Capítulo 44

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Paul

Me separé de Harry y suspiré profundamente. Sonreía, pero no me sentía feliz. Después del beso de John, ningún otro iba a satisfacerme jamás.

—Harry, hay algo más que quiero decirte —por fin sentía el valor necesario, aunque no sabía cómo lo había conseguido—. Verás, si nosotros estamos llevando las cosas con calma, creo que lo mejor sería que durmiéramos separados.

— ¿No te gusta dormir conmigo? —Hazza frunció el ceño, parecía que mi pregunta lo había ofendido mucho.

—No es eso —negué con la cabeza—, lo único que quiero es que llevemos las cosas con calma, y eso implica dormir separados.

—Está bien, tendremos una relación tan casta como tú quieras, Paulie.

El gruñido que emitió John en ese momento me tomó por sorpresa. Las disculpas de Harry y todas sus súplicas de que lo perdonara me habían hecho olvidar el verdadero motivo por el que estaba en la cocina: calentar comida para John.

— ¿Van a seguir con esto, o será que ya puedo cenar en paz? —preguntó John. Me separé un poco más de Harry, antes de comenzar a buscar la comida en el refrigerador para calentarla.

El ánimo de John pareció cambiar radicalmente después de eso, simplemente se sentó frente a la mesa y comenzó a esperar la comida con el ceño fruncido. Casi parecía irreal que tan solo unos momentos antes hubiéramos estado riendo.

— ¿Puedes calentarme algo a mí también, cariño? —habló Harry. John carraspeó tan fuerte que creí que se haría daño en la garganta, pero para suerte de Hazza, su teléfono comenzó a sonar. Miró la pantalla del artefacto durante un segundo antes de contestar.

—Hola, James —habló Harry, despertando mi interés. Generalmente no ponía atención a las llamadas que recibía, pero con James tenía el instinto de escuchar todo lo que tenía que decir. Ese sujeto seguía inquietándome un poco.

—No, no le he dicho nada —continuó Hazza—. Ya te dije por qué no es una buena idea, James. Intentamos ser discretos... Sí, yo le digo... Sí, vamos a pensarlo. Gracias, James.

Harry terminó la llamada y volvió a colocar su celular sobre la mesa.

— ¿Qué quería? —pregunté sin poder contenerme.

—Nada importante —Harry se encogió de hombros—. Ayer me dijo que haría una fiesta en su casa y que quería que fuéramos, pero no creo que sea una buena idea. Aparentemente serán pocos invitados, pero no sé qué tan riesgoso sería que alguien más te vea a ti y a John en el futuro.

—No creo que vaya a pasar algo malo, Hazza —sonreí un poco—. Pasamos demasiado tiempo encerrados en la casa, creo que tener algo de diversión no nos haría daño. Tenemos que ir a esa fiesta.

Harry se cruzó de brazos y me miró directamente a los ojos, como si estuviera analizando algo en ellos.

—De acuerdo —alzó las cejas—, iremos a esa fiesta sólo porque no quiero que este día termine siendo el peor día de tu vida por mi culpa.

...

—Sigo sin comprender cómo fue que terminé saliendo con ustedes dos —se quejó John, abrochando el último botón de su camisa—. Todo lo que tengo que hacer para conseguir una chica.

Rodé los ojos. Desde que había convencido a Harry de ir a la fiesta, John había dedicado todas las horas restantes para quejarse de haber sido "arrastrado" a salir con nosotros, aunque ambos sabíamos que se moría por aire fresco y por convivir con otras personas. Simplemente era su orgullo hablando.

Now and Then [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora