Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《

¡Vamos a ser padres! CAPÍTULO FINAL

Narra Anne

Respirar el olor a París con sus bellas calles, con su inigualable hermosura, dónde todo empezó.
Tyler iba a mi lado pero me miraba extrañado; creo que sospechaba algo.
El motor del auto paró y me encontré con el edificio en el que tantas veces entré.
─¡Anne, Tyler!─dijo mi papá.
─Papá─corrí a abrazarlo.
Tyler lo saludó con un abrazo también y entramos al edificio.
Tomamos el elevador y al abrirse las puertas, estaban todos esperándonos.

No sé como cabían todos en el estrecho pasillo, pero todos nos miraban alegremente, Carol, la señora Emma, mi mamá, Hans con una chica... esperen, la vecina de al lado, la del bebé, que ya era un niño de unos tres años, Brad y Mandy, que seguían juntos y Brianna y... André.

Después de un largo saludo a todos y de entregarle los regalos que habíamos llevado, Tyler tuvo que irse a la empresa a ver algunos asuntos y ponerse al día después de un año de luna de miel.

─¿Entonces es cierto?─preguntó emocionada la señora Emma.
─¡Sí!─descubrí mi vientre dejándolo ver. Ya estaba bastante hinchado, tenía dos meses.
Todas empezaron a gritar de la emoción y a tocar mi barriga, hablándole y acariciando.
─¡Vamos a ser abuelas!─dijeron mi mamá, la señora Emma y Carol al unísono.
─¡Y nosotros tías!─saltaron Mandy y Brianna. Los chicos se habían ido a la empresa con Tyler que ahora era su jefe. Hans y mi papá eran contadores.

─¿Está todo listo? Ya no puedo seguir ocultándoselo, me ha costado mucho no decirle, ésta felicidad es muy grande, además creo que está sospechando.
─Todo listo, Tyler se va a morir pero de la alegría─soltó una carcajada Carol.

(...)

─Pero no entiendo porqué quieres que cenemos afuera princesa, si tú mamá cocina delicioso.
─Es que hoy nos invitaron a cenar ellos─mentí.
─¿Sabías que no sabes mentir? Tus ojos te delatan─sonrió.
─Bue...bueno la verdad es que te tengo una sorpresa─confesé.
─¿Ah sí? Entonces sorpréndeme─me besó.
─Debes ponerte esta venda─le dije maliciosa.
─Pero...
─¿Confías en mí?─le pregunté imitando su voz de aquel día que me pidió matrimonio.
─Sí, pero...─trató de protestar pero la venda ya estaba en sus ojos.

(...)

─¿Dónde estamos?─cuestionó.
─Ah eso es una sorpresa─le dije mientras lo guiaba por dónde debía caminar.

El clima era perfecto y el cielo estaba pintado de los mejores colores, regalo de Dios, como el ser pequeñito que cargaba en mi vientre, la Torre Eiffel mostraba su esplendor, aguardando el momento perfecto, todo era mágico.

Le bajé la venda de los ojos, frente a él estaban mis padres y sus madres con globos de colores celestes y rosados y un enorme letrero que decía ''Felicidades''

Al ver a Tyler extrañado y confundido aclaré mi garganta y volteó hacia mí, llevaba una pintura de un angelito en mi barriga hinchada.

Entonces noté como sus ojos se iluminaron y esbozó una sonrisa de oreja a oreja.
─¡Vamos a ser padres!─le dije casi saltando de la emoción.

Ni siquiera dijo nada, solo sentí sus manos en mi cintura y el viento en mi cara, me había levantado en el aire. Me sujeté de su cuello y lo besé.

─Este es el mejor regalo que me han dado─dijo emocionado─Te amo Anne, eres lo que siempre deseé, eres la luz de mi vida, ya no estaremos solos, ¡tendremos un hijo!─gritó la última frase y las personas que pasaban se detuvieron a mirar─Tú me has dado la mayor felicidad, estoy tan agradecido contigo mi princesa─me bajó y se acercó a mi barriga para acariciarla y llenarla de besos.

─Eres el mejor regalo, soy tan feliz de qué seas mi hijo o hija y te cuidaré y protegeré cada día, te haré muy feliz, si eres niña serás mi princesita y si eres niño serás mi campeón. Te amo y te amaré siempre─dio un sonoro beso en mi barriga.

─Anne─me miró─muchas gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo. No me arrepiento de haberte elegido para ser la madre de mis hijos, te amo─me tomó por la cintura y volvió a besarme.

Este hombre me volvía loca, enserio me encantaba tanto, además de amarlo inmensamente.

Nuestras familias aguardaban contemplando la escena, se acercaron para abrazarnos y desearnos lo mejor.

─Bueno, ya que estamos en ambiente─dijo Mandy aclarando la voz, miró a Brad─¡También vamos a ser padres!─exclamó.

¡Wao! Esa sí que era una sorpresa, embarazas al mismo tiempo, eso si no me lo esperaba.
Todos empezamos a gritar y a hacer sonidos extraños, la alegría se había apoderado de nuestros cuerpos, la gente que pasaba nos miraba como si estuviésemos locos.

─Pero acaso ¿se han puesto de acuerdo?─bromeó la señora Emma.
Ambas negamos con la cabeza y soltamos una carcajada. Realmente no nos habíamos puesto de acuerdo.

(...)

─Yo tengo algo que decir─habló André.
Estábamos en Le 58 Tour Eiffel, cenando y celebrando las grandes noticias.

Todos enfocamos la mirada en él, lucía nervioso, se levantó de la silla y se arrodillo frente a Brianna.
─¿Quieres casarte conmigo?─le preguntó después de sacar una pequeña cajita con un anillo hermoso.
─Sí, si quiero─le respondió de inmediato.

La mesa se llenó de aplausos y sonrisas, mis padres abrazaron a Brianna y todos nos levantamos a felicitarlos.
─Vaya viejo, ¿no que no creías en el amor y todo eso?─bromeó Tyler.
─Eso... eso era... antes viejo─dijo André nervioso.
─Estas mujeres nos cambiaron la vida─soltó una carcajada.
─Y nos vuelven locos─dijo André abrazando a Brianna.

Sonreí ampliamente al escucharlos, realmente habíamos cambiado sus vidas pero ellos a nosotras también, nos demostraron que el amor existe y que hasta las personas más negadas a él, lo encuentran tarde o temprano.

Porque es así, quiénes están destinados a estar juntos, el destino los pone en el lugar y momento indicado para conocer el maravilloso sentimiento llamado amor, ese que te hace volar y te hace sentir no mariposas, sino un zoológico como el mío. Porque los giros los da la vida y de eso nadie tiene la culpa, unos se conocen en citas a ciegas, otros desde pequeños, algunos por redes sociales, hay diversas maneras de encontrarte con el amor de tu vida y yo encontré al mío con un tropiezo, sí con un tropiezo de amor.