Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《

El casi beso

Los tres siguientes meses pasaron volando, salía con Mandy casi todos los días al salir de la universidad.

Íbamos al cine, a comer helado, a comprar comida y a caminar por la plaza.

Las tareas y trabajos se hacían más pesados cada vez más y las clases más cargadas de información.

Trataba de llevar todo al día y entregar mis trabajos a tiempo.

Y en cuanto a él, no lo determinaba, me enviaba mensajes todas las noches con emojis, pero ni siquiera los abría.

Tyler sabía el porqué de mi actitud, la última vez que había hablado con él, había sido tan cobarde que no asumió su conversación conmigo.

Me costaba no verlo, si estaba a mi lado todos los días, pero me concentraba en mi nueva amiga y en mis estudios.

Hasta que un día, caminaba hacia el baño y sentí que me observaban, volteé y no ví a nadie.

Volvía a voltear hacia al frente y entonces lo encontré.

Estaba viéndome fijamente.

─Hola fea, no puedes ignorarme para siempre.

Sus ojos me hacían volar, me encantaba mirarlo.

No respondí.

─¿Porqué me miras así?- preguntó─ ¿será porque te gusto? ─su sonrisa se ensanchó.

Mis mejillas se tornaron de color rojo intenso. ¿Era tan obvia?

─No, como va a gustarme un chico del tipo como tú─Le dije aunque sabía que estaba mintiendo.

─Ah si, a ver ¿de qué tipo soy yo? ─preguntó interesado en mi respuesta.

─Eres egoísta, eres un chico rico y malcriado que solo juega con el corazón de las tontas que se fijan en ti─ espeté sin remordimiento alguno.

─Veo que me has analizado bien estos meses ─dijo lentamente.

─Pues si. Eres tan engreído que eso se nota a kilómetros.

─Ahora yo te diré lo que veo en tí. Eres una niña insegura, que se refugia en sus libros, eres aburrida y no sabes divertirte.

─Si eso ya lo había escuchado, y por cierto, no seré una ¿nerd?─ le dije dolida.

─Oh, Anne─ se ruborizó. Era la primera vez que lo veía apenado.

─Te diré algo Tyler, no me gustas ni me gustarás, conozco los de tu tipo y sé que no crees en el amor, las chicas para tí son un juego─ le dije haciendo enfásis en la palaba amor.

─Pues si, tienes razón. No creo en el amor.

Sin darnos cuenta una chica iba corriendo y se tropezó con mi espalda, tirándome hacia el frente quedando a solo centímetros de distancia de Tyler.

─Lo siento─ dijo la chica.

Nos quedamos así un par de segundos, minutos tal vez, él me miraba y yo a él. Sentía una conexión con sus ojos, era tan lindo, su olor me enloquecía.

Y él solo me miraba, observaba cada movimiento de mis facciones. Sentía su respiración.

Puso su mano sobre mi espalda y la otra en mi mejilla.

Estaba soñando tal vez, pero sentía que se acercaba cada vez más, la distancia se acortaba y mi respiración también.

Cerré mis ojos, el cerró los suyos, nos quedamos así.

Sonó el timbre de cambio de hora y ese sonido nos sacó de ese mágico momento.

Salí corriendo hacia el baño, que estaba pasando conmigo, no podía creerlo, si no hubiese sido por ese timbre, mis labios se hubieran unido con los suyos. Tyler provocaba tantas sensaciones en mí, lo detestaba pero a la vez me gustaba sentirlo cerca.

Odiaba su actitud egoísta pero me gustaba cuando me hablaba con su voz grave y su sonrisa, ni hablar de ella, me encantaba.

¿Que pasaría despúes, como iba a mirarlo luego de lo que había sucedido?

Pregunta tras pregunta rondaban mi cabeza, estaba encerrada en el baño, un mensaje de WhatsApp llegó a mi celular.

Era él, mi respiración se volvió más rápida, lo abrí.

¿No que no te gustaba?

Decidí no responder, es que no sabía la respuesta o tal vez si, pero aún no convencía mi cabeza de la respuesta que mandaba mi corazón.

Otro mensaje llegó.

No digas nada ¿si? Te espero a las 6 en la plaza central. Claro si no te gusto no irás.

Miré incrédula mi celular, ¿Tyler Jhonson me estaba invitando a salir, a mí, a la fea?

Estaba nerviosa, mis manos sudaban. No respondí sus mensajes, aún no sabía si iría.

No sabía si contarle o no a Mandy sobre lo que había pasado, sabía que ella me regañaría porque me lo había dicho desde el principio.

Pero necesitaba contarle a alguien, llamé a mi hermana.

─Hola Brianna, hermanita.

─Hola nena. ¿como estás? Ya casi ni me llamas. Claro con eso de que ahora me cambiaste.

─No seas rencorosa pequeña, tu siempre serás mi primera mejor amiga.

─Jumm es que quiero ser la única.

─No seas celosa hermanita.

─Jajaja es broma Anne, me alegra mucho que tengas una amiga. Ambas sabemos lo difícil que ha sido para tí encontrar una.

─ Si hermanita además para que no seas tan celosita te contaré algo que ella no sabe aún.

─Oh waoo tendré la exclusiva─ dijo riendo, me la imaginé dando vueltas como loca.

─Es que un chico me invitó a salir hoy, pero no sé si deba ir.

─¿¿Qué?? ─ahora sí, sin duda estaba dando vueltas.

─Es que él me ha dicho varias veces fea y se ha reído de mí. Pero hoy estuvimos a centímetros de besarnos y me siento tan confundida, sabes que en esto del amor yo no tengo experiencia.

─Hermanita, ¿te acuerdas de una frase que siempre mamá nos decía cuando nos peleábamos?

─ No, pequeña, no lo recuerdo.

─Del odio al amor hay un solo paso─ dijo tratando de imitar la voz de mamá.

Me causó tanta gracia que empecé a reír.

─Entonces ¿dices tú qué debo ir?

─Pues si hermanita corréle, no sabes si el destino te está dando una oportunidad de conocer a tu príncipe. No la dejes ir y si no es así solo ganarás experiencia para cuando llegue el indicado.

─Gracias Brianna, doctora de corazones─ dije con una sonrisa.

─Ahora, ve y ponte guapa, un galán te espera.

(...)

Estaba en una confusión mental, sabía que si iba le confirmaría que me gustaba, pero si no iba me arrepentiría por haber perdido una oportunidad del destino.

Cerré los ojos y escuché mi corazón. Iría, era una aventura nueva para mí, una cita, nunca la había tenido.

No soy de arreglarme demasiado, me gusta ir siempre al natural. Decidí dejar mi cabello suelto, era lacio y se recargaba en mis hombros, me puse un leggins negro, una blusa blanca y mis zapatillas negras, un poco de polvo, rubor, lápiz en mis ojos, rímel en mis pestañas y brillo en mis labios, adorné mi cabello con una diadema con brillantes, pulseras en mis muñecas, un poco de perfume y ya estaba lista.

Tomé mi cartera, guardé algo de dinero y salí de mi departamento.

No sé que pasaría, pero esperaba que fuera algo bueno.

Salí en busca de mi destino.