¿Se puede saber dónde estabas?

2.1K 145 1
                                    

Narra Tyler

Llegué a la casa de mis padres, la noche había estado estupenda, Anne se veía tan feliz, me encantaba verla así, rebosante de alegría, había preparado todo con la ayuda de mis cómplices, Rose, la cocinera, Jack, mi chófer, Gina, mi nana y Nina su hija.
Solo ellos sabían de mi relación con Anne, les había pedido que no dijeran nada, todo había salido perfecto, cada sonrisa y cada beso de Anne me lo confirmaban.

Empezamos a bajar las cosas del auto, no me dí cuenta de la presencia de Susie.
─Hola Tyler, ¿se puede saber dónde estabas?
─ Que yo sepa aún no estamos ni comprometidos y mucho menos casados para que me hables en ese tono y para darte explicaciones─Le dije molesto.
─Por ahora no lo estamos, pero cuando tu padre muera, seré tu esposa te guste o no ─Dijo en tono sarcástico.
─Te haces la niña buena frente a mis padres, pero se ve que solo te interesa el dinero.
─No voy a permitir que me insultes, además ¿con quién estabas?─ Señaló los platos y los utensilios de cocina.
─Mientras que no estemos comprometidos, no es mi deber darte explicaciones ─le volví a repetir.
─Pues ya verás si no vas a dar explicaciones ─dijo y volvió a entrar.

Sabía lo que iba a hacer, iría a quejarse con mis padres y ellos le creerían.
─Jack, llévate el auto y todo lo que hay dentro; cuando yo te avise regresas, Nina y Gina vengan conmigo, síganme el juego, ayúdenme por favor ─les pedí.
Todos asintieron, al fin ellos también serían afectados si mis padres se enteraban.

Entramos a la casa, mi madre caminaba por el pasillo en dirección a mí y Susie venía detrás.
Me paré esperando que ella llegará hasta mi, Gina y Nina se quedaron detrás.
─¿Se puede saber dónde estabas? y ¿con quién?─ preguntó furiosa mamá.
─Hoy es el día libre de Gina y Nina, por lo que decidí llevarlas a pasear, fuimos a un parque y llevamos comida─Dije tranquilo.
─¿Ah y desde cuándo eres tan servicial y te preocupas por ellas?─Dijo, no estaba convencida.
─Desde que deje de importarte y ellas se convirtieron en mi familia ─Dije, luego me arrepentí.
─Gina y Nina, retírense─Dijo mamá furiosa.
Ellas se fueron tan rápido como pudieron, dejándonos a los tres.

─ Tyler, soy tu madre, no me hables así ─dijo casi gritando.
─Es la verdad madre ─Dije fríamente─ Siempre Brad ha sido tu favorito y además me quieres casar con alguien que no amo.
─Estás equivocado, los dos son mis favoritos, además que casarte con Susie es lo mejor para tí.
─Lo mejor para mí no es casarme con alguien que no amo, seré infeliz toda mi vida─ le dije casi al instante.
─Escucha Tyler, ese es el deseo de tu padre y lo tienes que cumplir, deja de ser egoísta y piensa en él.
─Sí como ustedes pensaron en mí cuando prefirieron a Brad─No aguanté más.

Mamá se quedó en silencio y luego de un rato dijo
─ Eso es pasado, te advierto Tyler si me doy cuenta que hay alguien más en tu vida, que no sea Susie, yo misma me encargaré de hacérselo saber a tu padre, para que te obligue a casarte antes de tiempo. Además solo faltan unos días para el compromiso─Dijo amenazádome con un dedo.
Se fue y Susie me miró, una sonrisa triunfante se reflejó en su rostro.

Salí de la casa y llamé a Jack.
─Diga joven Tyler─Sonaba preocupado.
─Ya puedes venir, apresúrate, quiero irme rápido de esta casa. No te preocupes mis padres no saben nada.
─Esta bien señor, ya voy en camino─Respondió aliviado.

Escuché la puerta de la casa abrirse, giré y estaba Brad.
Dí un paso hacia al frente, pensé irme caminando, pero su brazo tomó el mío.
─Tyler, no te escondas, solo quería pedirte una disculpa─dijo, sus ojos denotaban tristeza.
─No puedo disculpar lo que hiciste, además me robaste el amor y la comprensión de mis padres.
─Eso es pasado, todo es pasado.
─Para tí es muy fácil decirlo, no te imaginas cuánto sufrí por tu traición ─dije dolido.
─Olvidemos todo, Tyler somos hermanos.
─Eso mismo debiste haber pensado antes─le espeté.
Justo en ese momento Jack llegó, le dije que fuera a descansar, yo conduciría.

Llamé a André, mi mejor amigo.
Contestó, la música alta me dificultaba para escuchar.
Hola viejo, hasta que te acuerdas que existo.
─ Hola André, ¿dónde estás?.
─ Estoy en una fiesta en la casa de Dina, ven hay muchas chicas.
─ No, prefiero verte en otro lugar, necesito hablar contigo.
─ ¿Dónde estás? ─preguntó.
─Estoy afuera de la casa de mis padres ─respondí.
─Espérame, voy a buscarte.
Fin de la llamada.
La noche era fría, la brisa soplaba, los árboles se mecían en dirección que soplaba la brisa.
Decidí esperar, me quedé viendo una sombra que se movía entre los árboles, llevaba viendo o imaginando sombras desde hacía algunos días.

