Capítulo 59

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John

Era difícil aceptar que pasaría cuatro días alejado de Paul, aunque eso no fuera realmente cierto. Vería a Paul del futuro dentro de dos días, pero no era lo mismo. Con un solo viaje de ocho horas, dejaría atrás a Paul de 19 años para enfrentarme a Paul de 75; era una retorcida manera de pensar en un viaje en el tiempo.

Y, para hacer todo más raro, lo haría acompañado de Ricitos.

Él no parecía muy preocupado por toda la extrañeza de la situación, simplemente permanecía sentado a un lado mío, con su celular en la mano mientras esperaba que el avión despegara.

La azafata se colocó frente a todos y comenzó a dar instrucciones sobre dónde encontrar las mascarillas de oxígeno en caso de ser necesarias, y cómo actuar frente un desastre. Presté atención con un poco de pánico hasta que noté que Harry seguía enfrascado en su celular, mandando mensajes de texto.

— ¿No deberías escuchar esto? —le pregunté.

Durante el vuelo de la Ciudad de México a Londres, había estado demasiado molesto con Paul como para percatarme de que había sido mi primera vez viajando en un avión, pero ahora que no tenía su presencia para canalizar mis emociones, el pánico comenzó a apoderarse de mí con la idea de morir ahí.

Harry levantó su vista del celular y me miró.

—Sé todo, lo repiten en todos los vuelos —Harry se encogió de hombros—. He pasado demasiado tiempo volando como para preocuparme por ello.

Después de eso, Ricitos regresó su vista hacia el celular, donde tecleó rápidamente un par de palabras antes de apagarlo y comenzar a abrochar su cinturón, como indicó la azafata. Abroché el mío con torpeza, pero no lo suficiente como para que Harry lo note.

— ¿Con quién hablabas? —le pregunté a Ricitos.

—Con James, cosas del trabajo, tú sabes —asentí, como si de verdad me interesara qué era lo que estaba discutiendo de su trabajo, cuando la verdad era que todo lo que quería saber era si había estado hablando con Paul o no.

A veces me sorprendía la madurez con la que sobrellevaba la presencia del exnovio de Paul en nuestras vidas, aunque no era como que tuviera más opciones de compañía.

— ¿Cuanto tiempo crees que les quede? —susurró Harry.

—Lo dices como si estuviéramos muriéndonos —contesté, intentando sonar cómico—. Al menos, Paul no lo está haciendo.

Intenté sonreír al recordar que yo ya no existía en ese mundo, pero no era algo que me agradara demasiado.

—A veces me gustaría quedarme aquí con Paul, ¿sabes? —Harry giró a verme, con evidente curiosidad—. Cuando volvamos al pasado, todo se complicará, quizá nos lleven a prisión si nos descubren. Sin lugar a dudas, mi tía me echará de mi casa.

Solté una risita, imaginándome lo molesta que se pondría Mimi cuando se enterara que estaba saliendo con un hombre.

— ¿Y entonces porque no se quedan aquí? Prometo ayudarlos a establecerse, y a recordar las cosas que olviden —ofreció Harry.

—No creo que funcione así —negué con la cabeza—. A mí me da igual olvidar mi pasado, creo que hasta sería bueno para mí sacarme de encima todos mis traumas, pero sé que Paul odiaría olvidar a su familia. A su mamá, especialmente.

Nos quedamos en silencio cuando el avión se puso en movimiento y comenzó a temblar ligeramente para despegarse del piso, poniéndome muy nervioso. Al final, solo me quedé clavado en mi asiento hasta que todo se estabilizó.

Now and Then [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora