Capítulo 99

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- ¡Mamá, despierta, mamá!

Abrí mis ojos lentamente y vi a Zoe y Bruno encima de la cama. Les sonreí y me rasqué los ojos, acostumbrándome a la luz. Miré hacia el otro lado de la cama y no vi a Paulo.

- ¿Y papá?

- Mamá, que hoy es el día.

- ¿Cómo se me pudo olvidar?- pregunté riendo y negando con la cabeza.

- Vamos, mamá, levanta.

Zoe salió de la cama y después de la habitación, mientras que Bruno se quedo fuera de la cama esperando a que saliera para darme la mano e ir conmigo hasta la cocina. Él ya tenía dos años, así que sí, habíamos estado dos años prometidos y sin casarnos. Cuidar de tres hijos mientras que una trabajaba en el equipo del Atlético de Madrid, ya que Griezmann quiso que así fuera cuando al final él se quedó, y Paulo jugaba en el Real no era fácil.

Él tenía el pelo moreno, con algo de flequillo y un poco largo ya que aún no se lo corté desde que nació, sólo un poco. Tenía los ojos marrones extrañamente, ya que los de Lucas eran verdes y los de Zoe azules. Y ahora llevaba su pijama, una camiseta corta blanca y unos pantalones de gimnasia marrones oscuros y los pies descalzos, ya que estábamos en verano y como siempre, en Argentina.

Llegamos a la cocina y lo levanté del suelo, sentándole en su silla y haciendo su desayuno y el mío. Zoe, mientras, estaba con Mia en el salón. Lo que no sabía era donde estaba Lucas.

- Voy yo.- dijo Zoe al oír la puerta y fue a abrir con Mia detrás de ella.- ¡Abuelo!

- Hola, pequeñaja, ¿Y tu madre?

Mis padres entraron en casa y fueron a la cocina, sonriendo al vernos a mi hijo pequeño y a mí juntos, pero luego volvieron sus rostros serios al darse cuenta de que aún seguía desayunando.

- ¿Qué haces así aún? Menos mal que ya viene Sofía.

- ¿Y Stella?

- Tu hermano dice que mejor que vayan a la boda directamente, no quiere que se mueva mucho por el embarazo.

Efectivamente, por fin mi hermano tendría un hijo o hija y mientras, Dante y Marco seguían solteros. Estos no eran mucho de enamorarse me da a mí.

- Vamos, hay que prepararse

- ¿Y Lucas?

- Se fue con Paulo a primera hora de la mañana a casa de su hermano Gustavo para prepararse allí con él.

- Ah.

- Venga, yo me quedo con ellos aquí.

Asentí con la cabeza y terminé rápido el desayuno, besando la mejilla de Bruno antes de subir con mi madre arriba. Me duché lo más rápido que pude, yendo a la habitación con el cuerpo y pelo enrollados en toallas.

Mi madre fue colocando todo mientras que yo me colocaba el vestido de boda, que era blanco, sin tirantes y apretado y algo transparente hasta la cintura, donde se suelta y deja algo de cola. Me puse los tacones y me senté en frente del espejo del baño, dejando que mi madre y Sofía, que acababa de llegar, empezaran a peinarme hasta acabar con una trenza en uno de los lados de mi cabeza que llega hasta un moño no muy alto. Finalmente, me maquillé un poco, tan sólo un pintalabios rosa claro y el rímel, antes de salir de la habitación y bajar al salón, donde mi padre tenía a Bruno en su regazo y hablaba con Zoe.

- Hija...estás preciosa.

- Mamá.- Bruno se bajó y vino corriendo a abrazarme, subiéndole en brazos después de abrazar también a su hermana mayor.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now