El sonido del motor de un auto me distrajo, André había llegado.
Volví a mirar en dirección a los árboles, ya no había nada.
André bajó la ventana del auto.
─ ¡Eh! Viejo ¿te vas a quedar ahí o vas a subir? ─preguntó.
Tal vez era un gato o un perro, caminé hacia el auto y subí.

─ ¿Qué hay amigo?─Le pregunté con una palmada en el hombro.
─Mejor cuéntame ¿qué pasa contigo? Ya no vas a fiestas, no sales y además hace tiempo que no te veo con una chica. Y para terminar puedes contarme ¿porqué ignoras mis mensajes─ preguntó un poco enojado.
─He pasado algunas cosas estos días, unas buenas y otras malas.
─Empieza por lo malo, me gusta alegrarme al final ─dijo mientras conducía.
─Mi padre está enfermo, va a morir, está muy débil.
─ Cuánto lo siento viejo, sabes que siempre Daniel ha sido como mi segundo papá, buento antes de aquello.
─ Si gracias André, pues me dejará a cargo de la empresa, pero debo casarme.
─¿Está loco? Estás muy joven y además como bien dices tú, no crees en el amor.
─Luego hablamos sobre eso, el problema es que ya escogieron mi futura esposa y resulta ser toda una niña mimada e interesada y el compromiso es dentro de diez días, cuando papá muera entonces tendré que casarme.
─Vaya amigo, es muy pronto, realmente tus padres están locos.
─ Además que Brad ha regresado y me pidió disculpas pero no quise hacerlo.
─Viejo, definitamente estás pagando todo lo que has hecho.
─Si eso creo─dije mientras rascaba mi cabeza.

─ Y ¿cuál es la buena noticia?─ preguntó.
Tomé aire antes de responder.
─ Me he enamorado y tengo novia.
-¿Qué?¿Cúando?¿Cómo?¿Quién es?─Preguntó alterado y asombrado a la vez.
─Te diré pero debes prometer que no dirás nada.
─Lo prometo, pero ya viejo dime─Dijo al instante.
─Anne y yo somos novios─Dije.
─ ¿Anne? ¿Cúal Anne?¿ La hermana de Sarah?─preguntó.
─No, Anne Prince, la chica que viene de Estados Unidos, la que usa gafas.

André se saltó un alto, por fortuna las calles estaban vacías, ya era muy tarde.
Paró el auto y se bajó. Hice lo mismo.
─ ¿ESTÁS LOCO?─Me gritó.
─ Me enamoré de ella, no es como las demás y eso precisamente eso es lo que me encanta.
─Pareces un Romeo moderno Tyler, ella es la nerd, ¿cómo te vas a enamorar de la NERD?─ dijo gritándo la última palabra.
Lo tomé por el cuello.
─ La próxima vez que le faltes el respeto a mi novia, no me controlaré ─dije en tono de amenaza.
─ Esta bien viejo pero suéltame.
Lo solté, nos quedamos un rato en silencio.

─Tyler, ¿sabes lo que significa para tu imagen ser novio de la... bueno de Anne?─preguntó.
─Sí, si lo sé. Por lo mismo te pedí que no dijeras nada, no por mí, sino por ella, las chicas la pueden atacar con insultos y todo eso. Además recuerda que debo comprometerme y aún no se como decírselo a Anne, le prometí que no la haría sufrir.
─ ¿Cómo pasó todo esto? Dijiste que no creías en el amor.
─Anne me enseñó a ver la vida de diferente manera, además es hermosa, aunque tú y todos digan lo contrario.
─Si tu lo dices─dijo entornando los ojos.
─Ya verás cuando llegue la indicada para tí.
─ No, yo si voy a seguir el lema y lo cumpliré ─Dijo André.
─Si claro, eso es porque aún no te has enamorado ─dije sarcástico.
─Eso no va a pasar, vamos a la casa de Dina, la fiesta estaba buenísima.
─ No, llévame a mi apartamento, quiero descansar.
─ Vaya, aparte de enamorado ahora estas viejo ─dijo entornando los ojos.
Le dí un golpe en el hombro y salí caminando. Él subió al auto y me siguió.
- Ya sube, viejo.

(...)

Me acosté en mi cama, había sido un día de muchas emociones, estaba muy cansado.
Estaba en un problema muy grave, ¿Cómo le diría a Anne lo de mi compromiso?. Solo faltaban diez días, debía ser sincero con ella pero me daba miedo perderla.

Había hecho feliz a Anne y por lo tanto también yo lo era. Sus ojos brillaban de la emoción con la sorpresa que le preparé.
Cuando dijo lo de la invitación a almorzar con aquel joven, mil cosas pasaron por mi cabeza, pero logré ganar la lucha, al final debía confiar en ella, sé que la quiero y ella me quiere, no hay porqué temer esta vez.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora