Ladrón de corazones e ilusiones

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El ruido de la puerta nos despertó, estábamos asustadas, ambas pensamos que eran ladrones.
Miré el reloj, daban las cinco de la mañana, aún estaba oscuro.

Escuché como tocaban la puerta desesperadamente, tomé un jarrón y lentamente abrí la puerta.
Para mí sorpresa no había ningún ladrón o bueno si, un ladrón de corazones e ilusiones.
Plantado frente a mí estaba Tyler, mirándome con aquellos ojos que me hacían alucinar y un ramo de rosas rojas en la mano.
Mandy salió rápidamente y cerró la puerta.

─Déjame hablar con él─Le pedí.
Mandy protestó pero abrió la puerta.
─¿Qué quieres?─le dije fríamente, tratando de no llorar.
─Princesa, puedo explicarte todo ─dijo acercándose y tocando mi mejilla, me extendió el ramo de rosas.
Me aparté bruscamente mientras lo fulminaba con la mirada y tiré las rosas al piso.
─Princesa tu futura esposa, yo no lo soy. No necesito tus explicaciones. Me bastó con lo que escuché para darme cuenta de lo tonta que fui y de lo cobarde que fuiste.
─Anne, dejame explicarte, esto no es lo que yo quiero, recuerda lo que me prometiste─Dijo casi suplicando.
─Vete Tyler. En primer lugar, el que rompió una promesa fuiste tu; me prometiste que no me harías sufrir y mírame─No podía contenerme, mis ojos estaban derramando lágrimas.
Tyler tomó mi mano, inmediatamente la retiré.
─En segundo lugar, quiero dejarte claro que yo no pienso seguir contigo, te estoy terminando, no pienso ser la segunda opción de nadie y en tercer lugar ya puedes irte, no me busques más─dije llorando, mis ojos ardían de todas las lágrimas que habían derramado.

Tyler se acercó y me dio un corto beso en los labios.
─Te quiero Anne y sé que tu me quieres, pero no me dejas explicarte, no es como parece.
Lo aparté toscamente. Mandy se acercó.
─Vete Tyler, déjala en paz, ya bastante la has hecho sufrir─ dijo Mandy y cerró la puerta.

Me acosté en mi cama llorando a más no poder.
Aún sentía la magia de nuestro amor, oh¿qué estaba diciendo? ¿Nuestro amor? Ya solo existían cenizas de nuestro amor y un inicio para el amor de ellos.
No podía ser un obstáculo en su nueva y perfecta vida, debía alejarme totalmente, enterrar todos los buenos momentos, todos sus besos y abrazos, taparlos con tierra, esconderlos y que no volvieran a salir.
Mandy me acariciaba el cabello mientras trataba de calmarme hasta que me quedé dormida profundamente.

(...)

El olor que salía de la cocina era irresistible, mis fosas nasales reaccionaron y mandaron la órden a mi cerebro, el cual ordenó a mis ojos abrirse.
La luz entraba iluminando toda la habitación, y la música resonaba en las paredes.

Mandy llegó bailando con una bandeja en mano.
─Buenos días, para la mejor amiga del mundo─dijo mientras ponía la bandeja en mi cama.
Había preparado un desayuno completo.
En la bandeja habían cuatro rebanadas de pan baguette con mermelada de cereza, dos croissants, una vaso de jugo de naranja y de postre un napolitano de chocolate y a un lado de la bandeja una hermosa rosa color blanco.
Tomé la rosa y la olí, su olor dulce me llegó hasta el alma.
─Gracias Mandy, no tenías que molestarte─dije sorprendida por todo lo que había preparado
─Amiga no voy a dejarte sola. Además tampoco voy dejarte caer en una depresión, me voy a encargar de que olvides a ese tonto ─dijo mientras bailaba al ritmo de Faded de Alan Walker.

Comí todo el desayuno rápidamente, todo estaba delicioso, exactamente esa era mi terapia para la tristeza, la ansiedad me hacía devorar todo lo que me ponían en la mesa.
Adoraba a esa loca, era mi amiga, la que siempre estaba a mi lado, en los buenos y malos momentos.

Recordé el collar de rubíes que me había regalado para mi cumpleaños.
No podía quedarme con él, era una joya muy valiosa y ni siquiera la usaría, por lo que debía regresarla.

Me metí al baño y llamé a Tyler.
Sonó dos veces y tomó la llamada.
─Si, buenos días, ¿quien habla─Una voz chillona contestó.
─Disculpe, necesito hablar con Tyler─Dije en tono firme.
─Disculpa, no sé porqué tiene tu número registrado como princesa─Dijo burlonamente la última palabra─Su princesa soy yo, soy su futura esposa─Prosiguió hablando de la misma manera.
Cerré inmediatamente la llamada, el escalofrío volvió a mi cuerpo, empecé a sudar y a llorar.
Entonces era verdad, Tyler se casaría, tenía la esperanza de que todo era un mal sueño, una pesadilla.
El dolor oprimía mi pecho, las lágrimas salían de mis ojos, estaba frente a mi realidad, mi triste realidad.

Abrí la puerta del baño, Mandy llevaba dos páginas en su mano.
─Oye amiga, ¿cúal se ve mejor─Dijo con la vista puesta en las páginas.
No podía responder, las palabras no salían.
Mandy al ver que no respondía, levantó sus ojos.
─ ¡Oh nena!¿Qué pasa?─Dijo asustada, las páginas cayeron al piso y ella me sostuvo.
─Mandy, sé que no debí hacerlo, pero necesitaba regresarle el collar y lo llamé y me contestó ella─Dije tapando mi cara, las lágrimas mojaban mis manos.
─Nena, no vas a sufrir más por ese tonto─Dijo consolándome.
─Es que lo quiero tanto─dije con los ojos cerrados.
─Tal vez lo quieres pero él se va a casar y eso no lo podemos evitar ─dijo Mandy tratando de hacerme ver la realidad.

(...)

Mandy se había ido, tenía un viaje con su mamá, regresaría en una semana, era muy triste estar sola, el silencio se apoderaba de mi apartamento, Mandy y Tyler se habían llevado la felicidad.

La oscuridad de la noche llenó mi habitación, estaba sentada frente a la ventana, con la mirada perdida, las luces se hacían pequeños destellos en mis ojos.
En ese momento sonó mi celular, era Tyler, no contesté pero seguía llamando.

Un mensaje llegó.
Princesa, te quiero y eso no lo puedes evitar, tal vez no quieras verme más, sé que debí habertelo dicho antes pero el miedo a perderte me ganó. Dame una oportunidad y te contaré todo.
Nunca podré olvidarte.

Esas palabras confundieron mi corazón pero con el dolor que sentía decidí borrar el mensaje y bloquear su número, debía ser fuerte, no podía volver a caer, mi corazón estaba en pedacitos.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora