Capítulo 66

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- ¡Lucas!

- ¡Voy!

Bajó las escaleras corriendo hasta llegar a la entrada, donde le extendí su chaqueta para que se la pusiera y eso hizo, sin preguntar.

- Venga, vámonos que ya está tu tío fuera.

- ¿A dónde vamos?- preguntó la pequeña mientras salían.

- A casa de tía Julia.

- ¿Con tío Pablo?

- No, no, él solo viene a recogernos.

Cerré por fin la puerta y fui detrás de ellos hasta el coche, esperando a que se subiera al menos Zoe para subirme yo.

- ¿Cómo están mis sobrinitos favoritos?

- Y únicos.- respondió Lucas y Pablo y yo nos miramos, yo mientras reía.

- Es demasiado listo para ti.

Pablo, con una sonrisa en la cara, negó con la cabeza y arrancó el coche. Fuimos por Turín hasta llegar a su casa y entonces nos despedimos de él, que tenía que ir al médico que estaba cerca de aquí, por eso vino a recogernos.

- ¡Hola!

- ¡Enanitos de mi corazón!

- ¡Julia!- los dos fueron a abrazarla e hicieron lo mismo con Marco y Luka, que estaban en el salón.

- ¿Cómo estás?- preguntó Julia cuando me acerqué a ella.

- Bien, todo bien.

La sonreí y abracé. No nos volvimos a ver desde que me dijo que Pedro era como Matías, desde entonces ninguna sabe nada de la otra. Entré en el salón y saludé también con un abrazo a Luka y a Marco.

- ¿Qué vamos a hacer?- preguntó Lucas.

- Pasar un buen rato.

Le sonreí y él se sentó en el sofá junto a mí, mientras que Zoe se sentó en el regazo de Marco en el sillón. Primero vimos una película y después jugamos a un karaoke a petición de los pequeños.

- ¿Ora cosa? Abbiamo già cantato tutte le canzoni. (¿Ahora qué? Hemos cantado todas las canciones.)

- Poi... (Pues...)

- ¡Balliamo! (¡Bailamos!)- dijo Zoe con emoción señalando un juego de la Wii para bailar.

Marco, Julia, Luka y yo reímos por su reacción y Luka encendió la Wii, poniendo después el videojuego y mientras esperábamos a que cargase Lucas y Zoe jugaban a un videojuego en mi móvil. O eso creía.

- ¡Mamá!

- ¿Qué pasa? ¿Me llama alguien?

- No, no, es que hay un partido, ¿Podemos verlo?

- Sí, porfi.- dijo Zoe acompañando a su hermano y yo miré a Marco.

- Bueno pues...si quieren, pero ¿Y el baile?

- Luego.- sonrieron inocentemente y yo suspiré.

- Luka, sia che vogliono vedere una partita. (Luka, déjalo que ellos quieren ver un partido.)

- Ok, cosa comandano i principi. (Ok, lo que los príncipes manden.)

Le sonreí como agradecimiento y apagó la Wii, buscando el canal que ellos nos dijeron. Mientras, todos nos sentamos y esperábamos a que el canal diera señal.

- La Juve...- dijo Julia uniéndose a las miradas de Marco y Luka que iban dirigidas a mí.

- Bueno, es normal, es su padre.

Les sonreí para de alguna forma tranquilizarles y Zoe decidió sentarse en mi regazo para ver junto a mí, agarrándome la mano, el partido.

Durante este, que iba aún por la primera parte, intentaba guardar mis nervios y fanatismo, aunque a veces se me escapaba algún grito cuando fallaba la Juventus. Por suerte marcó Higuaín, empezando mover el marcador, ya que luego la Roma marcó y se fueron al descanso en empate.

Bajé a Zoe y fui junto a Marco a por más cerveza para todos y Coca- Cola para Lucas y Zoe. Volvimos al salón y empezamos a hablar hasta que el partido se reanudó.

En la segunda parte ya no mantuve muy bien mis nervios y acababa por insultar en italiano al árbitro y me alarmaba cuando hacían alguna falta a alguno de a Juventus.

Chi direbbe che vieni da Roma (Quien diría que vas con la Roma.)

- Questo è quello che dico. (Eso digo yo.)

- Vado con entrambi, ma lo stanno rubando alla Juventus. (Voy con los dos, pasa que están robando a la Juventus.)

- Sicuro, certo. (Claro, claro.)

Fulminé con la mirada a Luka y seguí viendo el partido, que parecía que acabaría en empate, ya que estábamos a cinco minutos de que terminara.

Pero como siempre, ahí estaba la Joya, el segundo mejor jugador argentino, para marcar en el último minuto y celebrarlo por todo lo alto con su típica celebración de camino a la afición, done ahí se abrazó con sus compañeros.

- ¡Es papá, mamá, papá!

- Sí, cariño, sí.- sonreí a Zoe y miré a Lucas.- Por eso querías verlo eh.

- Claro, ya sabes que a mí no me gusta.

- Lo sé.

- ¡Mira mamá, nos lo dedica!

- Sí, cariño.

Sonreí al ver como se acercaba a la cámara, enseñaba dos dedos y mandaba un beso antes de volver al campo para la última jugada.

Una vez terminó el partido quedamos un poco más el canal de televisión para ver como lo celebraban entre ellos, después volvimos a poner la WII, esta vez para jugar.

Los primeros en bailar fuimos Marco y yo, después Julia y Luka y al final los hermanos, que sorprendentemente consiguieron la mejor puntuación. Seguimos jugando, empezando yo otra vez, esta vez con Lucas.

Decidimos terminar después de varias partidas, ya que estábamos cansados. Nos despedimos de Julia y bajamos todos juntos al coche de Luka, que sería el encargado en llevarnos a todos a casa.

A nosotros nos dejó primero, así que nos despedimos de él y de Marco y entramos en casa. Les preparé para la ducha y mientras yo guardaba todo lo de hoy ellos terminaron de ponerse el pijama.

- ¡Mamá!

- ¡Ya voy!

Grité, dejando lo que estaba haciendo y subiendo las escaleras hasta su habitación. Y allí estaban los dos, cada uno tumbado en su respectiva cama de la litera que había.

- Buenas noches, pequeñajos.

- Mamá, que tengo diez años.

- Sigues siendo mi pequeño.

Dije acercándome un poco más a la cama de arriba para poder besarle en la mejilla, después me agaché e hice lo mismo a Zoe, arropándola también un poco mejor. Volví a decir buenas noches y me fui de la habitación.

Fui al baño y ahora me duché yo, vistiéndome con el pijama y yendo a mi habitación para acostarme en la cama y darle las buenas noches a Pedro por mensaje. Estaba lista para dormirme cuando sonó una notificación.

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¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now