- Y eso.
- ¿Y eso qué?
- Que me cae mal.
- ¿El padre de tus hijos te cae mal? A mí me pasa lo mismo con Griezmann.
- Idiota.- reí y miré a la pantalla del móvil.- ¿Cómo está?
- Bien, con sus negociaciones de fútbol.
- ¿Feliz de traicionar a la familia y estar a punto de irse al Barça?
- Si ya se lo he dicho, pero él dice que sería un gran honor jugar con Messi, está fatal.
- Pobrecito.- suspiré dramáticamente y las dos reímos.- ¿Y Marcos y Nico?
- Con su tío Dante.
- Tío primo querrás decir.
- Eso.- reí y negué con la cabeza.- ¿Qué haces que escucho de todo menos a ti?
- Estoy en el centro comercial.
- ¿De compras sin mí?
- Pues dile a tu marido que se venga al Torino.
- Jo, os echo de menos.
- ¿Ya te viene la nostalgia?
- ¿Y qué le hago? Yo aquí, esperando a que Griezmann salga del Wanda y tú de compras, eso no vale.
- Las cosas no las decido yo.
- Si las decidieras el mundo se destruiría.
- Gracias eh.
Reímos y yo miré hacia delante mientras la oía hablar. Cuando volví a ver la pantalla, algo me llamó la atención. Era él, sé que era él.
- Sofía.
- ¿Qué?
- Mira hacia atrás.
- ¿Qué pasa?- ella se dio la vuelta y miró a todos lados.- ¿Qué?
- ¿No le ves?
- ¿A quién?
- A Pedro...- me miró y luego volvió a buscar detrás suya, parándose.- ¿No?
- ¡Pedro!
- ¡No espera, dije que vieras si estaba, no que le gritarás, idiota!
Me frené en mitad de mi camino y esperé con impaciencia y miedo a oír su voz. Hasta que al fin habló, sin creerse que estaba viendo a la prima de su ex.
- ¿Sofía?
- Si es que sabía que eras tú, te vi por el móvil.
- ¿Por el móvil?
- Bueno a ver, yo no te vi, te vio...
- ¡Sofía!- le grité fuerte sabiendo que tenía los cascos y que los tendría a mucho volumen, sin importarme que todos me miraran.- Para.
- Vale, vale...
- ¿Te pasa algo?- preguntó Pedro.
- ¿Qué? No, nada, lo que te decía, que me estaba mirando en la cámara y te vi por atrás.
- Ah...pues, hola.- giró un poco el móvil, dejando sus brazos abajo, y la cámara le enfocó, aunque al revés.
- Hola.
- Pregunta cómo está.- le dije.
- ¿Cómo estás?
- Bien, bien...recién termine de trabajar.
- ¿Qué tal en el trabajo?
- Como siempre.- él sonrió y yo lo hice instantáneamente.- ¿Qué tal tú con los gemelos y Griezmann?
- No sabes lo que me cansan, los niños que no paran de jugar con la pelota en casa y me rompen cosas y luego el marido como loco también con el fútbol, estoy de fútbol ya...
- ¿Y Gio?
- ¿Qué?
- ¿Cómo está?
- Ah bueno, hablo poco con ella, pero por lo que sé está bien.
- No le habrá costado conseguir otro novio.
- ¿Qué dices? Anda, total no llor...
- Sofía.
- Lloraba de risa cuando se acordaba de vuestras anécdotas, te quiere mucho.- cambió su diálogo al ver cómo le recriminaba que fuera a decir que lloraba por él.
- Ya...
- Y le echo de menos...- dije.
- Y te echa de menos, ya sabes, los viejos tiempos y eso.
- ¿Y Lucas y Zoe?
- Bueno, Lucas sigue con ese tema del fútbol y la niña tan mona como siempre, cada día más parecida a la madre y el chico al padre.
- ¿Aún no dejó el fútbol?
- Están en ello.
- Ya...Gio no se merece nada de esto y Lucas menos, no sé ni por qué se le llama padre al argentino.
- Dile que tampoco es para tanto.
- Bueno a ver, él sus motivos tendrá, ¿No?
- No sé, no sé.- se metió la mano en el bolsillo, sacó un cigarro que encendió y le dio la primera calada.- ¿Cómo está ella con él?
- Con Paulo está...bueno, con sus problemas.
- Dile que deje de fumar.
- ¿No has pensado en dejar de fumar? Es malo eh.
- Te pareces demasiado a tu prima, parece que me esté hablando ella.- dijo sonriendo y Sofía rió nerviosa.
- Já, que gracioso, ella hablando, ¡Pero si está en Italia!
- Ya, ya, ya veo algunos partidos.
- ¿En serio?- preguntamos las dos, aunque solo la escuchaba a ella.
- Sí bueno, estar con ella me volvió un aficionado al fútbol italiano y siempre seré del equipo que ella sea, pase lo que pase.
- Oh...
- Pedrito...- sonreí con algo de tristeza por sus palabras.
- Bueno, me tengo que ir, he quedado con unos amigos.
- Ya claro, no te entretengo más, adiós.
- Adiós.- y desapareció de la cámara, volviendo Sofía a enfocarse a ella bien.
- ¿Contenta?
- Sí...
- ¿Qué? No me digas que te vas a deprimir eh.
- Jo es que...verle y escucharle me a...no sé, no sé, déjalo.
- Sí mejor, mira, ahí viene Griezmann.
- Entonces cuelgo ya.
- Oye, oye, espera, antes de todo, ¿Qué es eso de defender a Paulo?
- ¿Qué?
- Sí, sí, cuando él dijo que no se le debería llamar padre bien que saliste en su defensa.
- Bueno a ver, es que...
- Hola.- Griezmann apareció en pantalla dándole un beso a su esposa.- Hola Gio.
- Hola, os dejo, ciao.
- ¡No, espera!
Pero no esperé y colgué la llamada, sintiendo un extraño sentimiento que me empezó a agobiar y empecé a tener calor, como cuando de pequeña descubren que has mentido y te cuesta excusarte.
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¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)
FanfictionNuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve...