La graduación de Brianna

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Narra Anne.

─¿Llevas todo?─preguntó Mandy por quinta vez.
─Que si, ya te lo he dicho cinco veces─respondí.
─Veamos─dijo mientras sacaba todas las cosas de la maleta.

Estaba por salir a tomar el avión. Iría a la graduación de Brianna, mi pequeña hermana.
Tendría que viajar a Washington, ocho horas y media de vuelo.
─¿Lo ves? No llevas todo, falta el regalo─dijo Mandy.
─Oh si, el regalo─dije dándome una palmada en la frente.
Le había comprado un enorme peluche de unicornio. El problema estaba en cargarlo hasta allá.

Volvimos a meter todo a la maleta y salimos del departamento.

(...)

─Pasajeros con destino a Washington, el avión despegará en diez minutos─dijo una voz femenina por los altavoces del Aeropuerto de Beauvais.
─Debes subir ya─dijo Mandy.
─Cuídate mucho, nos vemos en dos días amiga.
Mandy se acercó y nos abrazamos.

Empecé a caminar hacia la pista y encontré el avión que iría hacia Washington.
Subí por las escaleras y tomé mi asiento, no era muy cómodo, porque era de una aerolínea de bajo costo.

(...)

─Pasajeros, aterrizaremos en cinco minutos─escuché lejanamente.
─Señorita estamos por llegar─dijo una mujer que venía a mi lado, tratando de despertarme de mi profundo sueño.

Cuál fue mi sorpresa al abrir mis ojos y encontrarme con Carol, la psicóloga.
─¡Anne! Que sorpresa─dijo emocionada.
─Carol, no pensé encontrarte aquí.
─Voy a visitar a T... a un amigo y ¿tú?─dijo nerviosa.
─Voy a la graduación de mi hermana─dije sonriendo.
─¡Oh vaya, que bueno Anne!

Sentimos el piso del avión vibrar, supuse que habíamos llegado.
Los pasajeros empezaron a bajar hasta que fue nuestro turno.
─Me alegra mucho verte Anne, saludos a tu familia, en especial a tu hermana─dijo despidiéndose con un beso en la mejilla.
─Adiós Carol, suerte con tu amigo─dije sonriendo y caminando hacia el lado contrario.

A unos cuántos metros vi a a mis padres saludarme con la mano y Hans que corría para ayudarme con la maleta.
─Hola pequeña, has cambiado mucho en estos años─dijo Hans y me dio un fuerte abrazo.
─Has crecido más mi gigante─solté una carcajada.

Caminamos hasta donde nos esperaban nuestros padres.
─¡Cariño!─Mamá fue la primera en acercarse y abrazarme.
─Mamá, cuánto te extrañé.
─Mi princesa─saludó mi papá con un beso y un abrazo.
─Papá, te extrañé tanto─dije emocionada.

Busqué a mi alrededor y no vi a Brianna.
─¿Brianna?¿Dónde está?─ pregunté.
─Está en el salón de belleza, la hemos dejado mientras veníamos a recogerte─dijo papá mientras caminábamos en busca de un taxi.

(...)

─¡Estás hermosa!─dijimos los cuatro al unísono.
─Gracias, son los mejores─dijo Brianna emocionda.
─Estamos muy orgullosos de tí─dijo papá.

Salimos de la casa, que por cierto era hermosa, el olor a hogar se sentía al entrar, todo en su lugar, era lindo volver a estar con mi familia después de tanto tiempo.

Brianna iba con su túnica reluciente y llevaba el cabello en ondas que caían sobre sus hombros.
Papá conducía, mamá, Hans y yo íbamos en la parte trasera del auto que le había prestado el hijo de sus jefes.

Llegamos al colegio, era muy grande, habían autos por todos lados y gente que entraba y salía.
Tardamos más de media hora encontrar un lugar donde estacionarnos y entramos.
─Brianna Prince─dijo una profesora haciendo señas para que se acercara.
─Tomen asiento─dijo amablemente un señor.
Nos sentamos mientras Brianna se acomodaba en el grupo de graduandos.

─Vaya vaya, eres la hermana doctora de Brianna. Igual de fea que ella─dijo una chica pelinegra que nos había visto llegar.
Sentí como me ruboricé, entonces Brianna también era objeto de burlas.
─Señorita Allen, usted no puede estar aquí, recuerde que no logró pasar sus materias. Debe quitarse la túnica y repetir el año─dijo una elegante señora que se le acercó por la espalda.
La chica se ruborizó mientras me miraba y las lágrimas se asomaban en sus ojos.
─Podremos ser feas, pero con honra. Además Brianna si se se va a graduar en cambio tú, debes repetir el año. Ah y un consejo, estudia más y juzga menos, te irá mejor en la vida─dije sarcásticamente.
La chica salió corriendo y se abrió paso entre la gente.
─Vaya hija has cambiado mucho─dijo mamá sonriendo.

