John
A la mañana siguiente, abrir los ojos fue igual de difícil que despertar con una gran resaca, excepto que me encontraba completamente sobrio, y me dolían músculos en las piernas que no estaba seguro de saber de su existencia.
Cuando giré hacia mi derecha, Paul no lucía mejor que yo.
Tenía una gran parte de la espalda y el cuello llenos de marcas que yo mismo había hecho, además de que su cabello lucía como un desastre que apuntaba hacia todas direcciones. No podía ver sus piernas, que permanecían ocultas en las sábanas de la cama, pero tenía una idea bastante clara del estado en el que se encontraban.
El rostro de Paul permanecía enterrado en la almohada que abrazaba como si la vida se le fuera a ir en ello. Era obvio que ambos habíamos caído rendidos después de haber cumplido con nuestros planes de sexo sin interrupciones.
Me incliné a besar el hombro de Paul, antes de decidir que lo mejor que podía hacer era tomar una ducha y dejar descansar a mi novio; seguramente él se sentiría peor que yo cuando despertara.
Retiré la sábana que cubría mis piernas y comencé a caminar hacia el baño.
Cuando me miré en el espejo, tuve una extraña combinación de emociones; gran parte de mi cuerpo estaba hecho un desastre, tenía rasguños por todas partes, y marcas de los besos de Paul en el cuello y el abdomen, y eso sin mencionar que tenía rastros de semen bien sujetos a los vellos de las piernas e, incomprensiblemente, también un poco en el cabello.
—Dios, Paul —murmuré, dejando de lado mi reflejo y abriendo la llave del agua caliente.
...
Después de darme un baño y asegurarme de que Paul seguía durmiendo, decidí bajar a la cocina a tratar de preparar el desayuno, esperando no provocar un incendio.
A pesar de que estaba consciente de que hubiese sido una mejor idea calentar la pizza que permanecía intacta, no me parecía muy romántico alimentar a Paul con comida chatarra, por lo que después de un par de intentos, conseguí hacer unos hot cakes lo suficientemente decentes como para dárselos a mi novio.
Serví un poco de té, fresas en trocitos y jugo de naranja.
Sabía que no era un gran desayuno, pero era mucho mejor que pizza calentada en el microondas.
Subí las escaleras con todo el equilibrio del que era capaz, para finalmente encontrar a Paul despierto, envuelto en las sábanas de la cama y mirando su celular con una sonrisa extraña.
—Buenos días —le dije para hacerme notar. Paul giró a verme y de inmediato colocó su celular sobre la mesita de noche, girando para sonreirme.
—Comenzaba a preguntarme dónde estabas —contestó mi novio, tratando de incorporarse en la cama, sin embargo, no lo consiguió sin soltar un quejido. Me fue inevitable sonreír al recordar que Paul se encontraba así por mi causa.
Coloqué la charola con la comida sobre las piernas de mi novio y de inmediato sentí que todo mi trabajo estaba compensado al notar que Paul lucía aliviado por no tener que salir de la cama. Deposité un beso en la frente de mi novio y me senté a un lado de él.
—Espero que no sepa mal —comenté, mientras Paul comenzaba a partir los hot cakes. Después de la primera mordida, Paul solo se dedicó a comer en silencio, que de vez en cuando era roto por los pequeños sorbidos que le daba al té.
—Me estaba muriendo de hambre —me dijo Paul después de acabarse los hot cakes—. Creo que quemé muchas calorías anoche.
Solté una carcajada y asentí.
ESTÁS LEYENDO
Now and Then [McLennon]
FanfictionSé que es verdad, todo es por ti. De vez en cuando, te extraño. De vez en cuando, sé que es verdad para mí.