Capítulo 60

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- Ya voy, ya voy.

Corrí por la escalera hasta la puerta. Me acababa de levantar y estaba preparándome para ducharme ya que hoy era la actuación de Lucas por la tarde. Al abrir la puerta mis pies se quedaron clavados en el suelo y mis ojos se abrieron como mi boca, sorprendida por lo que veía.

- ¡Pedrito!

- ¡Giovanna!

Le abracé con fuerza, aferrándome a su camiseta y pegándome a su cuerpo lo máximo que podía. Por lo único que me separé de él era para besarle y poder sentir de nuevo como mi mundo se tranquilizaba y se relajaba.

- ¿Qué haces aquí?

- Me dijiste que Lucas actuaba, ¿No?

- Y viniste a verlo.- asintió con la cabeza y sonreí.- De verdad, que buen gusto tengo a veces.

Él rió y le interrumpí volviéndole a besar mientras pasaba mis brazos alrededor de su cuello y me ponía de puntillas. Ignoré completamente el sabor a tabaco de su boca, no era momento de reproches.

- ¿Qué estabas haciendo?

- Me iba a duchar.- dije mientras cerraba la puerta una vez entró.

Al darme la vuelta le vi con una sonrisa de maldad y antes de que saliera corriendo él ya me había agarrado por l cintura y me llevaba en su hombro hasta el baño. Mientras pataleaba y pedía que me bajara cerró la puerta y por fin me bajó.

- Déjame salir.

- No.

- Pedro...

- Dilo otra vez.

- ¿El qué?

- Mi nombre.

- Pedro.- él negó y yo sonreí.- Pedrito.

Él me sonrió y me llevó hasta la ducha, abriendo el grifo y dejando que los dos nos mojáramos. Reímos hasta que terminó por interrumpir mi risa besándome y apoyándome en la pared del baño.

- Te echaba de menos.

- Y yo a ti.

- Te amo.

Al principio me chocó aquella frase. Hacía tanto tiempo que no la oía que no estaba acostumbrada. Pero me encantó oírlo y más de él y mediante un susurro tan cerca de mis labios.

- Yo también te amo.

Él sonrió y terminó por acabar la distancia, volviendo a unir nuestros labios mientras el agua caía. Me dejó minutos después por fin ducharme y salir vestida como iría hoy.

- ¿A qué hora es?

- A las seis.

- Entonces me da tiempo a una siesta.

Reí y me senté a su lado en el sofá, quitándole el móvil de las manos para besarle. No sabía que le echaba tanto de menos. Dejé el móvil en la mesa y seguimos así hasta que sonara la puerta. Me levanté y fui a abrir.

- Buenos días, ¿Preparada para ver a Lucas?

- Claro.

- ¡Hombre, Pedrito!

- Marco.- Pedro se levantó a abrazarse con él.- ¿Cómo te va?

- Bien, bien, como siempre, ¿Qué haces aquí?

- Vine para ver a Lucas.

- Oh, qué bonito.- Marco me miró y sonrió.- Que buen gusto tienes eh.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now