Capítulo 98

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Desde que aquello pasó, habían transcurrido ocho meses, así que yo estaba en mi última fase de mi embarazo. Ya estábamos en Madrid y Alicia se vino con nosotros, por lo tanto, Paulo ya se había despedido de la Juventus y yo ya salía con Sofía y veía más a menudo a mi familia española.

Ahora estaba caminando hacia la casa de Sofía, había quedado con ella para ir al centro comercial. Había dejado hace unos minutos a Lucas en sus clases de teatro y Zoe estaba con su abuela Alicia y su padre en el entrenamiento.

- Hola.

- Cada día más gorda.- dijo abriendo la puerta.- ¿Nos vamos?

- ¿Y los niños?

- Con su padre.

Asentí y dejé que ella saliera de casa, empezando a caminar hasta encontrarnos con un taxi que nos llevaría hacia el Xanadú, el centro comercial de Madrid. Mirábamos los escaparates y hablábamos, hasta que me choqué con alguien.

- Oh, lo siento por...

- No es nada.

Me quedé paralizada cuando sus ojos se encontraron con los míos y a él le ocurrió lo mismo. Tenía el pelo un poco más corto, vestía con una camisa negra, unos pantalones del mismo color y zapatos blancos y negros, además de una chaqueta vaquera. Estaba algo más alto, más robusto, aunque a mí me parecía que no había cambiado en nada.

- Gio...

- Pedro.- sonreí levemente.- Hola.

- Cuanto...tiempo.

- Sí.

- Y tanto.- dijo Sofía y la miré con el ceño fruncido, haciendo que ella levantara los brazos en defensa propia.

- ¿Qué haces en Madrid?

- Volví a España.

- Y veo que acompañada.- dijo desviando su mirada a mi barriga y yo sonreí levemente.- ¿Paulo?

- Sí.

- Estaban hechos el uno para el otro.

- ¿Y tú? ¿Qué es de tu vida?

- Bueno, dejé el trabajo anterior por otro que me dejaba más tiempo para mí y también estoy con una chica.

- ¿Así?

- Sí, aquella.- señaló atrás de nosotros y pude ver a su nueva novia. Una chica alta, aunque un poco más baja que él, rubia y de ojos verdes.

- Hola, cariño.- dijo ella cuando llegó hacia nosotros, dándole un pequeño beso que no pude evitar que me sorprendiera.

- Ella es Gio.

- Oh...Gio.

- Le hablé de ti.- me dijo Pedro y yo abrí un poco la boca, nunca me había encontrado en esa situación, solo cuando Paulo salía con Antonella.

- Yo soy Isabel, encantada.

- Igualmente.- la sonreí y miré a Sofía.- Bueno...nosotras tenemos que irnos ya.

- Podríamos hablar algún día de estos.

- Podríamos.

- Ah, y felicidades.

- Gracias.

La pareja se dio la mano y se despidieron, siguiendo su camino mientras que yo intentaba procesar todo en mi cabeza, dejando que Sofía se riera.

- Bueno, ¿Qué? ¿Nos vamos?

- Nos vamos, nos vamos.

Sofía rió negando con la cabeza y seguimos caminando. Entramos en varias tiendas antes de decidir que era hora de irse. Volvimos en taxi hasta la academia de Lucas, donde en media hora tendría que salir. Y a la espera de ello, Sofía y yo pasamos ese tiempo en una cafetería cercana.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now