- Gio...
- Paulo.
Su nombre sonaba tan raro en mi voz, hacía tanto que no le nombraba, que no le hablaba. Lucas se quitó de delante de mí para dejarme paso y así poder acercarme a él tal como él también hacía, aunque al final había una gran distancia entre nosotros. Y entonces, el frío que hace unos minutos empezaba a tener, desapareció.
- Hola...
- ¿Qué haces aquí?- preguntó y algo en mí se hizo más pequeño por su tono de voz, por ver como su sonrisa desaparecía y ver como evitó saludarme.
- Yo...vine con el Torino.
- ¿Con el Torino?
- Vine a vivir aquí y...trabajo allí.
- ¿Volviste? ¿Cuándo?
- Hace un mes o así.- no me esperaba que esta fuera nuestra primera conversación una vez nos encontráramos.
- ¿Por qué no dijiste nada?
- Porque...porque...- carraspeé mi garganta, ¿Por qué no lo hice?
- Así que el Torino...
- Sí, supongo que tú estás aquí con la Juventus.
- Supones bien.- guardó sus manos en el bolsillo de su pañalón y miré a Lucas y Zoe, carraspeando ahora él.- Bueno, nosotros nos vamos.
- ¿Qué?
- Adiós, Gio.
Si no fuera porque mi cuerpo aún no podía reaccionar correctamente, le hubiera frenado en ese momento. Oí a Lucas y Zoe decirme adiós y a continuación entraron dentro.
Entonces, mis pulmones volvieron a funcionar correctamente, haciendo que mi pecho se llenara de aire y se hinchara para después volver a bajar. Notaba entonces como mi corazón latía rápido y el frío volvía a mi cuerpo.
Aún no me lo creía. Acababa de verle y él acababa de irse, de huir de mí. Busqué una silla cercana para volver a sentarme y poder pensar en todo esto. Algo no iba bien ahora mismo por mi cabeza.
- Gio, ¿Cosa stai facendo qui? (Gio, ¿Qué estás haciendo aquí?
- Amodeo, ¿Perché non mi hai detto che è arrivata anche la Juventus? (Amode, ¿Por qué no me dijiste qué venía la Juventus?)
- Io... ¿Hai visto Paulo? (Yo... ¿Has visto a Paulo?)
- Sì...
Él suspiró y me abrazó, devolviendo el calor a mi cuerpo. Me ayudó a levantarme y fuimos juntos a dentro con intención de volver juntos los del Torino.
- ¡Gio!
- Pipita.- miré hacia atrás y le abracé al verle.
- ¿Pasó algo?
- Le he visto, yo...le he visto y hemos hablado.
- ¿A Paulo? ¿Has visto a Paulo?
- Sí, en la terraza. Me encontré primero con Lucas y Zoe y luego apareció él y...y...
- Vale, tranquila, respira.- él miró a Amodeo y le asintió con la cabeza, haciendo que se fuera con lo demás.- Ven.
Me agarró de la mano y me llevó lejos de la gente, supongo que por el miedo de si me volvía a encontrar con él mientras hablamos.
- Cuéntame.
- Iba a entrar cuando Zoe se chocó conmigo y entonces me abracé y su hermano. Hasta que apareció Paulo, que les estaba buscando, y hablamos.
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¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)
FanfictionNuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve...