¡Es positivo!

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Narra Anne.

Un hijo, sería una bendición, una alegría infinita, pero debía estar segura para darle a Tyler la noticia.

Aunque la duda seguía en mi cabeza; yo tomaba las pastillas anticonceptivas, seguramente era uno de esos días del ciclo menstrual en los que te levantas con el vientre abultado...¿Menstruación? Miré el calendario de mi celular, ¡oh! Hacían quince días tendría que haber llegado, el mismo tiempo desde que llegamos a casa, se me había olvidado con todo lo de la llegada a Hawái y el mar, pero no podía ser... ¿o tal vez si?

─Cariño, ya llegué─dijo Tyler entrando al baño─¿Me estabas esperando?─dijo al verme sin entrar al baño.
Estaba nerviosa y muda, no sabía si contarle de mis sospechas o no. Decidí la segunda opción.
─¿Cómo estuvo el entrenamiento hoy cariño?─le pregunté tapándome con la toalla para ocultar mi vientre.
─Muy arduo, pensé quedarme más tiempo. Pero pensé que tal vez te gustaría ir a comer afuera y me regresé─se metió a la ducha.
─Sí mi amor claro que sí, pero tengo que ir a una farmacia.
─¿Qué pasa princesa? ¿Estás mal?─preguntó alarmado asomándose por la puerta de la ducha.
─No, no...─era mi momento para decirle, pero las palabras que salieron fueron─he seguido con náuseas y creo que debo ir por medicamentos para el estómago.
─Bueno yo te acompaño─dijo inmediatamente.
─No─salté─quiero decir, eh puedo ir sola cariño, tal vez puedas ir al gimnasio mientras que...
─¿Pero estás bien? Te ves algo pálida─preguntó preocupado.
─No te preocupes cielo, es solo mi estómago que no le cayó bien la ración de mariscos de anoche─traté de tranquilizarlo.
─Bueno, ven vamos a bañarnos que nos vamos─sonrió.

(...)

─¿Estás segura de qué no quieres la prueba?─preguntó la farmacéutica.
─Emmm─dudé─mejor sí─le dije nerviosa. Todo eso me recodaba al tiempo en qué yo era las que hacía esas preguntas.
─Bien, si quieres puedes hacértela aquí en el baño.
─Sí─asentí y la seguí para llegar al baño.

(...)

─¡Es positivo!─exclamé.
─¡Felicidades!─dijo la farmacéutica.
─Muchas gracias─le dije sonriendo y metiendo la prueba con las dos rayitas en mi cartera.
─No te imaginas cómo salen las chicas de ese baño, algunas llorando a más no poder, otras golpeándose la cabeza y otras como si no pasara nada, luego vienen y piden medicamentos según ellas, para algún familiar pero ambas sabemos que es para abortar. Pero son pocas como tú que salen sonrientes.
─Si lo sé, tengo experiencia atendí una farmacia.
─Bueno ya sabes de que te hablo. Pero ¡Enhorabuena! Espero seas muy feliz con ese hijo que esperas.

(...)

Llamé a mi mamá inmediatamente después de salir de la farmacia y subirme al auto.
─¡Anne, que alegría escucharte!─dijo alegremente.
─Mamá, ¡vas a ser abuela!─le dije emocionada.
─¿¿Enserio?? ¡Qué alegría! ¡Voy a tener un nieto!
─Sí mamá, acabo de enterarme.
─¿Qué ha dicho Tyler? ¿Está feliz?─preguntó.
─Precisamente de eso te quería hablar. Quiero darle una sorpresa, pero quiero que viajemos allá. Necesito que si hablas con él no digas nada y cuando lleguemos hagas como si no sabes. Tengo un plan.
─Si, lo que digas hija. Te escucho. ¡Un bebé!─dijo emocionada que hasta yo escuché sus pasos bailando.

(...)

─Cariño, he estado pensando y quiero viajar a París─ le dije recostada en su pecho.
─¿Pero ahora?─preguntó extrañado.
─Sí cielo, quiero ver a nuestras familias. Hace un año que no los vemos más que por la computadora y me hacen falta─dije haciendo pucheros e incorporándome.
─Pero si faltan dos meses para irnos, ¿porqué ahora princesa?
─Necesito verlos mi amor, porfis dime que sí─empecé a llenarlo de suaves besos por toda su cara desde la frente hasta la boca.
─Así no me puedo negar─dijo correspondiéndo mi beso─A propósito, ¿pedimos pizza?

¿Pizza? Solo pensar en el queso derretido y el olor... ¡buah! Corrí al baño.
─¿Cariño, qué pasa?─Tyler me siguió.
Recogió mi largo cabello nuevamente.
─Aún mi estómago está débil─dije recuperándome y cepillándome los dientes.
─Pero ¿compraste los medicamentos, verdad?
─Ah los medicamentos─dije nerviosa, no sabía mentir─sí, si los compré pero al parecer no me están sirviendo. Pero ya me siento mejor, eso se me pasará─le dije sacándolo del baño.
─¿Pero estás segura? ¿No quieres ir a una clínica o un hospital?
─Estoy bien cariño─lo abracé, si supiera que llevo en mi vientre un hijo de los dos.

(...)

Narra Tyler

Anne estaba actuando muy extraño, se ponía nerviosa cuándo la veía desnuda y además ya no usaba traje de baño. No entendía nada de lo que estaba pasando.

Las náuseas y vómitos se hacían constantes, el asco por la pizza, que antes adoraba, era totalmente raro. Además de su antojo por el helado de chocolate. Podía comerse hasta un frasco entero.

Llegué a pensar en... no pero no podía ser, ella tomaba las píldoras, no creía que pudiera ser  eso, aunque me encantaría tener un hijo, un fruto de nuestro amor, un bebé que sacara los ojos de su hermosa madre.

─¿En qué piensas amor? Estás como en otro planeta─dijo Anne sonriendo.
─Pensaba en lo lindo que sería tener un hijo contigo─le dije alegremente.
Vi como se ruborizó y miró por la ventana del avión, estábamos a punto de aterrizar.
─Debe salir guapo como su papá─dijo con una sonrisa.
─Pero con los ojos de la mamá─rocé su mejilla y besé sus dulces labios, sentimos el motor del avión apagarse.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora