Capítulo extra- Miah

1.9K 142 3
                                    

Narra Tyler

─Cariño, creo que es hora─dijo Anne.
─¿Hora?─repetí nervioso.
─Sí, ya─dijo alterada.
Tomé la maleta que ya estaba preparada y las llaves del auto, la tomé de la mano y pasé su brazo por mi hombro.
Subimos al auto mientras ella respiraba profundamente.

(...)

─Vamos princesa, tú puedes─traté de animarla.
En estos meses había tomado una especialización en obstetricia, para traer a mi pequeña hija al mundo.
─Ahhh, me duele─gritó Anne.
─Cariño, vamos puja, tú eres fuerte y puedes hacerlo.
Empezó a pujar y respirar hondo, luego volvía a pujar y tomaba aire, ella sabía lo que debía hacer.
─Cielo, una vez más, ya casi─dije tiernamente.

Pujó una última vez y mis ojos vieron lo más hermoso que podía existir, mi linda princesita.
La tomé e inmediatamente la envolví en una sábana blanca para llevársela a Anne.
─Hiciste un gran trabajo mi princesa─le dije antes de besarla, estaba exhausta y sudada, me encantaba su valentía y fortaleza.
─Es hermosa─susurró en cuanto puse a la pequeña a su lado.

Y tenía toda la razón, era una preciosura, sus suaves manitas eran tan pequeñas y frágiles, sus pies eran tan pequeños, su piel sonrosada aún con rastros de sangre escondían a la más linda creación que habíamos podido hacer.

Se removió en la sábana y un llanto agudo se escuchó salir de su pequeña boca, abrió los ojos y... eran tal y como los de su hermosa madre, azul como el mar. La miré enamorado, enserio esa pequeñita persona podía causar tantas sensaciones dentro de mí.
─Creo que tiene hambre─murmuré y se la pusé al lado de Anne, quien inmediatamente se incorporó en posición de lactancia, todo lo había aprendido en las clases de preparación maternal.

Era increíble ver como succionaba el pecho de Anne, tenía hambre, era como su madre, le encantaba comer.
─Es bellísima, se parece tanto a tí─dijo Anne rozando su mejilla.
─Es lo más lindo que he visto, sacó tus ojos─murmuré.
─Hicimos un buen trabajo mi amor─dijo Anne sonriendo.
─Las amo tanto─besé la frente de la bebé y le di un largo beso a Anne.

Brad entró asustado a la habitación, Mandy estaba en las mismas que Anne, pero esta vez la atendía André, que también había tomado la especialización.
─¡Son... son dos!─exclamó
─¿Cómo?─preguntó Anne asustada y despertó a la bebé que estaba quedándose dormida.
─Son mellizos─dijo entre jadeos─André necesita tu ayuda Tyler.
─Claro ya voy para allá─le dije, realmente Brad se veía muy nervioso─Cielo ¿estás bien?¿No necesitas nada?─le pregunté.
─Estoy bien cielo, ve que Mandy te necesita─dijo volviendo a tranquilizar a la pequeña.
─La enfermera se encargará de todo lo que hace falta─dije y le planté un beso a las dos antes de salir.

(...)

Narra Anne

Sus manos pequeñas se movían, sus pies se veían frágiles, toda su piel era tan suave y delicada, era una princesa, nuestra princesa.

Había tomado un baño mientras Julia, la enfermera la vigilaba, había sido un arduo trabajo traerla al mundo, aunque sin complicaciones, pero estaba exhausta. Todo valía la pena si se trataba de sentirla y poder darle vida, ese era uno de los milagros que más admiraba y de los que estaba agradecida con Dios.
Cerré y mis ojos y dí las gracias a Dios por el gran milagro de la vida.

Me sequé con la toalla, mi cuerpo había quedado marcado, tenía algunas estrías y mi abdomen flácido, pero esas eran las marcas que llevaría con orgullo por el resto de mi vida, eran testigos de qué dentro de mí cargué un milagro, mi pequeña princesita.

─Doctora Anne, se durmió la bebé─dijo Julia.
─Está bien, yo me encargo de ella. Sigue con tus labores y si puedes pasar por la habitación donde está Mandy para ver como sigue─le dije, ya teníamos confianza, ella era una de las enfermeras más eficientes que teníamos.

¡Ah! No había contado que en estos nueve meses, entre Tyler y yo logramos erguir un hospital, pues sí, un hospital. Era un sueño que siempre había tenido y que al contárselo a Tyler no tardó en hacer realidad. Ahora éramos dueños de uno de los hospitales más grandes de París, en el que se atendía a toda clase de personas, aún sin recursos para pagar recibían la mejor antención.

André, Tyler y yo ejercíamos en el hospital, pero hacían dos meses había suspendido mis labores para estar en casa esperando el gran día.

Mi madre encontró una nueva pasión además de la enfermería ahora daba alegría a los enfermos terminales, les llevaba comida, música, juegos y diversión, junto con la señora Emma. Mi madre junto a Carol tenían un consultorio donde prestaban servicios de Psicología y Enfermería.

Al lado del consultorio, había un gran salón que la señora Emma había comprado para dar clases y cursos de etiqueta, modales y modelaje.
Las tres se hicieron muy buenas amigas, tenían cosas en común aunque alguna que otra vez estaban en desacuerdo.

Hans, se había hecho cargo de la vecina y de su hijo, además su novia estaba empezando el embarazo, era una buena mujer que la habían abandonado con su primer hijo, que Hans quería como si fuese suyo. Trabajaba para nuestra empresa y se había construido su propia casa, nuestros padres estaban rebosantes de alegría por los nietos que Hans y yo les regalaríamos.

Brianna trabajaba para una compañía de biólogos en la que ella era la encargada por su gran desempeño, ahora vivía en un lujoso edificio con su esposo.

Mi padre, Brad y Hans eran los encargados de LifeJhonsons, mi papá no tardó en aprender de finanzas y era quien estaba a la cabeza de la empresa, pues Brad tenía la suya y debía atenderla.

Mandy había abierto tres sucursales más de su boutique "PeopleFashion" y le iba muy bien, había diseñado vestidos para grandes personalidades de Hollywood. Y su reciente línea, ropa para embarazadas, era la más vendida en las tiendas de maternidad.

Y yo, pues ejercía lo que tanto amaba hacer, me encantaba ayudar a la gente, curar sus enfermedades, ser testigo de los milagros, conocer del poder de Dios unido a la medicina.

No había dejado de ser la chica soñadora y romántica, lo seguía siendo, pero ahora con mi propia familia, la que no existiría si las casualidades no existieran, aunque para mí, son bendiciones, encontrar a una persona que te llene el alma, la mente y el corazón al mismo tiempo, eso es extraordinariamente hermoso, ver a Miah, me enamoraba, me transportaba a otra galaxia, me subía y bajaba al mismo tiempo, era la prueba de qué el amor existe, son bendiciones en forma de personas, era total y plenamente feliz, el destino me sonreía, tal vez antes solo quería probarme, tal vez solo necesitaba fortalecerme, tal vez si nunca hubiese sucedido no sería feliz ahora, tal vez un tropiezo de amor, el inicio de toda esta mágica historia fue la casualidad y bendición preparadas para mí.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora