Capítulo 18

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Paul

Una semana. Sólo eso me había bastado para conocer mejor a Harry y podía concluir con que no éramos tan diferentes en cuanto a personalidad, aunque él tenía un humor más extraño -que yo atribuía a la época a la que pertenecía- y yo no solía pasear desnudo por la casa. La primera vez que lo había visto de esa manera fue sumamente incómodo para mí, pero ahora estaba acostumbrado.

En cuanto a su manera de tratarme, Harry se comportaba como todo un encanto: se encargaba de que mi ropa estuviera limpia, preparaba la comida de los dos, me había dejado cambiar las cuerdas de una de sus guitarras para entretenerme y también me prestaba su celular o su computadora para revisar lo que había de nuevo en las redes sociales.

Estar conectado al instante con todo el mundo era una verdadera maravilla, aunque al parecer John no había tenido tanta suerte de encontrarse a alguien que lo introdujera a la tecnología del siglo XXI. Y me sentía un poco mal por ello, porque sabía lo mucho que él podría disfrutar de los dispositivos que Harry tenía.

—Paul... —Harry había llegado de una de sus largos paseos por la ciudad y se encontraba en la puerta de mi habitación.

— ¿Y ahora qué? —pregunté, alzando la vista de su teléfono—. ¿Qué no ves que estoy un poco ocupado aquí? Muchas de tus fanáticas han estado haciendo preguntas en la aplicación del pajarito color blanco sobre el fondo azul...

—Twitter...

—Esa misma —le hice una seña para que se acercara y viera la pantalla—. Mira, he respondido todas las que he podido, pero no soy tan rápido con las teclas. Algunas preguntas son muy divertidas. Por ejemplo, esta chica de aquí, preguntó cómo te gusta pasar el tiempo en casa; así que le respondí: desnudo. Soy fantástico para esto, ¿no crees?

Alcé la vista del teléfono y pude notar que Harry estaba más rojo que un tomate en su mejor punto. Solté una pequeña risita y bajé la mirada al celular para seguir contestando preguntas; sin embargo, Styles me lo arrebató.

—Creo que es ya fue suficiente tiempo para que aprendieras a usar las redes sociales —guardó el celular en su bolsillo y yo me crucé de brazos—. Ya aprendiste con mis cuentas, pero ahora vas utilizar tus cuentas personales.

—Pero yo no tengo seguidores —rodé los ojos—, ¿qué se supone que voy a hacer? ¿Aburrirme? Además, yo no tengo celular, necesito el tuyo.

—Respecto a eso... —colocó una bolsa de regalo enfrente de mí—. Esto es para ti.

Tomé la bolsa de regalo y metí la mano para sacar una caja blanca que tenía la ilustración de un teléfono muy parecido al de Harry, en los costados podía leerse con letras plateadas "iPhone 7". Con mucho cuidado, abrí la fina envoltura y me encontré frente a frente con aquel objeto futurista del que ya me había enamorado: un celular. Lo encendí sin pensarlo dos veces y apareció la palabra "hola" en varios idiomas; luego tuve que configurarlo, y me sentí muy orgulloso de haberlo hecho sin la ayuda de Styles.

—Me encanta —salté de la cama con el celular en la mano y abracé a Harry—. Muchas gracias, es el mejor regalo que me ha dado en toda mi vida. Te lo juro: no puedo esperar para volver y mostrarle esta tecnología a todo el mundo, van a quedar impresionados.

—No creo que puedas llevarte algo así al pasado, Paul —se encogió de hombros y negó con la cabeza—. Quizá sea peligroso, ya sabes: si se altera el pasado, estarías cambiando el futuro también...

Comencé a explorar las aplicaciones de mi celular, pero ninguna llamó tanto mi atención como la cámara, así que fue lo primero que abrí. Enfoqué el rostro de Harry -mientras él me daba un largo sermón sobre por qué no era buena idea llevar un celular al pasado- y capturé el momento exacto en que parecía un retrasado mental. Solté una carcajada estruendosa, provocando que Harry frunciera el ceño y me mirara sin comprender la situación.

Now and Then [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora