Capítulo 54

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- Bien jugado.

- ¿Te gustó?

- Me emocionó.- dije antes de abrazarle y él rió.

- No fue para tanto.

- ¿Qué no? Íbamos perdiendo y marcaste, ¡Olé tú!

- No había otra expresión más española, ¿No?

Negué riendo y nos volvimos a abrazar, dejándole por fin en el vestuario para que se cambiara de ropa. Fui al autobús junto a la los demás y dejé mis cosas en el asiento que daba a la ventana, no muy atrás del vehículo.

Bajé del bus y me quedé en la puerta esperando a Rincón y los demás jugadores junto a mis compañeros. Pero en vez de llegar ellos, fueron entrando en el parking los jugadores de la Juventus.

- Buen partido.

- ¿Viste? Soy el mejor entre estos.

- Claro, claro.- sonreí y abracé a Higuaín.- ¿Nos veremos algún día?

- Cuando vos quieras, ¿Tenés algo que hacer mañana?

- Encerrarme en casa.

- Vaya, gran plan.

- Con Pedro y los niño, idiota.

- Pedro eh.- levantó y bajó las cejas repetidamente y reí.- Dale veníte a mi casa algún día, vos ya sabés cuando tengo entrenamiento.

- Está bien, lo intentaré.- me sonrió y abrazó, alejándose para irse, pero se paró y me miró.

- ¿Qué pasó entre Paulo y vos?- preguntó acercándose de nuevo a mí.

- Nada, ¿Qué pasó?

- No sé, se miran raro.

- ¿Yo? Dile a él, tendrá una crisis con la novia o lo que sea, no sé.

- ¿Así? Me pareció que tenía ganas de dedicarte el gol.

- Me lo dijo en los pasillos.

- ¿Hablaron?

- Me habló, corrijo.

- Bueno, bueno, vos ya sabés lo que hay.

- Sí, lo sé y no se me olvida, tranquilo.

- ¿Te enfadaste?

- No, ahora no.

Sonreí y él rió, abrazándome una vez más antes de irse a buscar su coche. Me despedí con la mano de él y de algunos como Buffon, que se dio cuenta de que estaba allí. Pero no fue el único, Dybala, que tenía sus cascos en los oídos desvió su mirada a nuestro autobús y luego a mí, parándose en seco como si quisiera venir hacia mí. Pero finalmente bajó la cabeza y e marchó bajo mi mirada. ¿A este chico qué le pasa?

Seguí esperando hasta que llegaron por fin todos y me subí al autobús junto con Rincón, sentándose él en el asiento de mi lado y quejándose de que le quité su sitio en la ventana.

Llegamos a nuestro campo y bajamos del autobús, despidiéndonos entre todos y yéndonos cada uno a donde estaban sus vehículos, en mi caso la Vespa.

Me subí a esta y conduje hasta mi casa. Bajé ya en el garaje y me quité el casco mientras caminaba hacia la puerta. Saqué la llave y abrí, encontrándome a mi familia allí.

- No esperaba visita.

- Buen partido.- dijo Pedro, acercándose a abrazarme y a hacerme sonreír.

- Menos mal que remontaron.

- Turín siempre será del Torino.-dije antes de abrazarme con mi hermano menor Dante y seguir con cada miembro de la familia que se encontraba allí.- ¿Y Lucas y Zoe?

- Dormidos.

- Bueno, ya les veré mañana que ahora me da pena despertarles.

- Gio, ven un momento a por las bebidas conmigo a la cocina y así tienes la tuya.

Asentí con la cabeza y seguí a Marco junto a Dante, que también se ofreció a venir con nosotros dos. Ya allí empecé a rellenar vasos junto a ellos, yo más rápido.

- Gio.

- ¿Mmm?

- ¿Qué le pasa a Dybala?

- ¿Qué le pasa?- levanté mi mirada de los vasos para ver a Marco.

- Pues que estaba algo...no sé.

- Si tú no lo sabes...

- Marco se refiere a que no paraba de mirar a tu banquillo, vamos, a ti.

- Bueno, no sé, no tiene importancia.

- Ajá.

- ¿Qué? ¿Pensáis que engaño a Pedro con él?

- No, claro que no.

- Menos mal, porque en la vida volveré con Paulo, me hizo daño y me lo volverá a hacer.

- Está bien, Gio.

Cogí todos los que pude y salí de la cocina, volviendo al salón con los demás y sentándome al lado de Pedro. No voy a negar que me molestó que tanto Higuaín, como Marco y Dante me preguntaran sobre Paulo.

No quería saber nada de él, tan solo quería saber sobre mis hijos. No descarto que podamos hablar, como hoy en el vestuario, al fin y al cabo tenemos a Lucas y Zoe, que nos unirán para siempre. Pero no volveré a sentir algo por ti, no puedo con todo el daño que me hizo. Me llevó en sus brazos hasta el cielo y después me soltó, dejándome caer sin ningún tipo de paracaídas ni nada. No creo que jamás pueda perdonarle.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now