(...)

─Prince Brianna─llamó el director.
Brianna se levantó de su silla y caminó lento pero con toda la seguridad.
Saludó a los profesores en la mesa y tomó su diploma.
Una sonrisa se esbozó en sus labios mientras lloraba de felicidad.

(...)

El jardín estaba decorado con mesas, sillas y globos. Y un gran pastel yacía en la mesa del centro. Los invitados estaban llegando y tomando sus puestos.
La comida estaba lista, olía delicioso, mamá cocinaba riquísimo.

─Bueno hermanita, nos veremos el próximo año en París─dijo Brianna.
─¿Cómo? ¿Irás a París?─dije atragantándome con una papa frita.
─¡Me han dado una beca para estudiar en la misma universidad donde estudias tú!
─¡Wao!¡Felicidades princesa! Viviremos juntas─dije sorprendida y la abracé.

(...)

─Estoy muy cansada, esto de organizar la fiesta y luego limpiar me dejó muy agotada─dijo mamá sentada en la sala.
─Cariño, debes ir a dormir─dijo amorosamente papá.
El celular de mamá sonó e inmediatamente contestó.
─¿Bueno?
Brianna abría los regalos que le habían traído los invitados.
─Si claro señora Emma, voy para allá─dijo mamá preocupada.
Colgó rápidamente y se levantó.
─¿Qué pasa cariño?─dijo papá.
─Le acaba de dar un ataque al señor Daniel, debo ir inmediatamente.
─Pero tu estás cansada mamá─dijo Brianna.
─Mamá iré yo─dije decidida.
─Pero hija, yo voy─protestó.
─Estoy capacitada para asistir a cualquier paciente mamá, ya falta poco para graduarme.
─Esta bien hija pero por favor avísame cualquier cosa─dijo mamá, su rostro mostraba cansancio y preocupación.
─Yo te llevo hija─se ofreció papá.
Tome mi abrigo y salimos, la noche era fría.

(...)

─Buenas noches busco a la señora Emma─dije nerviosa.
La casa era muy elegante, lujosa y era enorme. Todo estaba decorado con adornos finos y las luces y muebles se veía que eran de la mejor calidad.
─Dígame ¿qué quiere?─dijo altaneramente una señora elegante de cabello castaño.
─¿Es usted la señora Emma?─pregunté temerosa.
─ Si, soy yo. ¿Que quiere señorita?─Dijo mirándome con desprecio.
─Emma ¿sabes donde esta Tyler?─preguntó una chillona voz.
Ese nombre, una sensación extraña recorrió mi cuerpo.
─Salió hace como una hora cariño, iba a la casa de un amigo a estudiar y dijo que venía tarde─dijo Emma con una voz amable, totalmente diferente a la que me hablaba.

─Oh y ¿ésta quien es?─dijo y se acercó a la puerta. La pude ver, era una chica rubia, de ojos claros y tez blanca, iba vestida con ropa muy lujosa y joyas que parecían de oro. Esa era la novia y futura esposa del chico que les daba la mensualidad a mis padres. Uf que pesada era.
─Eso mismo es lo que le estoy preguntando─dijo Emma volviéndose a mí.
─Soy Anne Prince, hija de los señores Prince, mi mamá es la enfermera de su esposo. Soy estudiante de Medicina.
─Oh vaya y ¿entonces?─dijo groseramente.
─Mi mamá no ha podido venir y he venido en su reemplazo.
─Pues si es así, mejor llamo a mi hijo que también estudia Medicina─dijo sarcásticamente.
─ No la dejes entrar Emma─dijo la chica rubia.
─Señora Emma, el señor está muy mal─gritó una joven desde adentro.
─Pasa─dijo groseramente.

Entré y la chica rubia me miraba despectivamente.
Seguí a la señora Emma, hasta que se detuvo en la puerta del señor Daniel.
Estaba muy mal, no podía respirar, sus pulmones estaban muy débiles.
Le puse los inhaladores pero no daban resultado, así que conecté el oxígeno y traté de tranquilizarlo, le di medicamentos y poco a poco su respiración fue normalizándose.
─Bien, ya puedes irte─dijo la señora Emma─Ten─dijo extendiéndo un sobre con dinero.
─Muchas gracias pero guárdeselo a mi mamá.
─Deja de hacerte la santa, sé bien que quieres el dinero─dijo grosera.
─No, no lo necesito. Hay cosas más importantes que el dinero no puede comprar así como la salud de su esposo por ejemplo─solté, ya no podía contenerme.
─Vete de mi casa, grosera─gritó.
─Con gusto me voy─dije sonriendo irónicamente.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora