La boda: unión de amor

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Narra Anne

Y ahí estábamos los dos abrazados, mientras sacaban el cuerpo de Alice calcinado.

Yo solo sollozaba en los brazos de Tyler, me costaba creer que estuve a punto de morir.
Si no hubiese llegado Tyler, ese cuerpo que estaban sacando hubiese sido el mío. Me aterraba pensar en esa posibilidad, desde pequeña le tenía miedo al fuego.

─Aún no entiendo cómo sabías que estaba aquí─le dije a Tyler y me separé un poco para mirarlo a la cara.
─Pues, le he estado siguiendo la pista a Alice, o bueno, el investigador privado que contraté desde que caíste en coma. Me llamó, yo estaba muy preocupado, hasta pensé que te habías arrepentido. Se me hizo raro su llamada y contesté. Me dijo que tenía registros de qué Alice había vuelto a París y que le parecía haber visto a una chica con esas características, entonces la siguió y cuándo estaba cerca y te vio bajar de la limosina, supo que eran ustedes y decidió llamarme para avisarme del peligro que estabas corriendo.
─Tyler, gracias por salvarme─fue lo único que pude decir.
─Siempre, escúchame Anne, siempre te cuidaré. Discúlpame por dejarte ir sola a la boda, creí que te sentirías mejor.
─Al principio sí, pero luego ella se giró y...
─No volverá a hacerte daño mi princesa, ya estás a salvo.
─No quería que muriera, ella estaba enferma─sollozé.
─Sí, es una pena su muerte, pero tú no tienes la culpa, ella planeó todo esto. Ya cariño, olvidemos esto. Volvamos a la iglesia, nos están esperando─dijo amorosamente y me dio un beso.

(...)

─¿Cómo?¿Te quería matar?─preguntó alarmada mi mamá.
─Al parecer sí mamá, de no haber sido por Tyler...
─Ni lo menciones─saltó mi papá.
─Quédate quieta Anne, no te quiero manchar─protestó Mandy que me estaba maquillando nuevamente, habíamos tenido que mandar a lavar nuestras ropas debido al olor a humo.
─¿Entonces ella... murió?─preguntó tímida Brianna.
─Sí, de la misma manera en que quería matarme.
─Entonces se lo tiene bien merecido─dijo Mandy.
─¡Mandy!─la regañó mi mamá.
─Pienso que no debía haber muerto, con pagar en la cárcel era suficiente o en un manicomio, ella estaba enferma.
─Ya te están esperando─dijo Abbie entrando.

(...)

Entré por la puerta principal de la gigante iglesia, nuestra canción empezó a sonar por las grandes bocinas a los lados de las paredes.
Iba tomada del brazo del mejor hombre del mundo, que aunque me casara iba a seguir amando con todas las fuerzas de mi corazón.
Giró y se inclinó, para quedar frente a mis ojos.
─Voy a entregar a mi pequeña princesa, te deseo lo mejor hija y toda la felicidad del mundo─besó mi frente.
Las lágrimas amenazaban por salir de mis ojos, pero no podía volver a dañar el trabajo que tanto le había costado a Mandy.
─Te amo papá─le dije y volví a tomar su brazo para caminar hacia el altar.

Sentía las miradas sobre mí, todos me saludaban, estaban mis abuelos, mis tíos, tías y primos. Era el mejor día de mi vida.

La canción seguía sonando y mientras caminaba, los recuerdos pasaban como una película por mi cabeza, el refresco caer sobre la ropa de Tyler, mi primer día en la universidad, el casi beso, la cita y el baile en el club, el beso en el auto, la Torre Eiffel y las escaleras donde todo empezó, la sorpresa de cumpleaños, el compromiso de Tyler, todos y cada uno de los momentos pasaban por mi mente.

Tyler me esperaba sonriendo, me encantaba ese hombre, no dudaba en querer ser su esposa, después de todo, el destino nos volvió a unir, era la señal de qué éramos el uno para el otro.

─Te entrego a mi preciada hija, cuídala y hazla feliz─dijo mi papá y lo abrazó.
Tyler tomó mi mano que ya hasta estaba sudada de los nervios, pero al tomar la suya sentí seguridad y tranquilidad.

(...)

─Mi princesa, te he visto sufrir y te he visto en los peores momentos, pero nunca caer. Eres fuerte, además de hermosa. Nuestro amor ha pasado mil cosas y no me arrepiento, valió la pena esperar por tí, ahora somos fuertes y quiero enfrentar nuestro destino junto a tí. Te prometo que voy a amarte cada día de mi vida, te haré feliz y siempre te sacaré una sonrisa, estaré a tu lado en las buenas, no tan buenas, malas y muy malas, aunque esperemos que esas no lleguen─dijo y me guiñó un ojo.

El público rió, por eso lo amaba, porque podía ser serio, cariñoso, apasionado y divertido a la vez.

─Tyler Jhonson, nunca pensé amarte como lo hago hoy─suspiré, las lágrimas rodaban por mis mejillas─cuándo te conocí, no tenía ni una idea de qué serías la casualidad más bonita que llegara a mi vida. Te fuiste convirtiendo poco a poco en lo que necesitaba, eres lo que me faltaba, te amo y te amaré siempre. La vida nos puso miles de obstáculos, pero sé y no tengo dudas de qué estamos hechos el uno para el otro. Quiero enfrentar lo que venga, pero solo si es contigo, porque tu me das fuerzas y me inspiras a seguir adelante. Prometo amarte y cuidarte, siempre apoyarte y darte lo mejor de mí y si algún día el amor se nos está acabando volver a enamorarte y hacerte conocer el amor─dije y le guiñé un ojo a mis padres que escuchaban atentos y lloraban  emocionados.

Terminé de colocar el anillo de oro en su dedo, todos nos miraban sonrientes.

─Pueden besarse─dijo el padre que oficiaba la boda.
─¡Alto!─gritó una mujer desde la puerta.
Todos volteamos a ver de quién provenía la voz, para nuestra sorpresa era la señora Emma.

Otra vez el destino nos jugaba sucio, ahora lo que seguía era parar la boda y frustrar nuestro sueño y deseo de ser esposos.

─¿Qué haces aquí?─preguntó Tyler fastidiado.
─Tengo algo muy importante que decirles─dijo caminando con paso firme hacia nosotros.
─Madre porfavor...─protestó Tyler.
─Escúchame Tyler─dijo pausadamente y fue extraño verla de ese modo, siempre era grosera cuándo yo estaba─Perdónenme los dos, he sido muy dura con ustedes. Sé que he sido mala persona y que te he tratado mal─me miró─me dejé llevar por los prejuicios y te juzgué sin conocerte, cuando lo que debí hacer fue apoyar un amor tan sincero. Hoy mi esposo cumple dos años de no estar a mi lado y me duele pensar en todo lo que pude haberle dicho pero ya no está. Por eso, quiero que ustedes vivan a plenitud su amor, que no les importe el qué dirán, como lo han hecho hasta ahora, que se amen intensamente, que vivan el amor verdadero que yo sé que existe─dijo llorando.
─¿Eso quiere decir que...─preguntó Tyler.
─Que te apoyo en tu sueño de amor, que acepto a Anne como mi nuera y que además de todo, hoy mismo traspaso la empresa a tu nombre. Estuve pensando en las palabras que dejo tu padre en su testamento y fueron que te casaras con amor y precisamente eso es lo que estás haciendo─esbozó una sonrisa.
─Gracias mamá─dijo Tyler y la abrazó.
─Gracias señora Emma─le dije mirándola fijamente.
─Dime suegra, aunque me siento algo vieja─dijo y todo el público rió.
Se secó las lágrimas y mirando al padre dijo:
─Bueno padre, que continúe la boda.
─Pueden besarse─dijo el padre sonriendo.

Tyler se acercó, me tomó de la mano y la otra la puso en mi mejilla, su olor que me encantaba, sus ojos que me mataban y su boca que me fascinaba, cerré los ojos, estaba a punto de ocurrir.

Sus labios rozaron los míos, me dejé llevar por el inmenso amor que le tenía, fue una explosión de emociones, era nuestro momento, nuestro beso de amor, nuestro primer beso de esposos, sellamos la unión que desde ese día prometimos hacer.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora