Buscando a Alice

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Narra Tyler

─¿En coma?─repitió Lynn casi escupiendo el sorbo de refresco.
─Sí, así es. Necesito que me digas si sabes algo de Alice─dijo Brad pausadamente.
─Yo... yo no sé nada─dijo nerviosa.
─Vamos Lynn, debes hablar. Eres su mejor amiga y no creo que no sepas dónde está, ¿si sabes que estuvo aquí en París?

Miró hacia un lado, el silencio sepulcral inundó la cafetería dónde estábamos, algo alejados de la plaza central.
─Si no dices lo que sabes, te pueden acusar de complicidad─esta vez hablé tratando de intimidarla.
─Vale, voy a hablar pero solo porque esa chica está muy mal─miró hacia afuera─Alice estuvo en mi casa, estaba muy alterada, no sé si lo sabían pero ella es bipolar y sufre esquizofrenia─Brad y yo nos miramos, no, no sabíamos nada─me dijo que eras el amor de su vida y que debía recuperarte, te estuvo siguiendo Tyler─me miró.
─Pero...¿cúan...─recordé las sombras en las noches, la presencia extraña y la sensación de qué me estaban mirando.

─Se enteró que tenías novia, así como también de la boda, pero ella nunca quiso arremeter contra tu prometida porque sabía que no la amabas, pero con Anne era distinto. Te fuiste y perdió el contacto, no supo dónde fuiste y los ataques de ansiedad la estaban matando, la depresión la tenía aislada en su propio mundo. Hasta que leyó en los periódicos lo de tu boda, luego se enteró de que no te casaste y te vio afuera de la iglesia hablando con Anne, supuso que regresarían y... yo la ayudé para que encontrara a Anne─bajó la voz, al parecer se arrepintió.

─¿Qué pasó después?─pregunté, estaba a punto de saber qué había pasado.
─No lo sé, ella me dijo que esa chica era corriente, que no tenía nada especial y que haría lo que fuese necesario para desaparecerla. Traté de controlarla, pero ella salió corriendo y no la volví a ver más. Nunca pensé que sería capaz de algo así.

─¿Tienes idea de dónde puede estar?
─No lo sé, no tengo idea, pero donde sea que esté, puede hacerle daño a alguien más, ella no está bien─sollozó.

(...)

─Señor Jhonson, ¿está seguro?─preguntó el policía.
─No puedo asegurarlo pero si estoy seguro de qué Anne no se envenenó sola y al menos tenemos una sospechosa.
─Haremos todo lo posible por encontrarla, con permiso.

─¿Le creíste?─preguntó Brad.
─Ni un poco─negué con la cabeza.
─¿La buscamos?
─Pienso que es lo mejor, pero debo hacerlo solo.
─Ni hablar, yo iré contigo. No te volveré a dejar solo en los momentos difíciles.
─Gracias─dije antes de abrazarlo.

(...)

La tarde caía y Brad y yo seguíamos repartiendo volantes y preguntando si habían visto a Alice. Pero nadie daba respuesta sobre ella.
─¿Dónde podrá estar?─pregunté para mí mismo.
─Ahora que recuerdo, Alice tenía una prima, recuerda que era huérfana, pero siempre hablaba de una prima que vivía aquí mismo en París.
─¿Y sabes dónde es?─pregunté conmocionado.
─Más o menos, pero podemos preguntar.

(...)

El motor del auto se apagó, estábamos frente a uno de los barrios más peligrosos de París, muy lejos de la ciudad, respiramos hondo y salimos del auto.

─Hola─llamamos a la puerta.
─Muchachos─dijo una anciana.
─Buenas tardes señora, ¿sabe usted si aquí cerca vive Margareth?
─Si, ella vive aquí al lado, creo que tiene visita.
─Muchas gracias─dijimos y rápidamente llegamos a la otra puerta.

─¿Hola?─dijo Brad.
─Un momento─dijo una voz femenina acercándose a la puerta.
─Buenas tardes─saludamos a la joven de unos veinte años.
─¿Qué quieren?─respondió molesta.
─¿Aquí está Alice?─me adelanté.
─¿Para qué la quieren?
─Solo queremos hablar con ella, somos unos viejos amigos.
─No, no está. Se fue hace mucho tiempo, estuvo unos días aquí pero luego se fue.
─¿Sabe dónde está?
─La verdad no lo sé, pero la escuché decir que a Estados Unidos o algo así.
─¿Pero...
─Estoy con mi novio, si no tienen nada que decir, adiós─dijo y nos cerró la puerta.

─Se veía sincera, al parecer no sabe nada─dijo Brad mirando la puerta.

(...)

Narra Alice

La había matado, o al menos eso había escuchado en la televisión, en casa de mi prima.
La alegría recorrió mi cuerpo, la adrenalina de saber que había acabado con esa tipa entrometida en mi relación con Tyler.

La policía no me estaba buscando, no habían sospechosos, no habían rastros, no había nada.
La gente decía que yo estaba loca, pero no era así. Solamente estaba enamorada y si eso se considera estar loco, entonces lo estaba.

¡La maté, la maté!─era lo que rondaba mi cabeza como una fiesta de confetis.
Solté una carcajada, los pasajeros del metro me miraron extrañados, solo yo sabía la alegría de haber matado a esa miserable, no se perdía mucho, no tenía dinero ni clase.

Mi plan era regresar a París después de unos meses para volver a los brazos de mi Tyler, casarme con él y ser felices. Y todo estaba marchando cómo lo había planeado.

Un tropiezo de amor 》Libro #1 Bilogía Amor en París《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora