- Mira mamá, Copito.
- No le hagas daño eh.
- No, no.
Dejé a Zoe correr detrás de Copito y Lucas fue al baño. Caminé por la casa hasta encontrarme a mi hermano cocinando. Le sonreí y me acerqué a él, quedándome a su lado.
- ¿Qué tal ayer el partido?
- Bien.
- Ganaron, ya lo vi.- desvió su mirada y me sonrió.- ¿Qué hicieron luego? ¿Se fueron de fiesta?
- Yo sola, me fui a casa de Higuaín.
- ¿Y cómo volvieron a casa? ¿Llamaron a un taxi?
- El taxi Dybala.
- ¿Paulo os llevo?- dejó de hacer lo que estaba haciendo y se cruzó de brazos.- Gio...
- Me besó.
- ¿Qué?
- Y le besé.
- ¡¿Qué?!
- No sé qué pasó, ¿Vale? Estábamos quietos, despidiéndonos y por cualquier cosa no podíamos irnos.
- Y se besaron, no había otra cosa que hacer.
- Yo...
- ¿Tú qué? ¿Me vas a decir que no querías?
- En ese momento quería, luego yo terminé con eso.
- Ya, terminaste.
- Sí, ¿No me crees?
- Lo que no me creo es que después de lo que te hizo, después de cómo lo dejaste, después de dejarlo con Pedro al que se supone que quieres mucho y ahora, que ves que no ha cambiado, vas y se besan.
- No eres quien para decirme lo que me estás diciendo.
- ¿A no? Pensaba que era tu hermano mayor, quien te tiene que proteger.
- Esto no es proteger, es meterte en mi vida privada.
- ¿Te gusta?
- ¿Qué?
- Que si te gusta.
- ¿Dybala?- asintió.- No, claro que no, ya sabes que me hizo.
- Yo lo sé, ¿Tú lo sabes?
- No ti...
- Pablo, ¿Y Stella?- preguntó Lucas, interrumpiéndonos.
- Trabajando.
- Voy con Zoe.- le sonreí y se marchó.
- ¿Vamos a poder comer en paz o tendremos que irnos?
- Aún no me has respondido.
- ¿A qué?
- ¿Sabes lo que te hizo?
- Sí, me engañó, me dijo que nos quería y en realidad quería sólo al fútbol.
- Pues ya está.
Le miré seria y él siguió cocinando como si no estuviera a su lado. Resoplé y salí de allí, yendo a preparar la mesa para hacer algo que no sea alimentar mi enfado pensando en lo que me dijo.
- Ciao.
- Ciao, Stella.
La saludé cuando entró y ella fue a la cocina a ayudar a mi hermano mayor mientras que yo jugaba con Zoe y Lucas se sentaba a jugar a un videojuego en mi móvil mientras acariciaba a Copito.
Nos sentamos después los cinco junto, comiendo mientras oíamos los chicos hablar sobre el colegio. Cuando terminamos, nos despedimos de ellos y fuimos andando a casa, donde no encontramos a Paulo en la puerta.
- ¡Papá!
Los chicos fueron corriendo hacia él, que les abrazó. Yo me acerqué lentamente y al estar cerca le sonreí levemente y él me devolvió el gesto, viendo como abría la puerta y dejaba a los niños entrar.
- ¿Qué haces aquí?
- Vine a verte.- le miré seria y él sonrió.- Es broma, vine a ver a Lucas, que pronto tiene partido.
- Oh ya...
- ¿Pasa algo?
- No, nada.
- Gio, se cuando mientes.
- La pena es que yo no sé cuando tú mientes.
- ¿A qué viene eso ahora?
- Nada, déjalo, ¿Quieres pasar y estar un rato o...?
- Gracias.
Aceptó algo confundido por lo que le acababa de decir, pero aún así entró y se fue a jugar con los chicos. Cuando los chicos se veían cansados, se despidió de nosotros y se marchó.
- Lucas.
- Dime.
- Ponte la chaqueta, que salimos a dar un paseo y luego, si queréis, vamos a ver a Marco, ¿Sí?
- Vale.
Zoe fue la primera en salir y la que eligió parque, jugando con su hermano y luego acabando en los columpios, como siempre, mientras que su hermano descansaba a mi lado.
- Lucas.
- ¿Qué?
- ¿Cuándo vas a decirle a tu padre que no te gusta el fútbol?
- ¿Te ha dicho algo él?
- Sí, que tienes pronto un partido.
- Mamá...
- Llevamos meses así, viéndote jugar sin ganas y yo no digo que seas malo, pero si fuera la entrenadora no serías titular.
- Ya lo sé, mamá, pero cuando voy a decírselo no puedo.
- Entonces déjame que yo lo haga.
- ¿Cuándo?
- La próxima vez que le vea, quizá antes de ese partido.
- ¿Me prometes que no se enfadara?
- Claro que no se enfadara, no seas bobo.
Le sonreí y él imitó el gesto, volviendo con su hermana. Y después, tal y como les prometí, fuimos a ver a Marco a su casa y fuimos a cenar juntos.
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¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)
FanfictionNuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve...