en la misma ciudad y tienen dos hijos en común.
- Por desgracia.
- Por suerte o por desgracia, los tienen, así que deja el rencor a un lado y el miedo.
-Yo...
- Estarás conmigo, en las gradas y piensa que irás a ver a Higuaín, no a Paulo.
- Bueno si es así...
- ¿Tienes algo mejor que hacer?
- No.
- Pues ya está, con suerte están allí Lucas y Zoe.
- Eso es verdad.
- Entonces, ¿Qué me dices?
- Está bien.
- Genial, iré a tu casa a recogerte, chao.
Me abrazó y salió corriendo junto a sus compañeros. Sonreí y volví con los míos. Durante toda la mañana recibimos otra visita más, la del portero, que se había torcido la muñeca, pero al final no fue nada.
Volví a casa y allí estaba Stella y mi hermano junto a su gato, que se lo quisieron traer hoy, y la comida que Pablo había hecho. Me senté junto a ellos a la mesa y estuvimos juntos hasta después de comer, que cada uno se fue al trabajo y a cambio me dejaron a Copito, ya que no les dije que yo también me iría.
Me senté a jugar a la Play con el gato acurrucado en mi regazo, tal y como hacía Mia cuando era una cachorra. Hace tanto tiempo que no la veo. Entre mis pensamientos, sonó el timbre de la puerta.
- Hola.
- ¿Y ese gato? ¿Te compraste un gato?- preguntó sonriendo mientras señalaba abajo y al mirar, vi a Copito pegado en mi pierna.
- Es de mi hermano, me lo dejó porque se fue a trabajar.
- ¿No le dijiste que tu también tenías que irte?
- No.
- Anda que...
- Bueno, dejo al gato en su cojín favorito y vamos.
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¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)
FanfictionNuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve...