John
Nos detuvimos a descansar a un costado de la carretera, dejamos las mochilas en el suelo y Paul aprovechó para tomar agua y sentarse un momento, mientras yo analizaba una y otra vez el mapa que Stephen nos había dado, con el área donde debíamos asegurarnos de estar antes de la media noche.
La idea de volver a casa a la media noche del último día del año parecía bastante poética.
— ¿Todo bien? —me preguntó Paul desde el piso.
Solté un suspiro, doblé el mapa y me senté a un lado de mi novio, robándole un poco de agua. Ambos estábamos exhaustos cuando llegamos a la zona de Francia que Stephen había marcado para nosotros en un mapa.
—Creo que ya llegamos a donde debíamos —Paul pareció aliviarse de no tener que seguir caminando, se dejó caer sobre las mochilas y soltó un suspiro.
—Comenzaba a creer que ibas a hacerme caminar toda la noche —gimió, cruzando sus brazos sobre su pecho para mantener el calor. A juzgar por el descenso de la temperatura, ya era muy tarde—. Tengo frío, John.
No tenía una idea certera de qué hora era, pero estaba bastante seguro de que si teníamos que pasar más de dos horas a la intemperie, Paul y yo íbamos a morirnos de frío antes de llegar a casa.
—Deberíamos hacer una fogata para calentarnos —sugerí antes de tomar dos ramas que estaban cerca de nosotros para mostrárselas a mi novio—. Hay muchas como estas, supongo que servirán de algo, ¿no?
— ¿Sabes hacer una fogata? —preguntó.
Negué con la cabeza y le entregué las ramas.
—Tú sabes, fuiste Scout.
Paul miró las ramas en sus manos como si se tratara de objetos sin sentido antes de dirigirme una mirada con todavía más confusión. Tragué saliva al darme cuenta de que no recordaba nada de eso.
—Vamos, no puede ser tan difícil —lo animé con una sonrisa—. Puedes hacerlo, sólo... frota las ramas o algo por el estilo. Inténtalo.
Mi novio se levantó y comenzó a juntar más ramas para nuestra fogata. No me pidió ayuda, de cualquier manera me sentía demasiado cansado como para levantarme a recoger algo. Observé con felicidad todas las veces en que se agachaba porque su pantalón se ajustaba y me permitía ver su enorme trasero.
—Soy un hombre con suerte... —murmuré para mí mismo.
Paul siguió recolectando ramas hasta que ni una más cabía en sus amplias manos, volvió a mi lado y dejó todas en el piso para después quebrar las más grandes. Lo ayudé a acomodarlas, esperando que quedara igual que la última vez. No podía estar del todo seguro, mi memoria también estaba fallando.
—Tengo un encendedor —Paul buscó en su mochila hasta sacar el objeto con orgullo—, supongo que así será más fácil, ¿no? Sólo encendemos las ramas de arriba y ya está.
Tomó una de las ramas más grandes y encendió el fuego para después acercarlo. Pasó al menos un minuto con el pedazo de madera expuesto al calor, pero el objeto parecía resistirse a ser abrasado. El orgullo del rostro de mi novio fue reemplazado por decepción, no estaba acostumbrado a que las cosas le salieran mal.
—No creo que puedas prender esa rama con un simple encendedor, es demasiado gruesa, cariño —hice un esfuerzo sobrehumano para no reír con los esfuerzos de Paul para encenderla—. Intenta con una rama más delgada, quizá sea más fácil.
Me recosté de lado en el pasto para continuar observando a mi novio. Dejó la rama gruesa con las demás y tomó la más delgada para repetir el procedimiento con el encendedor. Aunque al principio parecía que tampoco funcionaría, el fuego comenzó a abrasar la madera después de un par de minutos. Paul sonrió y la colocó en un buen lugar para que las llamas no se extinguieran.
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Now and Then [McLennon]
FanfictionSé que es verdad, todo es por ti. De vez en cuando, te extraño. De vez en cuando, sé que es verdad para mí.