- Ya voy, ya voy.
Corrí por la escalera hasta la puerta. Me acababa de levantar y estaba preparándome para ducharme ya que hoy era la actuación de Lucas por la tarde. Al abrir la puerta mis pies se quedaron clavados en el suelo y mis ojos se abrieron como mi boca, sorprendida por lo que veía.
- ¡Pedrito!
- ¡Giovanna!
Le abracé con fuerza, aferrándome a su camiseta y pegándome a su cuerpo lo máximo que podía. Por lo único que me separé de él era para besarle y poder sentir de nuevo como mi mundo se tranquilizaba y se relajaba.
- ¿Qué haces aquí?
- Me dijiste que Lucas actuaba, ¿No?
- Y viniste a verlo.- asintió con la cabeza y sonreí.- De verdad, que buen gusto tengo a veces.
Él rió y le interrumpí volviéndole a besar mientras pasaba mis brazos alrededor de su cuello y me ponía de puntillas. Ignoré completamente el sabor a tabaco de su boca, no era momento de reproches.
- ¿Qué estabas haciendo?
- Me iba a duchar.- dije mientras cerraba la puerta una vez entró.
Al darme la vuelta le vi con una sonrisa de maldad y antes de que saliera corriendo él ya me había agarrado por l cintura y me llevaba en su hombro hasta el baño. Mientras pataleaba y pedía que me bajara cerró la puerta y por fin me bajó.
- Déjame salir.
- No.
- Pedro...
- Dilo otra vez.
- ¿El qué?
- Mi nombre.
- Pedro.- él negó y yo sonreí.- Pedrito.
Él me sonrió y me llevó hasta la ducha, abriendo el grifo y dejando que los dos nos mojáramos. Reímos hasta que terminó por interrumpir mi risa besándome y apoyándome en la pared del baño.
- Te echaba de menos.
- Y yo a ti.
- Te amo.
Al principio me chocó aquella frase. Hacía tanto tiempo que no la oía que no estaba acostumbrada. Pero me encantó oírlo y más de él y mediante un susurro tan cerca de mis labios.
- Yo también te amo.
Él sonrió y terminó por acabar la distancia, volviendo a unir nuestros labios mientras el agua caía. Me dejó minutos después por fin ducharme y salir vestida como iría hoy.
- ¿A qué hora es?
- A las seis.
- Entonces me da tiempo a una siesta.
Reí y me senté a su lado en el sofá, quitándole el móvil de las manos para besarle. No sabía que le echaba tanto de menos. Dejé el móvil en la mesa y seguimos así hasta que sonara la puerta. Me levanté y fui a abrir.
- Buenos días, ¿Preparada para ver a Lucas?
- Claro.
- ¡Hombre, Pedrito!
- Marco.- Pedro se levantó a abrazarse con él.- ¿Cómo te va?
- Bien, bien, como siempre, ¿Qué haces aquí?
- Vine para ver a Lucas.
- Oh, qué bonito.- Marco me miró y sonrió.- Que buen gusto tienes eh.
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¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)
FanfictionNuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve...