Now and Then [McLennon]

Capítulo 58

Paul

Fue extraño regresar a casa de Harry solo, pero me había servido para meditar sobre todo lo que había hecho mal en el pasado con el rizado. Él compartió conmigo aspectos de su vida que eran complicados y dolorosos, me invitó a vivir como un rey, cumplió mis caprichos e intentó convertirse en la persona perfecta para mí; yo me aproveché de él, le mentí, lo ilusioné y destrocé su frágil corazón.

Estacioné el auto en el garage de la propiedad y bajé para entrar a la casa. Me dejé caer sobre el sofá, momento en que comencé a pensar todavía más en Harry y en su horrible racha amorosa. Me mordí el labio y cerré los ojos, sabía que era imposible modificar mis acciones del pasado, pero podía hacer mucho en el presente. Quería ser una buena persona, no como mi estúpida versión del futuro.

El problema era que no se me ocurría nada que pudiera funcionar.

Harry tenía muchos amigos, pero ninguno lucía como un candidato a convertirse en algo más para el rizado, así que la idea de conseguirle una pareja estaba casi descartada. Por otro lado, Hazza era un hombre que se pasaba la vida elogiando a las otras personas, pero era muy reservado en el aspecto romántico.

Abrí los ojos y me senté, completamente frustrado ante mi incapacidad de pensar algo que sirviera. Mi mirada se fijó en la serie de retratos que decoraban el rincón de la habitación y, por vez primera, decidí acercarme a ellos para analizarlos con detenimiento.

El primer retrato mostraba a Harry junto a su hermana Gemma, ambos sonreían; la segunda fotografía parecía ser más antigua, un hombre con lentes y una mujer con los mismos rasgos de Hazza sonreían mientras el rizado miraba a la cámara con una expresión seria en el rostro, su cabello llegaba hasta sus hombros; el tercer retrato contenía a cinco chicos en lo que parecía ser un escenario. Sonreí, Harry se veía radiante junto a los otros cuatro.

Había un cuarto retrato, oculto ligeramente detrás de los otros tres, pero aún así podían verse los rostros de alegría de Harry y de un chico cuyos ojos eran demasiado azules. La mirada de Hazza estaba fija en él, por lo que intuí que se trataba del famoso Louis Tomlinson. Tomé la fotografía y fruncí el ceño, sin entender cómo era posible que hubieran terminado tan mal.

Apreté el marco de la fotografía con fuerza cuando las ideas conectaron en mi cerebro: Harry todavía lo amaba y Louis aún se preocupaba por Hazza. Quizá sólo necesitaban una pequeña ayuda de un amigo para poder ser felices de nuevo, yo necesitaba hacer feliz al rizado para dejar la culpa atrás. Antes, el querer contactar a Louis sólo había sido producto de mis celos, pero ahora quería hacerlo con otras intenciones.

Regresé el retrato a su sitio antes de subir las escaleras a toda velocidad para después ingresar a la habitación que John y yo compartíamos.Rebusqué en mis cosas hasta que encontré el papel que mi mejor amigo me había dejado conservar.

Extraje mi Iphone del bolsillo de mis vaqueros y tecleé el número que pertenecía a Louis, pero no me atreví a realizar la llamada al instante. Tenía miedo. Temía que él no quisiera reunirse con Harry, que el rizado se incomodara con la idea de que sus dos exnovios habían hablado sobre él, o incluso de que se tratara de un número falso.

Suspiré profundamente y tomé el valor necesario para iniciar la llamada. Únicamente sonó tres veces antes de que una voz delicada y aguda atendiera con un simple:

— ¿Hola?

Abrí la boca para decir algo, pero las palabras se negaron a salir. ¿Qué podía decirle? ¿"Hola, soy el exnovio de tu exnovio"? Tragué saliva y dejé que el silencio reinara en la conversación. Decirle que quería que volviera con Harry no parecía ser la opción más adecuada tampoco.